capítulo uno

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8/9/1977

Narrador omnisciente.

Ocho de septiembre de 1977, hoy es el primer día de escuela para muchas personas. Otro año más, nada nuevo, pero para otras personas un nuevo comienzo.

Mike Wheeler de seis años de edad se encontraba durmiendo plácidamente en su cama, le había costado mucho dormirse la noche anterior porque era su primer día de clases a la mañana siguiente, nunca antes había asistido y estaba muy emocionado por eso. Pero aún así, como a cualquier persona, le daba pereza levantarse. Lamentablemente el despertador de Ted Wheeler ha sonado, lo que significa que tendrá que levantarse, cosa que no sonará tan mal cuando recuerde porqué.

[...]

Ted con brusquedad apagó la molesta alarma de un golpe. Frotó sus ojos y los abrió, encontrándose con el techo de su habitación. Se giró y vió a su mujer durmiendo a su lado, pero no hizo ningún gesto de felicidad al respecto.-Karen, despierta al estúpido niño.-Exclamó fuertemente.

Karen, su esposa, despertó por el grito y se giró a ver a Ted. Aún adormilada respondió.-Dios, despiertalo tú.-

Ted rió irónicamente.-De un golpe en la cara lo despertaré.-Respondió mientras se vestía con una camisa de cuadros.

Karen se ofendió a su respuesta.-No tienes que pegarle, Ted. ¿Qué te cuesta despertarlo de buena manera? Él está muy emocionado por ir y tú también debes de ir a trabajar, yo no. Despertaré a Nancy después porque entra más tarde que Mike.-

-Dios, nunca puedes hacer una idiotez sin esfuerzo. Bendito sea él que no tenga que despertar a ese niño.-Antes de que Karen pudiera responder, Ted se dirigió hacía la habitación de Mike. Dió un portazo pero no fue lo suficientemente fuerte para despertar al pequeño.-¡Levántate!-Gritó mientras lo sacudía bruscamente.

El niño se despertó y vió a Ted con rareza.-Le dije a mi mamá que me despertara ella, no tú.-Dijo con su voz dulce e inocente.

-Pues no es así, vete acostumbrando porque se repetirá.-

El niño ladeo la cabeza y dió un leve suspiro.-¿Hiciste mi desayuno?...-Preguntó mientras lo miraba.

-¿Crees que soy tu cocinero, pedazo de idiota? Vístete para la escuela si no quieres que te mate a golpes, niño estúpido.-Mientras decía esta frase, agarró a el pequeño por su camisa de pijama, casi tirandolo al suelo. Por suerte cayó de pie.

Mike tropezó y cayó al suelo superficialmente.-Papá,... me lastimaste...-Tartamudeo con lagrimas que no salían de sus ojos gracias al miedo que le tenía a su padre.

-Un maricón tenías que ser.-Respondió sin empatía alguna hacía su hijo, yéndose de la habitación.

En los pensamientos infantiles de Mike corrían las preguntas; "¿qué es eso?" "¿por qué siempre me llama de esa manera?" "¿es algo malo serlo?" "¿lo soy...?"

Los comentarios negativos de Ted hacía Mike lo dejaban pensando por un tiempo, pero no mucho rato después lo olvidaba.

El pequeño tomó con esfuerzo un peluche que tenía colocado en una mesita de noche cerca de su armario y se dirigió hacía la habitación de su hermana.

Abrió la puerta silenciosamente y se acercó a la cama, agarró con fuerza el peluche y se lo tiró suavemente en la cara a la niña.

Su hermana se despertó de golpe y se enojó por la razón.-¿Qué te pasa, Mike? ¡Mamá, Mike me está molestando!-Gritó intentando amenazar a Mike para que la dejara en paz.

El pequeño sonrió de lado, le pareció graciosa su reacción.-Eres una dormilona, iré al cole, seré muy inteligente y haré muchos amigos, seguro más que tú.-Dijo emocionado con un tono egocéntrico.

Should i have known you? // Byler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora