𝑷𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔 𝑰𝒏𝒇𝒆𝒓𝒏𝒂𝒍𝒆𝒔 - ᕼᗩᘔᗷIᑎ ᕼOTEᒪ 𖤐

1 - Primeras Impresiones

Bien dicen que las primeras impresiones son las más "fuertes", las más importantes, claro, como si pudieras conocer todo de una persona al solo conocerla un día.. o al menos, eso dirán los que piensen poco estas palabras mundialmente practicadas. La Primera impresión es un pequeño vistazo, una lectura de la sinopsis de la persona que acabas de conocer, muchas veces la curiosidad, o lo entretenido que llegamos a ver de alguien la primera vez, nos hace querer volver, querer establecer contacto nuevamente.

Pero hoy dos demonios tuvieron una mala experiencia con dichas "sinopsis".

Una luz se hizo presente en ese oscuro cuarto lleno de patitos y cuadros familiares, los mares de amarillo reflejaron dicha luz, hasta que la misma se opacó, y tomó la forma de un ser, dicho que se quitó el sombrero, y dejó a un lado su bastón el cual poseía su característica manzana en el extremo superior. Con un suspirar pesado, el angel caído sacó una silla de una de las mesas, y tomó asiento masajeando entre sus cejas.

Lucifer Morningstar, Rey del
infierno, Pecado del orgullo.

Un quejido salio de los labios del Rey, del cual sus dedos pasarían de sus cejas a sus ojos, estirando suavemente con molestia los parpados inferiores de sus ojos. - Vaya.. hoy fue un día diferente.. se podría decir. - Dijo con algo de pesadez, mientras su mirada paseaba suavemente por las paredes del lugar, hasta aterrizar en uno de los cuadros de su adorada hija.

Una calida sonrisa reemplazó su cara cansada, de la cual su dueño se levantó de su asiento, para apreciar bien el cuadro. Lucifer recordó el momento que compartió con su hija, antes de haberse ido de su encantador Hotel.. Ah, el Hotel. Un recuerdo de los últimos segundos de su visita resonaron, mientras el ángel caído recordaba la promesa que le hizo a su hija, se lamentaba profundamente no poder acompañar a su princesa a aquel lugar que tanto lo juzgó y lo humilló.. sabia que lo mismo podía pasar con Charlie..

- Debo apoyarla.. - Se recordó el rubio, finalmente saliendo de sus pensamientos. - Le prometí esto.. merece una oportunidad. - Se recordó Lucifer, llenando su pecho de orgullo, pero por una vez no era un orgullo propio, estaba orgulloso de su hija, que a diferencia de el no permitió que su entorno le quitara la esperanza en la raza humana.. después de todo, son unos seres tan curiosos..

Finalmente tenia una decisión importante en manos, y el Rey de el infierno decidió aceptarla: Tenia que recomponer su vida, y recuperar a su hija.

Recuperar..? Ah, claro, debe evitar más que nada que ese Venado anticuado la aparte de el.. como se llamaba?, La expresión de molestia de parte del rubio era más fuerte a cada segundo que le costaba recordar, después de todo era un ser que realmente no le importaba, al menos no hasta que se metió con su relación con su hija.. Ah, si, Alastor era su nombre. Juraba ya haber escuchado ese nombre.. pero ya era uno tan viejo, tanto como su matrimonio fallido a pesar de los siglos que estuvo junto a Lilith.. - ..Ella estaría orgullosa de lo soñadora que es nuestra niña.. Bueno, ya no es una niña. Ya es toda una mujer, haha.. - Dijo, ya melancólico recordando los años con su pequeña cuando solo era una niña..

A los años que ella habia nacido, ya empezaban las grietas entre Lilith y Lucifer, pero simplemente el recuerdo le daba una migraña latente al rubio, "Necesito descansar.." Pensó, caminando fuera del estudio lleno de patitos en busca de su habitación, pero antes de cruzar la puerta, el rubio dirigió una última mirada a las montañas de patitos, y con un suspiro pesado, su determinación se avivó; Un destello brillante salio de ambas manos, cada destello como una pequeña estrella fugaz, pasaron por los lados, muros y piso del estudio, limpiando todo a su paso, y una vez ambas luces chocaron con el final de la habitación, se disiparon. Los patitos ahora residían en cajas, cada una etiquetada con cuantos patos contenía, y organizadas en una esquina de la habitación, dejando mesas, sillas, cuadros limpios del caos amarillo de plástico. Lucifer sonrió al ver esto.