The Assistant -Prince Harry Of Wales-

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No había descansando del todo la noche anterior, si mi mente y cuentas no fallaban, tan solo pude quedarme dormida a eso de las cuatro de la mañana, quería dormir más tiempo, pero la luz que entraba a través de la cortina me lo impedía, y allí fue cuando caí en la realidad.

Harry... -me levanté enseguida mientras caminaba apurada hacia la puerta de la habitación y cuando tomé el pomo reaccioné al ver mis pies- Mierda...- susurre al alejarme y buscar mi bata de dormir, no recordaba que había optado para dormir una bata de seda algo inapropiado para conseguirme con el Duque de Sussex, así mismo recogí mi cabello en una cola y cuando me vi en el espejo para asegurarme que me veía medianamente decente me dispuse a salir.

Y allí está el sentado con una taza en mano, en uno de mis sofás en lo que era la pequeña sala de mi apartamento viendo fijamente a una persona sentada frente a él, nada más ni nada menos que mi tía, ¿Cuánto había dormido para no darme cuenta que ella había llegado? Seguramente ya tenía mareado a Harry con tanta pregunta.

Buenos días... -carraspeó un poco al sentir que aún tenía voz de recién despierta mientras me acercaba a ellos.

Cariño ya has despertado... -se levantó mi tía de su asiento y se acercó para abrazarme- que bueno que decidí venir a ver cómo habías llegado, sino el pobre de Henry hubiese estado esperando aquí solo, es de mala educación despertarse después de sus invitados señorita, y más con esta clase; ¿Cuando pretendías decirme que el te acompañaría a este viaje? -sentí sus palabras como un regalo mientras sentía un pequeño pellizco en mi brazo.

Lo siento... no fue mi intención, pero no pude conciliar el sueño sino hasta hace unas cuatro horas -baje la mirada apenada- y en cuanto a tu pregunta, fue algo de último minuto por eso no lo comenté... voy a preparar el desayuno que por lo que veo solo han tomado café.

Me apresuré a la cocina y abrí la nevera para ver que tenía a la mano y preparar en pocos minutos, saqué algunas frutas, unos huevos, así como leche, una mezcla de waffles y mermelada, comencé a arreglar todo mientras montaba un poco más de café y colocaba la tetera para hacer té.

Creo que ya va siendo hora que me vaya... -escuche a mi espalda y gire enseguida para ver a Harry en el marco de la puerta- ya tienes compañía y no quiero que se me haga tarde.

Desayuna antes de irte por favor... -siente como aquella frase salió más rápido de lo que mi mente analizo- ya es un poco tarde, ir ahorita a un sitio para comer podría colocar en peligro tu seguridad, has venido solo... y es lo mínimo que puedo hacer por ti en primera por quedarte solo con mi tía que quien sabe cuánto te mareo hablando y en segunda es lo mínimo que puedo hacer por ti después de lo de ayer -suspiré y alce la mirada y allí me di cuenta que había avanzado varios pasos hasta quedar frente a él.

No te creas tu tía me hizo una grata compañía, es muy agradable -vi una pequeña sonrisa en su rostro- en cuanto a lo otro, dejaste muy en claro tu posición y pensamientos ayer, no hay más que discutir -dio un paso atrás para retirarse hacia el comedor.

Espera no...- tome su mano e hice que entrara nuevamente a la cocina y en movimiento sentí como su pecho chocó con mío quedando aún más cerca- debo disculparme... yo... -sentí como iba a interrumpirme y apreté mi agarre mientras colocaba mi mano en su pecho- ayer me excedí, y me arrepiento, no fue la mejor manera de dar y explicar mi punto, siento mucho si mis palabras te hirieron te aseguro que no fue mi intención; dios no pude pegar un ojo en toda la noche porque me siento realmente culpable Harry, has tratado de mantener la marea baja entre nosotros y he sido yo la que ha quebrado todo. Necesito compensarte y tratar de remediar esta situación, sé que una comida y estas palabras después de la tormenta no van a solucionar de a mucho, pero déjame hacer el esfuerzo y no sentirme tan culpable.

La señorita Amelia Bennett se está arrepintiendo y pidiendo disculpas de verdad...- lo vi alzar una ceja- creí que eso no lo vería jamás -y en ese momento dibujo una sonrisa en sus labios mientras sentía como su mano libre rodeaba mi cintura- quédate tranquila... -susurró bajando su rostro a mi altura mientras acariciaba levemente mi cintura- yo también estuve analizando toda la noche y se que en parte me excedí contigo así que también debo disculparme, sino lo dije antes fue porque pensé que lo más sensato para mi salud y seguridad era dejarte tranquila, he aprendido a la mala que mientras más te insista más volátil te colocas -dejo escapar una pequeña risa, delicadamente se soltó de mi agarre para colocar su mano en mi mejilla- te lo dije cuando nos conocimos, eres difícil y directa... -se acercó a mi oído para susurrarme- y ya no digo que me guste... ahora me encanta - se separó de mí para luego guiñarme un ojo- me gustan los waffles con chocolate... por si acaso tienes para untar; y también me apetece té, me iré con tu tía, creo que puede estar sospechando algo al ver que no regreso con ella -no me dejo ni responder porque enseguida salió de la habitación.

Me estaba preguntando que era lo que acababa de suceder por un segundo sentí que me lo estaba alucinando, o el estaba jugando con mi mente, apenas salió de la cocina comencé a hiperventilar, sentía mis mejillas arder y aún no había movido un solo músculo de mi cuerpo, sentía que no podía reaccionar ante aquello, el lo sabía, sabía que había tenido aquellos gestos con el para tratar de suavizar la situación, era inteligente y me había volteado la tortilla y tomando el control, el sabía jugar, era experto y yo... yo me había quemado, aún sentía el calor de su mano en mi cintura, el se aprovechó y se dio cuenta de mi debilidad, no quedaba duda que el siempre llevaba las de ganar.