18

67 2 0
                                    

Me tome mi tiempo para observarlo.
Su pelo algo largo que caía sobre su frente de una forma descontrolada.
Sus ojos marrones que te atrapaban al mirarlos.
Sus labios carnosos.

En ese momento me di cuenta de que era el chico más guapo que había visto a pesar de que para otra persona podría ser un chico normalito.

Él, al ver que no me movía del sitio, se acerco poco a poco a mí.
Cuando quedo enfrente mío se llevo una mano detrás de su cabeza y se rasco algo nervioso causando una sonrisa de mi parte.

—Creo que tenemos que hablar, y esta vez de verdad— comenté soltando una risita haciendo mención a las repetidas veces que ya habiamos dicho se hablar.
El también se rió y me pareció el sonido más maravilloso del mundo.

—Me parece bien— dijo el a la vez que asentia y extendía una mano para guiarme a un lugar más apartado.

Acabamos sentados en unos sillones en la recepción del hotel pues en poco tiempo tendrían que subir a la montaña a grabar.

—Ayer estaba borracha pero eso no quiere decir que  hice lo que hice solo por eso— me intenté explicar algo nerviosa. No pense que esta conversación me iba a hacer sentir tan nerviosa.

—¿Entonces me besaste porque te gusto?— preguntó el con curiosidad. Pude ver que estaba ocultando el tono de emoción en su voz pero ni siquiera eso pudo evitar que se le iluminan los ojos.

Yo solamente asentí a la vez que me ponía roja como un tomate. Tenía ya veintiún años y me estaba comportando como una adolescente de quince.

—Mira Matías, a pesar de todo me he dado cuenta de que te quiero, te quiero de verdad. Porque yo nunca había sentido lo que siento cuando te veo o cuando me miras y me sonries con nadie más. Pero debes comprenderme, tu ex novia me amenaza, tengo algunos problemas en casa y varías cosas más que a veces hacen que ni siquiera pueda pegar ojo por las noches. Asique te pido que si de verdad me quieres, vayas despacio conmigo, me des mi tiempo y quizás así podamos llegar a una relación estable. Porque ahora mismo es lo que más quiero en el mundo— expliqué, hablaba deprisa pues cuando me ponía nerviosa me salía hablar rápido. A la vez que hablaba pude analizar sus expresiones. Sus ojos poseían firmeza pero a la vez dulzura. Pude ver como algo cambió en su expresión al contarle mis problemas pero como rápidamente volvió a la que mantenía antes para sonreirme y cogerme de las manos.

—Escuchá esto que te voy a decir Victoria. Llevo cinco meses esperando que me des bola, no me importa si tenemos que ir despacio, no me importa si tengo que sanar una a una tus heridas. Todo si eso supone que lo hagamos juntos. Porque es lo que yo más quiero en el mundo— me tranquilizó el mirandome con ternura. Me dio un apretoncito de manos, señal de que estaba conmigo, de que no se iría.

Entonces no pude evitarlo y un par de lágrimas se escaparon y empezaron a rodar por mis mejillas. Hacía tanto tiempo que nadie me decía una cosa así. Ni siquiera mi familia si esque se le podía llamar familia.

El arrugó las cejas en señal de preocupación y extendio sus brazos para roderame en un abrazo.

Ese abrazo me hizo sentir bien, a salvo.

Me provocó una sensaciones que no conocía y que podría decir que se acababan de volver de mis sensaciones favoritas. Ahí, en sus brazos, me sentí a salvo después de tantos años de tortura.

Y si antes no me había quedado claro,este abrazo si lo había hecho. Matías era la persona correcta, era el con quién quería pasar el resto de mis días, con el me sentía bien.

Nos separamos del abrazo después de unos minutos cuando ya me hube calmado un poco más y nos quedamos mirandonos a los ojos. Me perdí en sus ojos marrones al igual que el en los míos, como ya había pasado tantas veces.

El sonrió con ternura y puso su mano en mi mejilla húmeda por las lágrimas. Luego se acercó a mi hasta que nuestras respiraciones chocaban y su nariz rozaba por la mía.

—Creo que te amo Victoria— me confesó justo antes de juntar sus labios con los míos.

Ya nos habíamos besado antes, pero ayer yo estaba lo bastante borracha como para no acordarme de nada. Esta vez estaba consciente.

Las sensaciones de seguridad y amor que había sentido con su abrazo se intensificaron. Puedo asegurar que a pesar de ya haberme besado con más gente, este beso fue especial.

Cuando nos separamos por falta de oxígeno nos quedamos en silencio, cada uno pensando en sus cosas.
¿Le amaba? Creo que podría contestar a esto facilmente después de todo.
Si, le amaba.

—Creo que yo también te amo Mati— le confesé ahora yo a la vez que una sonrisa se escapaba por mis labios. El imito mi gesto y pude ver en sus ojos una emoción que no había visto nunca.

Entonces cuando iba a decir algo más unas voces que se aproximaban hicieron que nos separaramos rápidamente.
Como dos adolescentes cuando tenían una relación secreta y se acercaban sus padres.

Por el pasillo pasaron Pau y Agus Della bastante juntitos lo que provocó una mirada de sorpresa entre Matías y yo.

—¿Estan saliendo?— le pregunté al chico por lo bajo cuando la pareja nos miraba raro a los dos. Creo que todos sabían la tensa relación que había entre Matías y yo, aunque ahora no estaba tan tensa.

—Creo que Agus se la quiere chamuyar— me contesto el a la vez que asentia y observaba como los dos mayores desaparecían por el pasillo.

Me gire para volver a mirarle y le sonreí.

—Bueno, debo irme a trabajar que si no Jota se va a replantear el despedirme y nadie quiere eso— bromee ensanchando mi sonrisa al ver como provocaba la suya.

—Esta bien linda. Hablamos luego— me respondió el para justo después acercase y dejar un beso en mi mejilla para largarse tambien a trabajar.

Observé como se marchaba con cara de enamorada y no pude evitar pensar en varias cosas.

¿Donde me acababa de meter?
¿Saldría bien, funcionaremos como pareja?

Supongo que el tiempo me dará esas respuestas...

—————————
Bueno aquí esta el capítulo 18.
¿Les esta gustando?. Intentaré subir más esta semana pues tengo vacaciones.

No hos olvideis de votar y comentar!

Besoss💋💋

VENENO~Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora