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• El primer día •

Kim Dahyun, sobresalía por su gran talento en química, física y cálculo, sin embargo, ciertos comportamientos en ella llevaron a su instituto y padres a transferirla a un instituto que podría "mejorar" su conducta.

—¿Este es el aburrido lugar en el que estudiaré? —Preguntó incrédula la joven, juzgando el lugar apenas su padre paró el auto.

—Así es, Dahyun. Y más te vale mejorar tu conducta este año, créeme, que si me entero de algún problema te mandaré a estudiar en el extranjero y dejarás tus clases de música y danza. –Amenazó su padre, respondiendo a su pregunta.

Todos sabían lo apasionada que era la joven en cosas que SÍ le gustaban, como las antes mencionadas. Puede parecer tonto, pero a ella realmente no le interesaban los cálculos, química o física, simplemente era muy buena por las clases que le hacían tomar siempre.

—¡Ugh! Está bien. —Aceptó, sin mucho más que decir bajó del auto.

—Yo vendré a recogerte y en eso hablaré con la directora para saber tu comportamiento en el primer día. Nos vemos.

La joven observó más de cerca el lugar antes de entrar, no parecía tan desagradable, pero muy anticuado para su gusto.

El color gris de las paredes, los casilleros amarillos y el piso blanco no daban mala imagen, pero tampoco lo hacía agradable.

—Oh, tú debes ser nueva. –La castaña miró detenidamente a la causante de su pequeño susto, la gente no solía hablarle porque sí.

—Um... De hecho, sí. –Respondió. —Me llamó Dahyun. —Dijo, con la intención de seguir su camino, sin embargo, aquella chica la detuvo con más plática.

—¡Lindo nombre! Yo me llamo Chaeyoung. Soy del último año. —Dijo con una amigable sonrisa.

—¡Vaya! Somos de la misma clase, tal vez debamos ser amigas después de todo. —Le siguió Kim, aceptando su amistad nueva.

Ambas empezaron a pasear por el instituto, Chaeyoung se lo enseñaba mientras le presentaba a más personas.

—Yo estudio aquí desde hace dos años, así que conozco a la mayoría aquí, no soy de mucha charla pero me gusta conocer gente.

—¿En serio? Que curioso. —Burló la castaña.

Ambas rieron un momento, hasta observar a una pareja que parecía estar haciendo algo indebido ya que una mujer los regañaba.

—¿Quién es ella? —Preguntó Dahyun con curiosidad.

—Aaah... Es la directora Momo Hirai, ¿se ve joven, no? –La contraria asintió. —De hecho, lo es. Tiene treinta y dos años, aunque parece de menos. Dicen que sólo es directora debido a que su padre fue el que la fundó y además es el alcalde. Pero, por cierto, deberías evitar meterte en problemas, ella es muy regañadientes. -Advirtió su amiga bajita.

—Entiendo. —Dijo sarcásticamente la nueva, mientras sonreía de lado.

[●🌟●]

Al parecer para Kim Dahyun era más difícil de lo que parecía tener buena conducta, ya que no llevaba más de dos horas en el establecimiento y ya se había metido en una pelea.

—¡Te dije que te disculparas! —Reclamaba la rubia alta, la cual escuchó de nombre Roseanne.

—¿Por qué debería? Tú te metiste en mi camino. —Respondió sin culpa alguna, Kim.

La joven Roseanne había derramado todo su almuerzo, la ignorancia de la nueva le sorprendía.

—¿¡Qué miras!? —Gritó Kim a la afectada.

Y como era de predecir, ambas terminaron en la oficina de la directora.

Dahyun miraba atentamente las facciones de la mayor de treinta, vaya, no parecía de su edad realmente. Era... ¿atractiva?

—Está bien, señorita Park Roseanne puede retirarse. —Dijo a la rubia de al lado, la cual agradeció.

Kim se confundió, creía que no merecía estar ahí.

—Según lo que me contaron, fuiste la que inició el problema, ¿no? —La joven estudiante permaneció en silencio. —Esta vez, lo dejaré pasar porque eres nueva...—La castaña sonrió ante lo dicho por su directora.

—Gracias, direct...

—Aunque no sé si debería, después de todo, recuerdo que tus padres me dijeron que cualquier pequeño problema que ocurra contigo se les informe. Tú debes estar consciente de eso, ¿no? —Cuestionó la mayor, sonriendo sin mostrar algo de amabilidad.

—Uh... Directora, le pido que no lo haga. —Tragó saliva. —Sé que estuve mal, puede ponerme cualquier castigo, créame, puedo limpiar todo el instituto si quiere, pero no los llame.

La directora sonrió aún más, como si tuviera muchas ideas buenas en la cabeza, orgullosa de sí misma.

—¿Cualquier cosa, he? —La joven asintió. Momo lo pensó un poco. —Vuelve a tus clases, mañana hablaremos de esto, de momento no les diré nada a tus padres.

Kim agradeció como nunca y salió de la oficina, le contó lo sucedido a su amiga y siguió su día con normalidad. Pronto, llegó la hora de irse.

Dahyun se encontraba parada en la salida, no quedaban casi estudiantes. Pronto se percató de la presencia de alguien con ella.

—¿Esperando a que la recojan, señorita Kim? –Preguntó con una sonrisa la directora.

La mencionada tragó saliva, tal vez lo que dijo antes no era en serio y si le diría a sus padres.

—Am... Sí.. —Respondió nerviosa.

—Olvidé mirar tú registro completo, ¿qué edad tienes?

A la joven le extrañó la pregunta, sin embargo, la respondió.

—Tengo diecisiete, directora... –La mayor se mantuvo seria un rato.

Pronto, llegó el padre de la estudiante, lo cual la puso nerviosa debido a la presencia de la directora.

—¡Buenas tardes, directora Hirai! -Saludó amablemente el señor. —¿Podría decirme lo que le encargué? -Miró a su hija en advertencia.

La directora sonrió nuevamente.

—Ay señor, su bella hija se portó bien, bueno, regular diría yo. —Miró a la joven. —Tal vez mañana se porte mucho mejor.

—Me alegra escucharlo, con su permiso, ya nos vamos.

"¿Eso fue todo?"

Dahyun se sintió contenta, al parecer si podría arreglar las cosas con su directora. No era tan mala como Chaeyoung le había dicho.

Do you love me? | Dahmo [Twice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora