07: Los años que estuve esperando por ti valieron la pena.

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Era el día que más he estado esperando, por el que no he conciliado mi sueño a causa de los nervios que siento. 

Era el cumpleaños de Máximo. 

Desde temprano estuve arreglando lo que le daría en la noche y aunque es un poco embarazoso me pareció el regalo perfecto para él, se que significa mucho para mí ya que lo creé en mi clases de artes. 
Y si, me refiero al retrato que hice de él, solo que lo mejoré un poco y le puse resina encima para que nunca se eche a perder. 

Estaba en mi escritorio delante de mi ventana viendo a la ciudad jugando con mi lápiz de tinta mientras pienso que más añadirle al regalo. 

¡Una carta! 

Cojo una hoja de brillantina que tenía entre mis carpetas de la universidad y un lápiz bonito de color rosado, y comienzo a escribirle lo importante que es para mí y lo mucho que lo amo. 

Querido Modelito. 

Espero que después de ver mi obsequio aún me quieras ya que no se iguala al resto que has recibido, pero quiero que tengas presente que lo hice con mucho amor y aunque no sea gran cosa para mí significa mucho que lo tengas. 

Quiero que si algún día falto a nuestra promesa de estar juntos siempre veas el cuadro e imagines que estoy a tu lado tomándote de la mano, y diciéndote lo mucho que te amo y lo agradecida que estoy por haberte conocido. No es mi intención bajar tus ánimos con eso pero quería decirlo, quiero que jamás me olvides cuando yo me vaya y que siempre, siempre me tengas en tu vida. 

Máximo, te pido que cuando muera busques ser feliz con alguien más, no quiero que llores mi muerte o que te escondas del resto solo para guardarme luto. Si tanto me amas como siempre dices ve y se feliz con alguien más, aunque eso implique que yo desde el otro lado me muera por dentro. 

Te amare durante toda mi vida y durante toda mi muerte, ella es eterna así como el sentimiento que experimento por ti lo es. 

Feliz cumpleaños, Max. 

Te amo, mi modelito estrella.♡ 

Guardo la carta en el empaque que hice para el cuadro, ya hecho y viendo que no tenía más nada que hacer, voy hacia el balcón de la casa donde me siento en una silla a mirar la ciudad. 

Quisiera que durante estos últimos años que me quedan con vida pueda ser feliz, pueda sentir que hice algo bien mientras seguía aquí, que pude conocer a personas increíbles, que pude amar sin restricciones.

 Y aunque me duela la idea de perder a Elida y a Max se que debo marchar, que no seré eterna. 

—¿Otra vez atormentando tu cabecita con pensamientos? —. Elida me desordena mi azulado cabello para ocupar la silla a mi lado. 

—Solo pienso. 

—¿En qué? 

—En mi lecho de muerte. —. Ella ahogó un sollozo. 

—Sienna no pienses en eso ¿Bien?, estás sana y es lo importante. 

—Elida… sabes que no será por mucho tiempo. 

—Si lo será. —. Vuelve a ser terca, yo no entiendo que tanto le cuesta aceptar que moriré antes que ella. 

—¿Podrías prometerme algo? —. Susurré tímida y nerviosa bajé la mirada a mis manos, jugué con ellas. 
—Sienna…  

—Por favor, Elida… —supliqué y ella suspiró ruidosamente. 

—Bien. —. Murmuró cediendo. 

What You Mean to Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora