Capitulo 6

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Normalmente Yibo siempre tenía algo que decir, eso hasta que cierto omega de cabello negro se había instalado en su cabeza, no quería aceptarlo pero entraba en pánico cada que lo veía, Haikuan en broma le había dicho que estaba dispuesto a cambiar de secretario solo si aceptaba aunque sea pedirle al omega que saliera con él.

Pero como siempre él había declinado la generosa propuesta de su primo, no sabía tratar a alguien, siempre había sido despiadado normalmente estaba acostumbrado a pasar solo una noche con alguien y ya era todo lo que él podría dar.

¿Qué podría ofrecerle a ese omega?, no sabía dar cariño ni muestras de afecto, el contacto físico lo odiaba, los olores le causaban repugnancia a excepción claro esta del omega.

Pero ahora que lo tenía frente a él se deba cuenta de varias cosas.

Era más hermoso de cerca.

Tenía un olor exquisito y muy similar al suyo.

Sus facciones eran claramente las mismas que el sujeto pequeño que hace unas semanas estaba dentro de su oficina.

-Zhan- dijo en un suspiro

-Yibo- Zhan abrió los ojos asustado, ¿desde cuándo se dirigía a su jefe de una manera informal?- Una disculpa señor Wang.

-No me llames señor, odio que lo hagan me parece que somos casi de la misma edad.

-Ah yo...

-Venias conmigo, ¿hay algo en lo que te pueda ayudar?.-

-Necesito hablar con usted

Yibo ignoro el hecho de que el omega le hablara de usted y simplemente se hizo a un lado y lo dejo pasar, abrió una silla para que se sentara el pelinegro y él se posiciono en su silla tras el escritorio.

-Entonces comienza- entrelazo las manos y las coloco sobre el escritorio.

Zhan solamente pensaba que Yibo lo terminaría corriendo, pero era el osito de su hijo el que estaba en juego y prefería mil veces ver sonreír a su hijo, antes de verlo triste como llevaba útilmente estando.

-Bue-no, como sabrá o se habrá dado cuenta mi hijo estuvo entrando a su oficina últimamente, no me lo había dicho y justamente el día que me entere Adriel estuvo aquí.

-¿Adriel?- así que ese era el nombre del sujeto pequeño.

-Si así se llama mi hijo, de verdad lamento la molestia que le debió de haber ocasionado, Adriel nunca había hecho algo como esto, pero ese último día tiro su osito de felpa es café prácticamente es su compañero durante el día y la noche y el ya no ha podido dormir y llora mucho, solo venía a preguntarle si lo dejo por aquí y a pedirle disculpas estoy dispuesto a firmar mi carta de renuncia si así lo quiere.- había hablado rápido con tal de que el martirio terminara pronto.

-Tranquilízate omega- se aflojo un poco la corbata, el olor de Zhan lo estaba comenzando a alterar, necesitaba calmarlo no quería asustar al omega con alguna acción precipitada- primero antes que nada, ¿Dónde está Adriel?.

-El, ya no está aquí se lo puedo asegurar, eh encontrado a alguien que ayude a cuidarlo.

-Entonces no ha venido contigo.

-No

-Bien, yo tengo el oso.

Vio como se le iluminaron los ojos al omega, seguramente por fin su pequeño hijo podría dormir después de tantos días

-De verdad agradecería mucho si pudiera entregármelo.

-Quiero pedirte algo.- las negociaciones eran lo suyo

Entre esas miradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora