Capitulo 3

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Catalina despertó bastante cansada, se metió a la ducha para tratar de despertar un poco más, se puso un vestido verde con unos zapatos de piso a juego, está vez se tuvo que maquillar un poco más para cubrir sus ojeras, hasta parecía que su cabello había perdido brillo.

-buenos días- dijo Catalina entrando a la cocina

-¡Cariño que te paso!-exclamó su madre horrorizada

-Nada sólo creo no dormí bien-intento sonreír pero hasta eso le demandaba un gran esfuerzo

-Toma-le dijo su madre acercándole su desayuno

Catalina tomó su jugo y notó una gran mancha negra en su muñeca, creyó que era un moretón pero no le dolía si lo tocaba.

-¿Catalina que tienes ahí?- pregunto su madre

-Que...nada- respondió de prisa escondiendo su muñeca

Su madre, Clara, tomó su muñeca para ver mejor la mancha que tenía lo que vio la hizo enojar sabía quien era el responsable y lo detendría.

-Tal vez me golpee con algo- dijo Catalina en un intento de tranquilizar a su madre

-Eso no es un golpe Catalina- contesto, saliendo al instante de la cocina

Catalina no sabía porque se había puesto así su madre si no era más que un moretón, acabo con su desayuno de prisa sintiéndose un poco mejor. Salió para alcanzar su autobús pero vio a Alexander parado justo frente del autobús, en su auto, ella dudo en ir a donde el estaba o subirse al autobús.

-Cata no vienes- dijo Alexander abriendo la puerta del copiloto

Está sonrió y fue a donde el estaba se subió para después ir a su escuela, entro al salón de clases esperando que está vez si estuviera ahí Emily pero al igual que el día anterior ella no se encontraba ahí, no le importo volver a sentarse con Alexander, está vez era ella quien lo veía, era bastante guapo, le encantaban sus raros ojos violeta, a ella le parecía que escondía varias cosas.
No estaba equivocada Alexander le escondía más cosas de lo que a ella le gustaría, todo su mundo era una gran mentira empezando con su nacimiento.

-Cata vamos a comer-le dijo Alexander

-Este...no puedo hoy- se removió incómoda en su asiento

-¿Hoy no?-subió una ceja

-Tal vez sólo que sea cerca-respondió Catalina

Alexander le sonrió y camino rápido a la salida con ella detrás, le abrió la puerta del auto. Está vez la llevo a un restaurante cerca de ahí a unos quince minutos para ser exactos.

-¿Por qué haces esto?-pregunto una tímida Catalina

-No lo se-respondió cortante Alexander.

Catalina caminó a su lado, tenía ganas de que la tomara de la mano pero no lo hizo sólo camino a la entrada del restaurante, está vez esperaba no encontrarse a ninguna chica que se le insinuara a Alexander y no la hubo, comieron tranquilos, el no paraba de pensar en como acabaría con Ella.
Catalina disfrutaba mucho de la compañía de Alexander le agradaba estar con el y esperaba que fuera igual para el, no se imaginaba como sería si no fuera asi.

-¿Disfrutas de mi compañía?- pregunto Catalina
-Me parece que si- respondió desinteresado Alexander, restando le importancia

Catalina sonrió por lo bajó, término más tranquila su comida después salieron de ahí de regreso a la escuela donde tenían que tomar clases distintas esto noble agradaba para nada a Catalina pero lo aceptaba.
Terminaron sus clases y Catalina fue a la biblioteca para esperar a Alexander ahí, está vez sólo tuvo que esperar media hora para que el apareciera.

-Alex- sonrió al verlo

-Alexander- contesto cortante

Sólo una persona lo llamaba así y escuchar a otra persona llamarlo así le molestaba más que nada porque odiaba a la chica que lo llamo así por primera vez, ella término con toda la luz que existía en su alma, en parte por eso estaba así por eso era lo que era.

-Si, perdón- contesto nerviosa

Apenas la volteo a ver sólo fingió ver su libro, su mente viajo de nuevo a ella, esa maldita que lo destrozo, esa por lo que había dejado todo y después se fue, esa por lo que hace poco aún sufría pero ahora sentía que todo había quedado en el pasado ahora podía voltear de nuevo sin querer correr a buscarla.

-Creo tenemos que dejarlo-hablo Catalina-podemos terminar mañana

-Como quieras- contesto cerrando su libro de golpe

Salieron rápido de ahí, Catalina lo siguió de cerca el le abrió la puerta del auto para que ella pudiera subirse. Lo que a Catalina le molestaba era que cambiaba de humor, no era predecible, la confundía, y por más que aún su corazón le gritará que se alejara ya de el, simplemente no podía ya era tarde.

-Llegamos-hablo Alexander tratando de sonreír le a Catalina

-Gracias- le sonrió de medio lado, antes de bajar-¿Quieres pasar?

-No Cata, tal vez otro día

- Esta bien- respondió algo triste

Catalina bajó del auto algo decepcionada de nuevo creyó que la besaría, y al igual que el día anterior no lo hizo. Entro a su casa cabizbaja, esperaba que su madre fuera la de siempre no la de esa mañana.

-Cariño donde estabas- pregunto sí madre desde la cocina

-Estudiaba con un chico

-Estaba bien cariño-hablo de nuevo se veía preocupada y algo distante

-¿Pasa algo mama?-pregunto está vez ella preocupada

-No, nada cariño-le hablo con dulzura

Su madre era la persona más compresiva que ella haya conocido, era protectora y que madre no lo era y por más que la molestaran diciendo que su madre era muy joven y no sabía como educarla ella creía que su madre sabía lo que hacia.
Catalina asintió con la cabeza, tomó una manzana decidida a ir a su habitación.

-Cariño-le hablo su madre antes de que saliera de la cocina

-Si mama

-Tengo que salir mañana temprano-dijo nerviosa

-¿Porqué? y ¿A donde?-pregunto exaltada nunca se había quedado sola

-Mi familia, me necesita

-¿Puedo acompañarte?-pregunto pero al segundo se arrepintió, estaba claro que no quería que la acompañara

-Me temo que no cariño-le contesto, acariciando su mejilla para luego abrazarla

Ella le correspondió al abrazo, para después irse a su habitación, esa día no era el mejor, le gustaría acompañar a su madre pero sabía que tendría sus razones para no llevarla y se imaginaba que era porque su familia no la quería después de todo su madre tuvo que cambiar su vida por ella.

Mis alas por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora