Después de todo, no puedes confiar nuevamente en aquel que te traicionó inicialmente. Forjamos un pacto con la misma persona poderosa, lo que nos hacía casi iguales.
Al final, resulta ser simplemente un idiota manipulador y egoísta, centrado en sí...
En la mañana siguiente, me desperté algo agotada, yacía boca arriba contemplando el techo de mi habitación, sumida en pensamientos, entre ellos la razón por la cual mi padre se fue. Al mirar hacia un costado, me encontré con una pequeña foto medio quemada: un hombre rubio, alto, con ojos verdes, junto a una niña de pelo marrón.
Revisé la hora y, al ver que aún era temprano para las clases, me incorporé para tomar una ducha. Sin embargo, escuché gritos provenientes de la planta de abajo. Me acerqué a la puerta, que estaba entreabierta, aunque la recordaba cerrada. Al asomarme, presencié una disputa entre mi madre y uno de sus novios. En cuanto él se fue, bajé rápidamente para acercarme a ella.
— Mami.. estás bie--De repente, recibí una cachetada en la mejilla, sorprendida por lo repentino. Al mirar, noté que era mi madre, visiblemente enfadada.-
— ¡Todo es tu culpa! ¡No puedo traer a nadie porque a todos les da asco tenerte cerca! ¡Y nadie me quiere por haber estado embarazada! ¡Maldita! ¡No te hagas la buena! — Estaba a punto de golpearme nuevamente, pero lo esquivé y la miré antes de correr a mi cuarto, con lágrimas en mis ojos. —
Al entrar, cerré con llave y pude escuchar sus golpes en la puerta. Miré la puerta asustada, apreté mis ojos y luego fui rápidamente hacia mi armario, donde tomé un vestido marrón y me cambié velozmente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Mierda, mierda, mierda, ¿qué me pasa? Debería prepararme para la escuela. — Las lágrimas continuaban fluyendo y miré hacia la puerta, ya que los golpes habían cesado, pero me daba miedo salir. Observé la ventana y me recogí el pelo antes de abrirla, notando una pequeña soga que solía usar cuando era niña para jugar.
Sin pensarlo mucho me baje con esta cuerda antes de escuchar un gran golpe que parecía que habían abierto mi puerta y un grito se escuchó de esta.
— ¡¡ ____ Darkwood !! — escuche mi nombre proveniente de la voz de mi madre —
Salí corriendo en dirección a la escuela, pero no quería entrar. En lugar de eso, me dirigí hacia los árboles de ayer. Al acercarme y no encontrar nada, suspiré. Lo único que noté en el suelo era un pequeño collar de perlas. Quise tomarlo, pero al final decidí dejarlo donde estaba.
Caminaba por lo que parecía un bosque, iluminado por la luz del día, sin preocuparme por posibles peligros. Suspiré al percibir el aroma del pasto mojado y escuchar el canto de los pájaros; si no fuera tan realista, diría que me sentía como una princesa de Disney.
Al avanzar más en el bosque, noté una pequeña cabaña. La miré desde lejos, pero decidí no acercarme. Retrocedí unos pasos cuando sentí unas manos en mi cintura. Grité rápidamente y al voltear, vi a... ¿Alastor? ¿No era hora de clases?
