Capitulo 7

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-De verdad que pena haberme quedado dormido.

Yibo se sentía un idiota, después del emotivo momento que tuvo con el sujeto pequeño se quedó dormido, eran las dos de la madrugada y cuando salió de la recamara se encontró al omega dormido en la mesa, no tenía corazón para despertarlo, pero tampoco podía permitir que durmiera de esa manera.

-No te preocupes, Adriel también se durmió muy pronto, tenía días sin poder dormir ya me estaba preocupando.

-Parece que le fue de mucha ayuda lubas ¿no?.

-Te dijo su nombre- soltó una pequeña carcajada- no deja que nadie más que él o yo lo llame de esa manera, creo que ya se ha hecho un nuevo amigo.

-Adriel es un niño bastante inteligente, se veía muy consternado cuando me vio- el semblante cambio de repente a uno de molestia, odiaba ser la persona causante del descontento del menor.

Xiao no sabía que decirle, ni siquiera el sabia la razón del por qué Adriel había reaccionado de esa manera, se sumergieron en un silencio que para nada era incomodo hasta que Yibo decidió romperlo.

-Quería invitarte a salir.- soltó de repente

-¿Querías?- un puchero apareció en su rostro y le recordó el mismo gesto que vio hace unos momentos dentro de la habitación donde descansaba cierta personita.

-N-o bue-no yo digo quiero, eso es a lo que me refería, es que quiero invitarte a salir- sostuvo la parte trasera de su nuca, pocas veces había hecho esto y le preocupaba sentirse inseguro por que él nunca lo había sido.

-Si lo haces por el accidente con Adriel, créeme que no hay nece...

-No lo hago por eso- frunció su ceño- utilizar omegas no es algo que disfrute hacer.

Zhan lo medito un poco, probablemente solo el alfa estaba haciéndolo por cortesía, ¿Quién podría fijarse en un omega que ya había sido marcado?.

Cuando fue obligado a romper el lazo con el padre de Adriel, se prometió a si mismo que no permitía que alguien más intentara marcarlo nuevamente, era seguro que cualquier alfa detestaría la horrible cicatriz que adornaba su cuello, ni siquiera él era capaz de verla en el espejo cada mañana.

-Zhan- agito la mano frente a la cara del omega- si no quieres no tengo ningún problema.

En todo el historial de vida de Yibo nunca había pasado por el rechazo, estaba acostumbrado a que con su simple presencia las personas aceptaran toda clase de propuestas sin ni siquiera preguntar el trasfondo, pero por primera vez se sentía nervioso, esos nervios se debían a nada más ni nada menos que el omega que tenía frente a él.

-Uh, disculpa me perdí en mis pensamientos.

-Si ya me di cuenta- el tono sarcástico que utilizo logro que se diera un golpe mental, él no debía de reaccionar así con la persona que probablemente cortejaría- Ah disculpa, que grosero de mi parte.

Sin embargo Zhan soltó una carcajada que cayo después con su mano, al parecer el alfa tendría que trabajar con su forma de ser, una que probablemente le haría pasar este tipo de situaciones en muchas ocasiones.

-Está bien, podemos salir solo que esta semana no.

-¿Qué tal la otra?-

-Imposible.

-¿Y la que sigue?

-Tampoco- vio como Yibo rodaba los ojos.

-Entonces podrías por favor ser tan amable de decirme en que momento podremos salir.

-Si quieres, yo te aviso- antes de que protestara hablo nuevamente- es por un bien común.

-De acuerdo.

Entre esas miradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora