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Sentí un ruido un tanto molesto a la distancia, pero no podía dejar que aquello me distrajera de mis descanso, sentía el sol rosar mi rosto, me acomode mejor en mi silla mientras sentía la brisa del mar, este era el mejor momento de mi vida, tranquilidad y paz era lo que podía respirarse en aquel momento, una mimosa en mi mano derecha y mi libro del mes en mi izquierda era todo lo que necesitaba para ser feliz, respire profundo y al contemplar el oleaje, supe que era momento de tomar un baño, simplemente todo aquello hacia el ajuste perfecto de desconexión total, gire mi cuerpo para levantarme y lo primero que sentí fue un gran golpe en mi mejilla.

Increíble...- susurre desde el piso de mi habitación enredada entre las sabanas- fue un sueño... injusticia divina fue todo aquello – sollocé un poco mientras trataba de levantarme- pero ¿Quién será el ser que toca un sábado por la mañana? ¿No sabrá que la gente descansa? – me levante malhumorada mientras buscaba mi bata y salía de mi habitación, quien fuera el gracioso, recibiría un poco de mi veneno a las siete de la mañana, odiaba que me despertaran, eso hacía que fuera completamente infeliz en el resto del día, pero no sería la única amargada luego de que abriera la puerta.

Ya estaba dándome por vencido... - escuche un suspiro de ¿alivio?, no sé realmente cuando abrí la puerta, y podría jurar en estos momentos que seguramente seguía bien dormida en el piso de mi cuarto, porque no existía ninguna otra explicación lógica a lo que mis ojos estaban viendo en aquel momento- Muy buenos días Amelia... sé que no son horas de que me encuentre aquí frente a tu casa, y créeme que quise resolver esto ayer, pero cuando pregunte por ti me dijeron que ya te habías ido del palacio – comenzó a hablar al ver que yo no salía de aquel momento de mudismo absoluto- te estuve llamando también pero no sé si fue que no querías atender el teléfono o te encontrabas en algún lugar sin señal, pero fue realmente imposible comunicarme. Y pues al ver que nada de eso funciono, pues me tome el atrevimiento de ubicar tu dirección y acercarme hasta acá, realmente necesito hablar contigo.

Alteza...- fue lo único que pudo salir en ese momento de mis labios, simplemente seguía pensando que era un sueño y para corroborar la situación de una manera un tanto disimulada me pellizque el brazo, y lo que me sorprendió es que me había dolido, y ahora me preguntaba ¿uno sentirá esas cosas dormido?, estaba haciéndome aquella pregunta bastante existencial cuando vi como la puerta del vecino de enfrente comenzó a abrirse, y la verdad es que no quería poner más a prueba aquel sueño, porque si realmente esta era mi realidad, mi querida vecina Margaret no es la persona más agradable y comedida posible de mi circulo residencial, para no decir, que es de esas vecinas chismosas entrometidas que no deja vivir. Así que sin dejar de procesar aquella situación jale a Harry del brazo y lo hice entrar al departamento cerrando la puerta tras de mí- aclarando sus dudas, ayer desconecte mi teléfono y hasta los momentos sigue en el mismo estado, no quería interrupciones a mi fin de semana, a menos de que fuera realmente una emergencia, y para eso hay personas especificas que saben cómo comunicarse conmigo. Ahora bien... ya que ha venido... hasta mi casa... a las siete de la mañana cabe resaltar... dígame alteza ¿Qué es lo que necesita?

Quisiera agregar que traigo desayuno... no es de buena educación llegar a la casa de alguien sin algo que ofrecer... también le he traído un latte vainilla, el chef me dijo que es su favorito –dibujo una pequeña sonrisa mientras me extendía una bolsa- tómalo como parte de mi ofrenda de paz y el principio de una buena disculpa que tengo preparada.

Gracias... -tome la bolsa mientras me daba la vuelta para dirigirme hasta la cocina- el agradecimiento es por la comida... aun no acepto sus disculpas ya que no ha explicado a que se deben – aclare mientras abría la bolsa y sentía el olor de su contenido, aquello era el mini cielo para mi, podía asegurarme que había un croasant de chocolate y un par de galletas de limón con tan solo decifrar aquel olor, tome el latte, le di un pequeño sorbo y me gire para ver nuevamente a Harry.

The Assistant -Prince Harry Of Wales-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora