Ginny volvió a proponerse dejar de lado a Harry y concentrarse en su relación. Todo lo que había sucedido entre ellos fue como un sueño de esos que, al despertar, sientes que recuerdas pero en realidad no te acuerdas de nada. Hasta que aquella conversación en Navidad zanjó todo el asunto.
Harry Potter estaba enamorado de ella, pero Ginny tenía un adorable novio esperando verla en Hogwarts.
Decidió meter todo lo que rodeaba a Harry Potter en una cajita de cristal, cerrarla con llave y arrojarla al mar de pensamientos que no podía permitirse volver a pensar, a menos que fuera de madrugada y le costara dormir.
Hacer a Harry a un lado y concentrarse en Dean le era particularmente difícil, puesto que cada vez sentía menos ganas de leer las cartas de su novio, o de escribirle.
Pig le entregaba dos pergaminos enteros de Dean contándole de su maravilloso día, que hubiera sido mejor si ella tuviera un poco de responsabilidad afectiva como para querer conocer a la familia de su novio.
Y Harry parecía querer dificultarle las cosas. No era casualidad que siempre que ella quisiera agarrar el pote de mantequilla, a él se le ocurriera la misma idea y terminaran rozando sus manos. Tampoco era casualidad que en cada maldito juego que organizaban, Harry estaba en su equipo, o se sentaba a su lado. Ginny de verdad intentaba poner límites, pero su mente quedaba en blanco cuando Harry pegaba su cuerpo al de ella, supuestamente porque no había tanto espacio.
Al volver a Hogwarts, y luego de muchas lágrimas derramadas por parte de su madre, Ginny se encontró con Dean. El parecía sumido en una conversación muy interesante con Seamus. Ni siquiera notó su presencia. Ginny carraspeó.
-Disculpen, aquí hay una novia que requiere de atención-Bromeó. Dean la abrazó y le besó la mejilla.
-¿Que tal tu navidad?-Preguntó él. Ginny hizo una mueca.
-Gozamos con la presencia del Ministro de Magia y mi queridísimo hermano Percy-ella susurró-¿Sabes? No esperaba que Percy fuer...
-Espera, ¿el Ministro de Magia fue a tu casa?-Dean preguntó, sorprendido.
-Si, pero...-Ginny intentó continuar.
-Wow, ¿y qué quería?
-No lo sé, habló únicamente con Harry-Ginny dijo.
Dean rodó los ojos. Ginny se enojó. Desde el 25, se contuvo de hablar de su hermano, ya que en su casa era un tema algo sensible todavía. Con Dean sintió la seguridad suficiente para poder desahogarse, pero este no parecía muy interesado.
-Qué raro, Harry Potter siempre está...-Dean comenzó.
-¿Sabes qué, cariño?-Ginny le dió un golpecito en el hombro-. Me voy a buscar a las chicas, sigue despotricando contra Harry con Seamus, ¿quieres?
Ginny se volteó y se fue en busca de Demelza. Pudo escuchar a Dean diciendo "siempre es lo mismo con ella..." antes de doblar en la esquina.
.
-¿Y cómo te sientes?-Demelza inquirió.
-¿Sinceramente?-Ginny suspiró-. Estaba al tanto de que Percy se había vuelto algo distante a mi familia. Pero, ¿esto? No lo había esperado. Jamás. Nos miró como... Como si fuéramos mierda es su zapato. Y las pocas cosas que dijo, no habló como si fuéramos idiotas. Como si supiera más. Y no quieres saber la manera en la que insultó a papá... Asqueroso, realmente asqueroso.
Demelza le acarició la mano.
-No tienes que preocuparte por él-dijo-. Algún día se dará cuenta del gran error que cometió, y se arrepentirá muchísimo.
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Nos Encontramos de Nuevo [HarryxGinny]
Novela JuvenilGinny Weasley decide volver a Londres para estar con su familia en esos momentos tan complicados, y quizás cursar sus últimos dos años de estudios allí en Hogwarts. Pero no cuenta con que Harry Potter está ahí también, listo para enamorarla nuevame...