//Nueva sexta luna superior//

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//- Me desperté y mire a Akaza-dono con el rostro enterrado en mi pecho, me pareció muy lindo ver Akaza de esa forma tan vulnerable y sumisa, recordaba todo lo de anoche y estaba más que encantado, el haber visto al pelirosa de esa forma tan lasciva me parecía realmente provocativa, lo mejor de todo fue que no puso resistencia ante mis acciones sino que estaba desesperado por más, quién sabe si era por la lujuria o algo más, sea lo que sea lo disfrute y ahora Akaza-dono será solamente mío cueste lo que me cueste...//

Akaza:

- Me desperté, me senté en la cama y mire a mi alrededor desconcertado, no sabía donde estaba, poco a poco reconocí el lugar donde me encontraba; el templo de Douma... ¿qué hacía yo ahí? además ¿por qué tenía puesta la camisa de Douma? sea lo que sea no me iba a quedar allí, tan pronto me levanté de la cama caí a el suelo, no comprendía el porqué me había caído hasta que recordé la noche anterior, mi cara se ruborizó al recordar eso, ¿¡me acosté con Douma!? ¿qué iba hacer? ¿cómo iba salir de aquí? aquellas preguntas inundaron mi mente, tan concentrado me hallaba en mis pensamientos que no percibí la presencia de cierto demonio.

- ¡Akaza-dono que gusto ya por fin despertó!- Dijo Douma, al no haberme percatado antes de su presencia me sobresalte, el demonio de ojos arcoíris se había incorporado en el suelo sentándose a mi lado, él me miraba con una sonrisa y yo solo desviaba la mirada al suelo. ¿Cómo se siente?- Me confundió su pregunta.

- ¿A qué te refieres?- Le pregunté con confusión.

- Lo de anoche Akaza-dono o acaso ya lo olvido?- Me ruborice al rojo vivo al entender a que se refería.

- Él paso su brazo alrededor de mi cintura y comenzó a besar mi cuello, gire un poco mi cabeza  para verle el rostro y sin previo aviso Douma me besa de manera delicada que nunca había visto en él, hasta se podría decir que me besó de una manera estúpidamente romántica, él me sentó en su regazo y me regalo una cálida sonrisa que hizo que todo mi cuerpo se estremeciera, era extraño en Douma comportamientos así,  gire mi cabeza a mi derecha evitando su rostro, el deja un beso en mi mejilla y con una de sus manos gira mi cabeza e inicia un beso fogoso para después llevar su mano al interior de la camisa que llevaba puesta.

- Inicia a acariciar mi piel muy lentamente al mismo tiempo él continuaba bajando sus besos, con su mano libre comienza a subir la camisa que traía puesta hasta el punto que se veían mis pezones, comenzó succionando el izquierdo para luego mordisquear el derecho, no traía pantalones solo tenía puesta aquella camisa que ahora reposaba en el suelo, Douma baja una de sus manos a mi miembro y comienza a masturbarlo ocasionando que suelte gemidos agudos en respuesta a la acción ejercida por Douma, en ese momento era más sensible al tacto de Douma dado que él y yo follamos ayer ocasionando que mi cuerpo tuviera mayor sensibilidad al tacto. Me empecé a retorcer temiendo que Douma repitiese lo de anoche, supongo que mi contrario lo notó ya que me habló:

- Tranquilo Akaza-dono no le haré nada comparado a lo de ayer así que solo disfrute esto.- Dijo calmándome un poco.

(. . .)

- Habían pasado horas desde que desperté y estaba sentado en el regazo de Douma con mi rostro hundido en su pecho mientras este acariciaba mi cabello, traía puesta mi ropa normal ya que después de lo ocurrido esta mañana me di un baño y me vestí.

- Akaza-dono.- Dijo, levanté mi rostro ante su llamado.

- ¿Mhm?

- Me gustaría mostrarte un lugar de mi templo que supongo te gustará.- Al oírlo fruncí el ceño y volví a enterrar mi rostro en su pecho.

- Me gusta estar así contigo, no quiero... separarme.- Dije mientras me ruborizándome, escuche como Douma río levemente y plantó un beso en mi cabeza, la calidez que él me proporcionaba era sublime. 

El afecto de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora