Jenna Hart estaba en su pequeño apartamento, repasando las fotos de su última sesión. Desde que llegó a Los Ángeles para perseguir su sueño de convertirse en modelo, había aprendido a ser independiente y mantener sus emociones bajo control. No tenía tiempo para distracciones o conexiones superficiales. La vibración de su teléfono sobre la mesa de la cocina la sacó de sus pensamientos. Miró la pantalla y vio un número desconocido. Con el ceño fruncido, respondió la llamada.
"¿Hola?" dijo, con un tono más indiferente de lo que pretendía.
"Hola, Jenna. Soy Shawn, nos conocimos en la discoteca hace un par de días. ¿Te acuerdas?" La voz al otro lado era cálida y segura.
Jenna se quedó en silencio por un momento, recordando al chico amable con el que había charlado. "Sí, claro. ¿Cómo estás?"
"Estoy bien, gracias. Te había dicho que te llamaría para invitarte a un café. ¿Te gustaría salir hoy?"
Jenna consideró la propuesta. No tenía nada urgente en su agenda y, aunque no solía aceptar invitaciones de personas que apenas conocía, algo en la voz de Shawn la hizo querer darle una oportunidad.
"De acuerdo, ¿dónde y a qué hora?"
"¿Qué te parece en una hora en la cafetería Little Owl, en el centro?"
"Perfecto. Nos vemos allí", respondió antes de colgar.
Jenna se arregló rápidamente, optando por un look casual pero elegante. Llegó al Little Owl unos minutos antes de la hora acordada. La cafetería tenía un ambiente acogedor, con luces suaves y una decoración rústica que inmediatamente la hizo sentir más relajada.
No pasó mucho tiempo antes de que Shawn entrara. Lucía tan encantador como lo recordaba, con una sonrisa fácil que parecía iluminar la habitación.
"Hola, Jenna", saludó Shawn, dándole un abrazo amistoso. "Gracias por venir."
"Gracias por invitarme", respondió ella, con una pequeña sonrisa.
Pidieron sus cafés y se sentaron en una mesa junto a la ventana. Por un momento, el silencio entre ellos fue cómodo, lleno de curiosidad y anticipación.
"Entonces, cuéntame más sobre ti", dijo Shawn, mirándola con interés.
Jenna se encogió de hombros, poco acostumbrada a hablar de sí misma. "Bueno, soy modelo, pero recién estoy empezando. No es tan glamoroso como parece desde fuera. Es mucho trabajo y competencia", explicó.
