Parte 2

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Llegó el sábado, en el cual -como la mayoría de los días- desayunó y llevó a Natsu con el vecino, pero esta vez le iba a pedir un favor diferente.

—Señor, disculpe que le pida esto, pero ¿Podría tener a Natsu por tres días? volveré el lunes en la noche por ella— dijo todo mientras estaba inclinado ante el señor.

—Claro, no hay problema— aceptó alegremente. Hinata agracedió, pero antes de irse debía despedirse de su hermana —Portate bien ¿Okey Natsu?— ella asintió sonriente, le dio un beso en la frente y le acarició la cabeza a la niña.

Se fue, nuevamente a su escuela, para ir en autobus a una pequeña ciudad que estaba a unos kilometros, la verdad no estaba tan lejos.

. . .

El segundo día allí, era ya su último partido en ese lugar, aun seguian con la misma emoción y entuciasmo con el que habian empezado.

Luego de haber ganado comenzaron a salir del lugar, al igual que el público ya que su partido era el último del lugar.

Al estar saliendo, algunos familiares o compañeros anteroires se empezaron a juntar y el equipo se separó un poco. Hinata estaba hablando con otro jugador al que se habían enfrentado y ganado, hasta que llegó un hombre, que era atractivo y no muy viejo, tal vez en sus treinta.

—¿Hinata, verdad?— preguntó de entrada, comenzando una plática por encima de la otra en la que estaba Shoyo; el amigo con el que estaba hablando le dijo que hablarían al rato, al ver que era un adulto y además no quería interrumpir. 

Shoyo se disculpó con el otro chico, dando a entender que hablarían después. El chico se fue, sin ningun remordimiento.

—Si, soy yo, ¿Se le ofrece algo?— preguntó educadamente.

—Si, te vi en tu partido y por lo que pude ver estás en un buen estado físico, me fascinó tu partido, eres sin duda quien resalta más. A lo que voy es que te quiero ofrecer un trabajo— terminó ahí, no dijo específicamente qué trabajo, pero ya tenía la atención de Shoyo, ya que necesitaba ese trabajo, sólo que primero debía asegurarse que la paga era buena.

—¿De qué trata?— preguntó, para no parecer desesperado de dinero.

—Si quieres saber más, mejor si nos reunimos en otro lado, toma mi número— le dio una trajeta pequeña de presentación, aunque seguía sin decir sobre qué —Hablame y quedamos en un lugar, el que tu desees. Hasta luego Hinata— dijo para luego irse.

Los chicos de su equipo después le preguntaron que qué quería el sujeto, pues su aspecto llamaba bastante la atención, pues se veía bastante formal. Hinata sólo les dijo que era un amigo de su mamá. No quería que sepan sobre su situación económica y familiar. 

El camino de vuelta fue muy tranquilo, era muy de noche y el cansancio por los paridos lo mató. Cayó rendido en los asientos de atrás, al igual que todos los del equipo.

Al llegar al instituto, bajó del autobus dormitando, pero se despetó mojandose la cara porque debía ir en bici hasta su casa, era domingo, podria haber recogido a Natsu ese día, pero estaba demasiado agotado y era demasiado tarde, por lo cual seguramente Natsu ya estaba dormida y no quería molestarla, tampoco a la amable familia que la cuidaba. La iría a recoger al día siguiente luego de sus clases. 

Sólo que al llegar a su casa no fue directo a acostarse en su cama, sino que revisó la tarjeta que le entregó ese sujeto. No sabía si llamar, pues era tarde y posiblemente el sujeto no respondería, pero debía aprovechar que aun no estaba su hermana y que no escucharía su conversación. 

Marcó el número, dudando si contestaría, pero no quería perder tiempo, pues no le quedaba mucho. Sorprendentemente sí contestó.

—¿Hola?— se escuchó del otro lado. 

—Hola, habla Hinata Shoyo— se presentó, inseguro de cómo iniciar la conversación.

—Joven Hinata, ¿Quieres el trabajo verdad?— directo al punto.

—Q-Quiero ver si nos podemos reunir algún día para hablar del tema ¿Le parece bien?— preguntó, esperando quedar en alguno de esos días, lo más pronto que se pueda. 

—¿Qué tal si nos vemos mañana temprano en la cafetería que está cerca de tu instituto?— concretó. 

—Sí, sin problema— aceptó, entuciasmado. 

—Allá nos vemos. Adioos— colgaron. El sujeto tenía una personalidad... peculiar.

Hinata sabía que en la madrugada no tendría que dejar a Natsu en la casa de su vecino, así que iría más rápido, ya que tampoco pensaba desayunar. 

Se fue a acostar y pensó que sin importar qué trabajo fuera, aceptaría mientras la paga fuera lo bastante buena como para ganar el dinero suficiente y poder pagar el dinero del hospital. 

A la mañana siguiente sólo se fue con un pequeño pedazo de pan en el estómago, llegó al restaurante y entró en busca del hombre, quien ya estaba en un asiento para dos, tomando café. 

—Buenos días— saludó captando la atención del otro para que se diera cuenta de que había llegado. El sujeto lo saludó de igual forma y le invitó a sentarse frente suyo. 

—Gracias por llamarme. Empecemos de una vez con todo esto, ya que seguramente tienes clases. Básicamente el trabajo se basa en seciones y cada una tiene una paga muy buena sólo fíjate en el contrato— dijo, mostrandole un papeleo que había encima de la mesa —Está en la segunda página, párrafo tres—. 

Hinata leyó el número y se quedó sorprendido, con esa cantidad podría reunir lo básico para la operación y podrian aceptar hacerla antes de pagar todo completo. Pero no podía simplemente aceptar sin saber antes qué era. Miró al sujeto enfrente suyo, que lo miraba, al parecer estaba satisfecho por su reacción.

—Sé que te preguntas sobre qué es el trabajo, lee la primera página en el último párrafo— Tomó un sorbo de su café. 

Fue leyendo y encontró de qué se trataba... "Pornografía infantil" aparecía en negrilla. Eso le vino de golpe, ya estaba viendo las desventajas, tristemente ya se había ilusionado con la cantidad de yenes. 
De repente le vino la cara de Natsu a la mente y recordó que se prometió hacer cualquier cosa por ellas. 

—...¿Esto no es ilegal?— debía aceptar, pero tampoco pondría en peligro su bienestar. Era el único que se podría quedar a cargo de la pequeña y de su madre.

—Yo tengo un permiso especial— dijo, sorprendiendo a Hinata. 

Lo pensó bastante y finalmente se decidió por aceptar, no tenía otra opción, sino jamás lograría salvar a su madre o hermana. 

—¿Dónde firmo?—.

Oh no, ¿que hizo? jejejeje ya verán... 
Sigan leyendooo<3
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Please Stop [Shoyo Hinata]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora