¿De verdad me tenía que poner mala en Navidad?
Estar mala es una mierda, no puedo salir, no puedo respirar — por los mocos — y me duele el cuerpo todo el día. Para acabar con el súper combo, Mike se ha ido de viaje para ver a sus abuelos a Rusia y no puede llamarme.
Todos los años, en Navidad, vamos a casa de los Flynn a celebrar, Elle solo quiere ir para ver a Lee, y yo no quiero ir, ¿para qué Lee me ignore y me tenga que poner al lado de Noah? No, gracias. Para eso me quedo en casa con una sopa calentita en la cama.
Pero no, la tradición tiene que seguir y tengo que ir.
Quedan 20 minutos para salir y yo todavía estoy con el pelo mojado viendo que vestido ponerme. Decido llamar a Elle para que me ayude, ella ya está lista desde hace media hora.
— Este azul es de verano — le digo enseñándole uno con la espalda abierta que llega por las rodillas.
— Te vas a congelar — me advierte —, ¿por qué no te pones ese negro?
Se refiere a uno negro con lunas y estrellas, es de manga larga pero es bastante fino. Creo que puedo sacar un buen oufit.
— Puedo intentar algo — le digo.
— Vale — se levanta de la cama y se dirige a la puerta —, y date prisa, que salimos en nada.
Asiento con la cabeza, cansada. Saco una camiseta blanca de manga larga y me la pongo debajo del vestido, añado también unas medias negras tranparentes y me pongo las Converse que me regaló la señora Flynn el año pasado.
Me seco el pelo rápidamente con el secador y cuando miro el reloj, veo que me da tiempo a ondularme el pelo, pero me doy un poco más de prisa porque sino papá empezará a gritarme que me dé prisa.
— ¡T/N, date prisa! — me grita papá desde abajo — ¡Ya estamos todos listos menos tú!
— ¡VOOOY! — bajo corriendo las escaleras con el colorete en la mano y con varias bolsas en la otra.
Podré estar mala, pero no pareceré una muerta en Navidad.
Con un pie en la tumba pero guapa, di que sí.
Me subo al coche sonándome la nariz con un pañuelo y recibo una mirada asustada de parte de Brad.
— ¿Qué eres? ¿Una fábrica de mocos? — me dice entre risas.
— A ver si te voy a estornudar a tí en la cara y vas a ponerte tú igual, listillo.
Y se calla.
El trayecto se me hace más corto de lo normal, me tiemblan las piernas, y ya te digo yo que no es por el frío.
Verlo por el instituto es fácil porque solamente tenemos que quitar la mirada e ignorarnos, pero en Navidad es distinto, no vamos a poder ignorarnos porque sería incómodo para todos, pero tampoco podemos hablar como si nada hubiera pasado porque sería incómodo para nosotros.
Qué asco es tener ex, de verdad.
Mi padre toca el timbre, no sé si me esperaba que fuera la señora Flynn la que abriera la puerta, pero en su lugar está su hijo... el menor.
Mierda.
Su mirada se encuentra con la mía pero la aparta rápidamente para saludar a mi padre y a mi hermano con un abrazo, a Elle le da una colleja y esta pasa dándose manotazos con él. Y conmigo, se limita a sonreírme de una forma que no logro descifrar.