one shots, enzo vogrincic ✓

𝐕. Family

TU PROPIA FAMILIA, ESO ES LO QUE SIEMPRE QUISISTE TENER EN UN FUTURO, LO QUE SIEMPRE SOÑASTE TENER ALGÚN DÍA, pero lo que jamás imaginaste que la tendrías ya tus 29 años, jamás pensaste encontrar a un esposo tan maravilloso como lo era el tuyo.

Enzo, tu esposo desde hace ya un año, pero llevaban de novios ya casi 9 años, siempre fueron ustedes dos, uno al lado del otro, brindando un inmenso amor, como toda pareja debería hacer a lo largo de su relación.

Enzo siempre fue el mejor hombre que pudiste tener a tu lado, se conocieron cuando tú tenías 20 años y el cuándo tenía 21, desde el momento que empezaron a tener una relación amorosa jamás pensaron que llegarían hasta aquí, ustedes dos con su propia casa, sus propias hijas.

Tenías tres hijas preciosas, Ada y Uma, unas preciosas gatitas que habían adoptado hace un par de años cuan se mudaron juntos, y hace poco adoptaron a Fito, un hermoso cachorrito de 6 meses. Lo habían adoptado cuando ambos en una de sus charlas random habían hablado sobre adoptar un perro que necesitara un hogar.

Todo había empezado con una idea, pero se cumplió al día siguiente cuando él te fue a buscar del trabajo y juntos fueron a una perrera. Cuando llegaron allí lo vieron, estaba solito, mirando con curiosidad a todos lados.

Se murieron de ternura en cuanto el pequeño cachorro los miro acercarse él, se murieron de ternura cuando empezó a mover su colita con felicidad, algo característico de él fue que cuando movía su cola con felicidad, por el mismo movimiento movía la mitad de su pequeño cuerpo.

Fuiste la primera en acercarte a su jaula y agacharte para tocarlo, era muy bebe, se suponía que tenía que estar con su mamá, eso era lo que pensaste tú, pero luego te enteraste de su triste historia.

- Amor, mira que bonito que es, es lo más hermoso que he visto - sonreíste tocando su cabecita peluda - ¿quién es el perrito más hermoso? Tú, si tu

una sonrisa se dibujó en la boca de Enzo al verte tan feliz y entretenida con el pequeño perrito. Él adoraba ver como te comportabas con respecto frente a los animales, sabía cuan amante eras de ellos, así que sin dudarlo te dijo:

- ¿Quieres adoptarlo? - pregunto agachándose junto a vos para tocas al cachorro que chillaba de felicidad por el tacto cariñoso de ustedes.

- Le harían un gran favor - se escuchó la voz de una mujer atrás de ustedes y sin dudarlo rápidamente se levantaron y la miraron.

- Buenas tardes - vos y Enzo saludaron amablemente a la señora, una mujer grande de por lo menos 60 años.

- Buenas tardes - dijo ella sonriendo.

- ¿Puedo preguntar por qué está solito? ¿No debería estar con la mamá? - preguntaste un poco preocupada.

- Lamentablemente, la madre murió cuando la rescatamos a ella y sus cachorros, por lo visto era una perrita que abandonaron y tuvo sus bebes en la calle, pero lo visto la perrita contrajo una enfermedad durante el embarazo y falleció.

Tu rostro cambió, era uno de tristeza mientras aquella mujer habría la jaula del perrito y te lo entregaba.

- Nadie suele adoptarlo por la falta de su ojo derecho, sus hermanitos fueron adoptados rápidamente, pero él es el único que quedo, eran 6 cachorros - la mujer siguió explicando.

Tu mirada fue a aquel cachorro que se acurrucaba entre tus brazos, en busca de calor, calor humano, parecía ser un cachorro muy cariñoso.

- ¿Qué paso con su ojo? - preguntaste acariciando la cabeza del cachorro, pudiste sentir la gran mano de Enzo rozar la tuya, tocando al perrito entre tus brazos.

- Fue la infección por la enfermedad que contrajo su mamá, fue el único que nació así, su ojo se ve blanco por la infección, no puede ver nada por ese ojo, aún lo medicamos, más que nada para que la infección no se esparza, aunque ya no pasara, solo le queda unas cuantas tomas de su medicamento y será un perrito como cualquier otro - dijo ella sonriendo con amabilidad mientras veía al perro.

- No puedo creer que tuvieran el corazón de abandonar a su madre estando embarazada - dijo Enzo con enojo y decepción.

- Lamentablemente, es algo que pasa mucho, la gente ve que su perra está embaraza y ven que no tiene el dinero para mantener a sus cachorros y simplemente los abandonan - dijo ella con un semblante serio - Los dejaré solos para que piensen si quieren adoptarlo.

- No hace falta - hablaste rápidamente - lo vamos a adoptar

-¿Estás segura? - pregunto Enzo tomando tu mano.

- Muy segura, a Uma y Ada les vendrían bien un hermanito canino - dijiste sonriendo mientras mirabas a tu esposo.

- Está bien - rio levemente mientras dejaba un beso en tu frente.

Enzo se fue hablar con aquella mujer y después de unos días el pequeño cachorro era de ustedes, ahora era su tercer hijo, una persona más en su pequeña familia.

El día que llevaron al pequeño cachorro a su casa, lo primero que hicieron fue ir con sus dos hijas, para presentarles a su nuevo hermano.

- ¡Ada! ¡Uma! - dijiste llamado a las gatitas, que al escuchar tu voz se acercaron lentamente, pero se detuvieron al sentir un nuevo olor, al ver una nueva presencia entre tus brazos.

Te sentaste en el suelo frente a las dos gatas y dejaste al pequeño cachorro en el suelo, esperando alguna interacción entre ellos.

- Es su nuevo hermanito - dijiste acariciando el torso del cachorro.

De repente, cuando todo parecía normal, Fito todo confianza y como cualquier perro juguetón se acercó a Ada y lo único que recibió fue un manotazo de la misma.

- ¡Ada! - tomaste al cachorro alejándolo de ella, lo miraste en busca de algún rasguño, pero el cacharro solo se safo de tu agarre y continuo jugando con Ada.

- Gorda, déjalos, estás jugando nada más - dijo Enzo levantándote del suelo, te abrazo y ambos vieron como las gatas y el pequeño cachorro empezaron a jugar junto - ves?

- son tan lindos, definitivamente no me arrepiento de haber tenido esta linda familia contigo, gracias por todo Amor - dijiste abrazándolo con fuerza, el río levemente y te sujeto, te levanto del suelo y beso castamente en los labios.

- La familia se tiene que agrandar más, dime que amas nuestra familia cuando tengamos una hermosa niña en nuestros brazos - dijo caminando hacia la habitación de ambos.

- ¡Enzo! No podemos dejar al cachorro solo - dijiste riendo al sentir sus besos en tu cuello.

- Déjalo que juegue con Ada y Uma, nosotros vamos a divertirnos un rato, vamos a festejar la llegada de nuestro nuevo hijo.