Capitulo 6

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Después de que Alexander le diera ese beso a Catalina,ella sintió sus mejillas arder bajo la vista para despedirse rápido y entrar a su casa con el corazón latiendo le a mil por hora, se llevo las manos al pecho y sonrió ampliamente.
Subió las escaleras tarareando una alegre canción, antes de poder entrar a su habitación sintió marearse intentó tocar la pared para así detenerse pero está vez sintió sus piernas temblar, todo a su alrededor le daba vueltas era como si se hubiera subido a uno de esos juegos en los que das de vueltas, era la misma sensación se veía todo igual, la única diferencia es que ella no estaba en un parque de diversiones se encontraba en la entrada de su habitación luchando por llegar a su cama, intentó dar un paso esto sólo hizo que sus piernas cedieran haciéndola caer al suelo, antes de que su cabeza tocara el piso Catalina Adams ya estaba inconsciente. 

Mientras Catalina luchaba por no caer Alexander esperaba sonriendo de medio lado fuera de la casa de esta, sabía cuando Catalina perdió el conocimiento esto lo hizo sonreír aún más ahora todo estaba resuelto al menos así lo veía el.

Cuando al fin despertó se encontró tendida en el suelo de su habitación, como reflejo se llevo las manos a la cabeza no encontró nada sólo sentía el golpe y algo más, había algo más en ella algo había cambiado sabía que era más que un simple golpe, pero tan sólo pensarlo le pareció una tontería, de inmediato recordó aquel beso con Alexander y sonrió de nuevo llevando el color a sus mejillas.
Fue a cambiarse por algo más cómodo se hizo una coleta alta para empezar a limpiar la casa esperaba que su madre llegara ese día, empezó con la habitación de su mama, siguió con la de invitados la suya, el ático donde tenía una pequeña biblioteca improvisada, el ambiente casi siempre olía a humedad y polvo pero está vez al entrar la envolvió un olor a jazmines, un olor conocido para ella que ahorita no podía identificar, escucho voces que no eran más que recuerdos vio un jardín, que no era más que su antiguo hogar, después sólo vio fuego y gritos, sentía su corazón latir, su vista se nublaba, sintió ganas de correr para ayudar a esas personas está viviendo todo de nuevo sólo q está vez todo eran simples recuerdos. Tocaron el timbre sacándola del trance en el que se encontraba, respiro varias veces para recuperarse, salió corriendo de ahí, no podía explicar lo que le paso, jamás le había pasado algo así, al menos que ella recordará, los últimos escalones los bajó más lento tratando de explicarse, el sonido del timbre la hizo saltar llevándose una mano al pecho, abrió la puerta esperando que fuera su madre pero no era más que Emily.

-!Por Dios regresaste!-grito Catalina contenta

-Lo se- respondió igual de contenta la pelirroja

-¿A dónde fuiste?

-Me dejas pasar antes-respondió con una sonrisa

Catalina se hizo a un lado para dejar pasar a su amiga está emocionada por su regreso, antes de cerrar la puerta vio el deportivo de Alexander irse, salió de prisa para asegurarse de que fuera el pero ya se había marchado, volvió a meterse a su casa con una gran sonrisa por volver a estar con su amiga.
Emily vio algo raro en Catalina su energía no era la misma ni siquiera sus ojos que antes eran tan claros ahora estaban más oscuros, lo único que hizo fue menear la cabeza y hacer a un lado ese pensamiento, sólo por este día quería un descanso quería pasar tiempo con su amiga sin pensar en demonios entrometidos que por ellos ya tenía bastantes problemas y su amiga igual.

-¿Que haz echo?- pregunto Emily a su amiga

-Que.... nada-respondió está sonrojando se

-¿Segura?-pregunto intrigada

-si...si...lo estoy-tartamudeo nerviosa- ¿Qué haz hecho tu?

Emily empezó a reír

-Yo velaba por ti- respondió con una sonrisa

-por mi-contesto sería- ¿paso algo con mi mama?

-No Catalina todo está bien con ella- Emily le sonrió para que se tranquilizara

-Estas sola hay que hacer un maratón de películas con galletas y pizza casera-propuso Emily para cambiar el ambiente que se tornaba pesado

-Si- sonrió Catalina

Ambas corrieron a la cocina riendo, empezaron a sacar ingredientes para hacer su pizza de todo, extra queso, peperoni, jamón, tres tipos de queso más y al final piña esto siempre lo acompañaban con una extraña limonada azul y siempre empezando con la misma película "Reina joven" para ellas esto era lo mejor, que más podía pedir una chica sólo estar con su mejor amiga pasando un buen rato.

-Dios esto es muy lindo- dijo la pelirroja al terminar de ver la película

-Yo quiero un amor así- dijo Catalina suspirando

-Sigue soñando- le respondió si amiga lanzándole un cojín

Siguieron viendo varias películas más hasta que cayo la noche entonces ambas llegaron al acuerdo de que esa noche sería una pijamada.

Mientras ella pasaba un buen rato con su amiga, Alexander trataba de borrar el rastro de Catalina por que si se llegaba a encontrar con algún demonio ellos no se tentarían a acabar con ella y de paso con el, después de todo lo trataban como un ser inferior no era más que un sirviente para ellos. Camino por varias calles encontrándose con un rastro conocido era el de un sirviente, era uno parecido a el, pero no podía saber quien era el demonio responsable ya que el dueño del rastro era el de un sirviente cambiante, cada cierto tiempo tenía un nuevo dueño, intentó seguirlo pero el rastro se encontraba en muchos lugares en uno se hacía más fuerte pero rápido desaparecía, término harto y dejo de buscar llego a un callejón donde patio unos contenedores de basura, dejando a la vista a una pareja bastante cariñosa, Alexander empezó a reír por ellos.

-Vamos amigo vete-hablo el chico en un intento de tapar a su novia

-No me invitan- sonrió pícaro Alexander viendo a la chica

Está quedo embelesada por su sonrisa saliendo de detrás de su chico para poder ver mejor al apuesto Alexander, esto claro que hizo enojar al chico que se encontraba presente.

-No retírate- dijo el chico apretando la mandíbula

-Respuesta equivocada-sonrió malicioso acercándose peligrosamente al chico

Este al verlo tan cerca retrocedió dos pasos Alexander lo tomo del cuello apretándolo casi al punto de rompérselo.

-Para tu suerte sólo me divertiré con ella

-!Auxilio¡- gritó la chica al escucharlo

Alexander lanzo al chico, para así poder alcanzar a la chica, la recargo en una pared juntando su cuerpo al de ella.

-¿ibas alguna parte?- dijo muy cerca de sus labios casi rozándolos 

Ella sintió una corriente recorrer todo su cuerpo a la vez sintió tanto miedo, pero en menor cantidad lo que más la invadió fue el deseo de lanzarse a los brazos de Alexander, este se dio cuenta así que apretó más a la chica a la pared, ella soltó un pequeño suspiro llevando sus manos al cuello de Alexander y acercándose más para alcanzar sus labios, en cuanto lo hizo se olvido de todo sólo quería seguir besando al apuesto chico que tenía enfrente se sentía tan extasiada que no sintió cuando Alexander abrió desde su cuello hasta su clavícula, este dejo de besarla para concentrarse en su cuello, ella llevada por el deseo rodio la cintura de el con sus piernas dándole total acceso a su cuello abierto, empezó a sentirse muy cansada le empezó a pesar cada parte de su cuerpo, llevo la cabeza hacía tras haciendo que Alexander levantara la vista, ella cuando lo vio quedo horrorizada su cara estaba manchada de sangre tenía ganas de gritar pero no junto la fuerza necesaria, sólo estaba a punto de cerrar los ojos, Alexander le dio un último beso, la dejo caer con cuidado, limpió su rostro y después salió del callejón como si nada de eso hubiera pasado. Por estar jugando con la chica no se percato que arriba del edificio estaba el sirviente que tanto buscaba-te encontré Alex y alguien estará complacida por esto- rio antes de irse por donde vino.

Mis alas por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora