#S&M
El año estaba llegando a su final, estábamos en las últimas semanas de diciembre despidiéndonos de lo que vivimos durante todo este año y de lo que aprendimos y conservamos de el.
Elida agradeció por encontrar un trabajo donde se aprecia lo que está haciendo, dónde no la mantienen hasta altas horas de la noche limpiando mesas y organizando las computadoras. Deseó que quedará atrás lo malo que vivió, soltó su dolor y frustración para darle paso al agradecimiento y felicidad.
Norman agradeció finalmente ser feliz y ser quien era realmente, dejó de fingir algo que no era solo para complacer al machista de su papá. Abandonó su trabajo en el McDonald’s para comenzar con clases de ballet contemporáneo, siempre fue su pasión bailar.
Máximo agradeció encontrar mucho campo laboral como modelo, finalmente le cedió el trabajo en la empresa a su hermana y continuó con el modelaje que era su verdadera pasión. Agradeció el haberme conocido aquella noche en la oscuridad ya que de algún modo Dios me mandó a su vida inesperadamente, segundos antes de casi atropellarme venía triste conduciendo mientras que pedía ser feliz.
Yo agradecí tener a personas en mi vida que realmente me quieren, tener a Elida como una buena amiga y sustituta de la mamá que algún día quise tener, conocer a Max solo me trajo cosas buenas en la vida, su presencia era fundamental para que tú esté feliz. Solté todo lo malo que viví durante mi niñez, los malos tratos que recibí de mis padres y familiares, perdoné a quien me lastimó y olvidé a quien me humilló. Ser rencoroso solo trae malos momentos a tu vida, es como un veneno que no sacas nunca y te absorbe. No es bueno vivir así.
Mi relación estaba muy bien, ambos nos seguimos amando incluso más que la primera noche.
Mi amistad con Elida durante estos meses se fortaleció muchísimo al igual que la comunicación, nos volvimos muy cercanas y muy buenas amigas.
La hermana de mi novio fue una dulzura conmigo y aceptó que su hermanito estuviera enamorado de una chica enferma como yo.
—¡Pero si eres una lindura!
La rubia apretó mis cachetes con confianza y chilló como si viera a un bebé pequeño
—¿Hermana? —. Mi novio observó a su hermana con el ceño fruncido.
—¡Es que mírala! Sienna es muy linda… ¡Y mira ese cabello azul! Le queda tan lindo. —. Ella me miraba como si fuera una niña y no me molestó, me causó ternura y gracia.
La vista desde la casa de mi novio eres mucho más grande y bonita, podía ver desde otra perspectiva la ciudad.
—¿Qué ves mi vida? —. Él me abraza por la espalda y descansa su barbilla en mi hombro.
—Solo miro en todo lo que cambio mi vida en un año.
—De eso también hablé con mis papás y su respuesta fue que todo pasa por algo. Por algo tu debiste ese día salir tarde de clases, por algo yo pasé por esa calle, por algo Norman hizo lo que hizo e igual Elida. Nada es por azar.
¿Qué habría pasado si yo nunca hubiese venido aquí?
¿Habría conocido a Max?
¿A Elida?
¿Todo esto me estuviera pasando?
Miro atrás y recuerdos de una indefensa niña de cabellos rubios y mirada temerosa viene a mi mente, de todo el maltrato que recibí por parte de mis padres y familia, del desagrado que recibí por ser enferma de la piel.
Aunque mi madre no haya sido la mejor y jamás me quiso, yo muy en el fondo guardaba la esperanza de que cambie y me busque, que me encuentre y pida perdón. Es imposible creer que pase pero mi corazón de pollo guarda la fe.
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What You Mean to Me.
Fiksi RemajaElla vivía escondida de todos por su enfermedad y por tal motivo decía que nadie nunca la querría. Hasta que él aparece en su vida demostrándole lo hermosa que era con todo y sus defectos, y que esos mismos son lo que la hacen imperfectamente perfe...