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Al día siguiente me puse en marcha empezando a diseñar en mi tablet algún que otro diseño para las grabaciones.

También me puse a mirar fotos sobre el lugar donde ocurrió para visualizarlo mejor y hacerme una idea.

El escenario empezaba a formaser en mi mente y eso me gustaba.

Siempre había sido mi pasión las artes escenicas, y más el actuar pero debido a la negación de mis padres respecto a eso tuve que dedicarme a la escenografía, cosa que no me disgustaba pero que no era lo que tenía planeado hacer.

Al final aprendí a amarlo tanto como actuar, lo malo era que no había mucho empleo.

Juan me había dado una oportunidad y no la iba a malgastar, estaba dispuesta a dar todo de mí para que esta pelicula fuera un éxito total.

Hoy volveríamos con los actores a empezar con las lecturas de guiones y pruebas de maquillaje, y aunque yo no hacía mucha falta ahí, Alba me había pedido que fuera y trabajase en su camerino para que no estuviese sola.

Y yo, que no me conocía la ciudad y no tenía nada mejor que hacer no dude en aceptar la oferta que me propuso la muchacha.

Asique ahí estaba, sentada en el sofa del camerino de maquillaje junto con mi nueva amiga.

Estaban haciendo una ronda de una hora de lectura y después harían una pausa para empezar a hacer las pruebas de maquillaje.

Yo miraba como Alba colocaba las brochas por quinta vez.

—Alba tranquila, que estás más nerviosa que yo en los aviones, y mira que es difícil— bromee con gracia provocando una mini sonrisa en la cara de la rubia.

—Lo se, pero tengo que hacer mis mejores intentos en esto, y encima el primero en venir es Enzo— dijo ella con un suspiro cansado, abri mis ojos con sorpresa.

—Espera espera, no tengo ni idea de quién es Enzo pero,¿ enserio ya te has pillado de un actor?— pregunté aguantandome una risa a la vez que me levantaba para llegar hasta ella.

—Yo, eh, no claro que no— negó varías veces la muchacha, yo, al no creerla me heche a reir recibiendo un golpe en el brazo por su parte.

Entonces cuando me iba a seguir riendo de su enamoramiento, una mujer apareció por la puerta.

—Señorita Monje, cuando quiera puede llamar a los actores— la informó a mi amiga antes de volver a salir por la puerta.

—Corre y llama a tu amor— la dije antes de coger mi tablet de nuevo y volver a sentarme en el sofá para seguir haciendo bocetos de escenarios.

El tal Enzo entró al cabo de unos minutos y no pude evitar analizarlo. Era bastante guapo, no se podía negar, pero no era mi tipo.

Le hize varías caras y gestos de corazones a mi amiga mientras que el muchacho no nos veía haciendola poner nerviosa.

—Victoria, ve a por un café— me ordenó ella después de cansarse de mis gestos.

—Oye que no soy criada de nadie— la dije conteniendo una sonrisa. La cara que puso hizo que me lo replanteara y que con una sonrisa de disculpa hacía Enzo, saliera del camerino en busca del café.

Me di un paseo por la zona a la vez que iba a la cafetería. La primera vez que pisaba un país Americano y no iba a poder disfrutarlo como se merecía.

Solté un suspiro cuando llegué por fin al establecimiento y con paso lento entre hasta la barra para pedir el dichoso café.

Esperé un par de minutos hasta que lo tuvieron listo para luego pagar y darme la vuelta para volver al camerino de maquillaje.

Pero me vi interrumpida cuando choque con alguien haciendo que casi tirase todo el líquido al suelo.

—Dios, mira por donde vas anda— reclamé frunciendo el ceño, el café no se había caido pero si que me había quemado la mano al intentar que no se volcara.

Alce un poco mi mirada para encontrarme al chico de las miradas intensas de la cena de anoche.

—Creo que debería decir lo mismo, vos fuiste quién me choco— comentó el con una pequeña sonrisa.

Frunci aún más mi ceño y me aparte todo lo que pude de el.

—Lo que tu digas machote— comenté mientras que caminaba hacía fuera del local. Su voz interrumpió mi salida.

—Espera, también tengo que ir para un lado— comentó mientras que se acercaba a sujetar la puerta de la cafetería esperando a que saliera.

Cerré los ojos a la espera que de se fuese lejos de mi, porque, a pesar de que me llamaba mucho la atención, había algo que me decía que huyese, que me hacía ponerme borde con el.

—Soy Matías— se presentó el con tranquilidad, se hizo un silencio incómodo esperando a que contestase.

—Victoria— respondí al final soltando un pequeño suspiro.

—Un placer— comentó el.

Llegamos hasta la caravana y vi como Matías alzó una ceja.

—¿Vos tambien entras acá?— preguntó el con curiosidad. Yo solo asentí.

Me abrió la puerta y me dejo pasar a la vez que veía como Enzo se despedía de Alba y nos saludaba a nosotros para salir por la puerta que sujetaba Matías.

—Vaya, veo que has hecho un amigo— dijo la rubia con sarcasmo. La saqué la lengua con una sonrisa.

—Aquí tienes tu café pesadita— dije mientras la dejaba el café en la mesa y volvía al sofá para seguir con mi trabajo.

Necesitaba acabar eso para poder mandarselo a Bayona en cuanto antes y que viera que estaba preparada para esto.

Mientras que Alba probaba maquilla con Matías, pude notat como su mirada pocas veces se apartaba de mí,  logrando ponerme algo incomoda.
Tanto que cuando se fue acabé sintiendo un gran alivió.

Lo que no sabía era que, fuera, Matías se reprendia internamente por no poder apartar la vista de ella.

Había algo en la castaña que le llamaba, y de repente se vio queriendo descubrir todo de ella.

Pero había un problema, Malena, su novia.

El tenía novia y no era justo para ella que estuviese fijandose en aquella chica que llamaba tanto la atención con su caracter.

Asique dejo atrás cualquier pensamiento sobre aquella muchacha y se centro en la charla que mantenían Agustín y Felipe a su lado...


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Buenooo capítulo tres termiando.

En este cap se puede ver un poquito de lo que siente Matías hacia nosotras.

Espero que os guste!

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Besooos💋

VENENO~Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora