Nos Encontramos de Nuevo [HarryxGinny]

11| Compañeros de Camillas

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—¡Ginny!—Hermione le golpeó el hombro—¡Ginny, despierta!

—¿Uh?—Murmuró la pelirroja, desconcertada.

—¡Tenemos que ir a la enfermería!¡Algo ocurrió con Ron!—Hermione lloriqueó.

Fue como si todos los sentidos de Ginny se pusieron en marcha. Se levantó rápidamente de la cama, estaba decidida a salir corriendo. Se mareó debido al apuro, y Hermione la ayudó a sentarse, mientras le ofrecía un abrigo.

—¿Qué..?—Ginny inquirió.

—No lo sé, McGonagall me pidió... McGonagall me pidió que te despertara—la chica continuaba llorando—¡Vamos!

La profesora las esperaba fuera de la sala común. Las condujo hasta la enfermería, Ginny tenía el corazón acelerado. Si algo le había pasado a su hermano...

Estuvo todo el día intentando convencer a los elfos domésticos de que le prestara la cocina, así podría hornearle un pastel de zanahoria. El pastel quedó guardado bajo llave, al día siguiente (sabado, libre para todos) podrían cortarlo juntos. Su nariz comenzó a arder, sus ojos escocían.

—Madame Pomfrey—La curandera estaba esperandolas, retorciendo su túnica.

—Por aquí, profesora—Murmuró. Las guió hasta la camilla de Ron. Su hermano estaba tendido, pálido, sus labios secos, sus pecas amarronadas resaltaban más de lo usual, ahora que no tenía ese habitual color rojizo en las mejillas.

Hermione se tapó la boca con la mano, soltó un gritito.

Un desconcertado profesor Slughorn estaba parado frente a Ron, murmurando tonterías. Harry también estaba ahí, sentando, una pierna moviendose compulsivamente y con la mirada perdida en su amigo.

—Harry—Ginny susurró—¿Qué ocurrió?

—No... no lo sé—Respondió este, con un hilo de voz.

—No lo entiendo—El profesor Slughorn dijo—. No lo comprendo… ¿cómo pudo haber pasado?

—El señor Weasley ingirió veneno—explicó madame Pomfrey—. No pude descifrar cual, así que por ahora no puedo darle ningún antídoto... Pero el señor Potter actuó rápidamente utilizando un bezoar... Si no fuera por eso, no habría mada por hacer.

—¿Cómo?—Hermione suspiró.

—Eso nos preguntamos todos—La profesora McGonagall miró fijamente a Slughorn.

El profesor notó su mirada y bajó la cabeza.

—Era... Imposible. No tiene sentido—Murmuró.

—¿Que ocurrió, profesor Slughorn?—Madame Pomfrey inquirió.

—Les dí a los chicos de tomar... Harry me dijo que estaba hechizado por los chocolates. Yo, bueno soy profesor de pociones, le dí un antídoto... Y el hidromiel. Fue el hidromiel. Yo no sabía, profesora—Explicó Slughorn.

—Hidromiel envenenado—McGonagall dijo—¿Que hacía con esa botella, Horace?

—Iba... Iba a regalárse al profesor Dumbledore—explicó el anciano—. Un obsequio.

Ginny frunció el ceño. Fue como si todas las personas en la sala de repente se congelaran, todo se congelara. Otra vez a Dumbledore. Un collar hechizado, hidromiel envenenada. Alguien intentaba matar al director.

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—No fue el mejor cumpleaños de Ron, supongo—Fred suspiró, dejando su regalo en la mesa de luz junto a la camilla.