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Zira, pueblo de la luna.

Pueblo influenciado y reconocido por sus aguas pintadas de rojo, bosque lleno de peligros en su profundidad. Las muertes de cientos de personas desde hace más de 15 años son las que han llevado a que todo sea peligroso, tantas investigaciones se han llevado, pero todos por faltas de pruebas han terminado archivadas, el alcalde junto con la policía hace pocos años tomaron medidas para que a nadie del pueblo muera. Dividieron zonas.

La zona de camping, las casas del pueblo y las otras ubicadas en el bosque, por último, el bosque, que no se le permite a nadie caminar por ahí a partir de las seis de la tarde. Por otra parte, los que vivían en el bosque tendrían que cuidarse ellos mismos, ya que ellos no querían mudarse al pueblo.

En su mayoría, las muertes han sido por sicosis, según la policía, es evidente que solo es parte de un encubrimiento para "no alarmar" a las personas. Otros solo quieren creer que se trata de una maldición o un hombre lobo, pues muchos de los asesinatos pasan en luna llena. A mí me tiene sin cuidado, puesto que yo vivo en la ciudad y, pues, el pueblo está a tres horas de aquí, pero los rumores son inevitables.
En mis vacaciones, mi madre y yo vamos a la casa que está en el bosque. Mi madre se negó a mudarse a la casa del pueblo, por el hecho de que en aquella casa pasaron cosas horribles y prefirió quedarse en el bosque.

—¿Qué debería de hacer? Su maldita traición me duele, más que eso me enfurece —tomo una piedra, lanzándola con todas mis fuerzas al lago—. ¡AAAAHHH, MALDITOS, LOS MATARÉ!

—Co-rre —escucho un godeo detrás de mí, volteo asustada— co-rre —Un señor en la orilla del lago, me acercó, todo su torso está cubierto de sangre con la mano derecha, cubre la herida que tiene en el abdomen —solo... co-rre

Sus ojos se dilatan, quiero ayudar pero...

—No debes estar fuera del campamento... —una voz profunda pronuncia detrás de mí, mi piel se eriza— tienes 10 segundos —mi corazón late acelera, siento que no puedo moverme. Volteo y veo un cuchillo con sangre— 8...

Huyo dirigiéndome hacia las profundidades del bosque, más que nadie, yo conozco este bosque. Tengo más posibilidades de salir viva de aquí.

Corrí por el bosque, mis pies golpeando el suelo, mi corazón latiendo con fuerza. La oscuridad parecía cerrarse sobre mí, y la luz de la luna apenas iluminaba mi camino. Finalmente, después de lo que parecieron horas, vi la entrada de la cueva. Me lancé hacia ella, jadeando, y me detuve un momento para escuchar.

Escucho pasos cerca a la cueva, sin hacer ruido entro más en ella y los pasos ahora se oyen cada vez más lejos. Espero unos minutos y salgo de ahí.

—Es algo patético. Al parecer no soy el único en conocer esta cueva —puedo oír su voz detrás de mí, me quedo inmóvil - que bueno que esta vez no huyas...

—Solo déjame ir, haré como si no hubiera pasado nada —siento su respiración en mi cuello

—No te muevas —me doy la vuelta— te dije que no te movieras —ahora cara a cara me toma del cuello, no puedo respirar

Hago un recorrido rápido a su rostro, con mis manos toco todo su rostro

—Déjame... 

Me tira contra la tierra, me toma por detrás, siento algo puntiagudo entrando por mi cuello

—Sé lo que pretendes, ahora quédate quieta —siento algo caliente por mis venas del cuello.

Lo pateo entre las piernas, me levanto con dificultad mientras corro, siento mi cuerpo pesado, mis piernas dejan de tener equilibrio y hacen que caiga en las hojas secas, mis ojos los empiezo a sentir pesados. Él aparece en mi campo de visión, logro ver su cara borrosa gracias a la luz de la luna. Mis manos tocan toda su cara palpo todo lo que puedo hasta que mi cuerpo no da más, lo último que veo es su aro en la oreja derecha.

Zira: Bosque CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora