C2- ¿Este acaso es el infierno?

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—¿Oye te puedo contar algo Colette?— murmuró un ángel.

—Claro que si Luci, sabes bien que puedes contarme todo— me acerque despacio a él dejando nuestras cabezas juntas.

—Escuche que crearán nuevas criaturas, dicen que serán llamados "humanos" ¿puedes creerlo?— Lucifer tomo mis manos y les dió un pequeño beso con sus labios suaves, levanto su mirada dejando ver sus enormes ojos que brillaban como el mismo sol y con la luz de la luna del momento su piel tan blanca como la nieve dejaba ver sus cachetes rojos como la sangre.

—¿Vas a participar en ese nuevo proyecto mi manzanita?— mire a Lucifer y desvíe la mirada para ver la luna, me recosté en el piso lleno de pasto aún con mis manos agarradas a las de Lucifer.

—Sí, yo voy a participar en esto y planeo muchas cosas para esas nuevas criaturas— lucifer se recostó sobre mi abdomen abrazándome con una de sus manos mientras la otra sujetaba la mía —Tengo tantas ideas para esos "humanos", y espero que el consejo las considere...

—Tranquilo manzanita, pronto comenzara la era para esas creaciones y tú estarás allí para verlo— toque su cabello peinandolo hacia atrás y cerré los ojos. •

Mis ojos comenzaron a abrirse con cautela, aquel cielo rojo me llamo la atención y con un fuerte movimiento me levanté.

—Detesto cuando los recuerdos con él vienen en mis sueños... Pero ¿dónde estoy? Este no es el cie- Oh, ya recordé Adam me lanzó por ese portal— mire a mis alrededores pero solo veía el cielo y edificios a lo lejos.

Con esfuerzo me puse de pie y observé mis alrededores nuevamente,  percatandome de varios edificios destruídos. Comencé a caminar sobre el techo y por un momento pensé en volar pero al mirar mi espalda recordé como Lute había quitado mis alas y me deprimí un poco, tras varios minutos de quitar algo de escombro encontré la puerta para bajar del edificio y tras varios golpes y jalones pude abrir la puerta. Un olor a putrefacción inundó mi cabeza, mi estómago no era tan fuerte para esto así que tras una fuerza de voluntad baje las escaleras dónde cuerpos en descomposición hacían casi imposible bajar.

—¿Esto es la tierra acaso? No, la tierra tiene el cielo azul y no creo que estén en guerra...acaso puede ser el...¡infierno!— estar exaltada evitaba mantenerme callada y menos concentrada pero baje con dificultad hasta el primer piso.

Abrí una última puerta la cuál para mí sorpresa ya no tenía cadáveres del otro lado, ahora estaba deteriorado el lugar, el cual parecía haber sido una perfumería. Con cuidado me asome a las ventanas dónde por los reflejos pude notar un par de cambios en mi cuerpo.
Ahora era más alta, unos colmillos afilados crecieron en mi boca al igual que una cola larga parecida a la de un gato esponjado y unas orejas largas adornaban mi cabeza con mis respectivas pupilas delgadas blancas. Deje salir un pequeño grito y me caí de nalgas al suelo notando que mi túnica blanca estaba llena de sangre y sucia por la bajada en las escaleras.

Me quedé sentada asimilando mi nuevo aspecto. Unas explosiones cercanas me hicieron reaccionar y de un brinco me levanté buscando un lugar donde esconderme, cubrí mi cabeza con mis brazos juntando mis piernas para hacerme bolita en una esquina.

Las explosiones terminaron varias horas después y finalmente salí de mi escondite, tome valor para asomarme a la calle dónde montones de restos de cuerpos y escombros adornaban el lugar. Ya todo estaba callado y completamente solo, con valor comencé a caminar por los restos de la banqueta sin idea a dónde ir, mantenía mis brazos cruzados para protegerme de cierta manera. Varios minutos después me tope con un letrero "Ciudad IMP" un nombre raro a decir verdad pensé, mientras camina por sus calles me tope con montones de diablillos color rojo con cuernos que variaban de tamaño, aquellos diablillos podían ser pequeños o muy altos algo que me recordaba a los humanos.

Mientras caminaba un portal en una de las esquinas de un edificio se abrió algo que me hizo dar un paso hacia atrás.

—Estupendo trabajo Mox, me encantó como le volaste los cesos a ese idiota— dijo un diablillo con una marca blanca en su rostro.

—Ese es mi diablillo— una voz chillona apareció de la nada, una diablillo pequeña llena de sangre salió del portal.

—Tu que vez pecadora— refunfuño el diablillo con una marca blanca —largo, ¿acaso no conoces que está es nuestra ciudad, o que? Ya solo esto faltaba ya teníamos suficiente con que ustedes estén en el infierno— balbuceo y se marchó junto a los dos diablillos pequeños.

Mi cuerpo se paralizó por un momento, al recuperarme seguí mi camino cambiando de banqueta, me pareció extraño que unos diablillos pudieran abrir un portal y que me llamarán pecadora me hizo pensar demasiado.

Al parecer la noche se estaba haciendo presente, el cielo rojo sangre ahora era de un rojo oscuro, en un momento me detuve y pregunté dónde me encontraba pero varias veces me ignoraron hasta que un diablillo señaló un cartel a lo lejos y se marchó. Me acerque al cartel que indicaba que estaba a punto de entrar a la ciudad pentagrama. Deje salir un suspiro pesado pues no tenía donde quedarme y mucho menos sabía que hacer ahora.

Finalmente llegué a la ciudad pentagrama donde por casualidad me encontré con un parque el cuál estaba solo y decidí entrar, me adentre a los árboles donde improvise una pequeña "cama" si se puede decir así, decidí quedarme en las alturas pues así tal vez evite momentos desagradables.

—Roberto ¿no tenías para pagar una habitación?— una voz femenina se escuchó debajo del árbol.

—Que más da ¡es el puto infierno aprovechemos que podemos cojer dónde sea!— una voz masculina se escucho en compañía de la femenina.

—Oh! Roberto más despacio tenemos toda la noche! Aahh!— su voz exaltada acompañada de gemidos resonaba por todo el parque.

—¡Maldición Gabriela abre más las putas piernas!— sus gritos eran acompañados de movimientos bruscos que sacudían el árbol.

—Roberto si tu esposa se entera nos va a joder a los dos ¡Ahh! ¡Joder solo dame más!— sus gritos y gemidos aumentaban en gran cantidad.

—Que se pudra esa mujer, me vale verga y hablando de verga...¡chupa bien puta!— un brusco movimiento sacudió de forma antinatural el árbol.

Me agarre como pude del árbol, aquellas dos voces me incomodaban y por la curiosidad de lo que hacian me asome ¡No debiste ver eso! Me grité a mi misma en la mente, eso era nuevo para mí pero me resultaba incómodo lo que hacian. ¿Acaso no se irán de aquí? Me pregunté varias veces mientras el árbol y los gemidos seguían aumentando.

Fin

‎‧₊˚✧[Luz de luna]✧˚₊‧ OcxHazbin hotelxLucifer [actualizado] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora