12: Te guiaré cuando te sientas perdido.

5 1 0
                                    

Solo pasó un mes desde mi mejoría tan repentina y había creído por un segundo que ya nada malo podría pasarme pero como siempre la vida se encargo de advertirme cual será mi destino y de como terminará la historia de mi vida. Ahora en la cama del hospital con un tubo en mi garganta y con varios aparatos en mi cuerpo a cada instante monitoreando mi estado y cada signo. Ya no podía respirar por mi cuenta y según alcance a escuchar he sufrido una neumonía. 

Estaba postrada en una cama de hospital viendo como la vida abandona mi cuerpo lentamente torturando a quienes me aman tan cruelmente y yo sin poder hacer algo que pueda mejorarlos. He soportado ver cómo Máximo llora al pie de mi cama implorando a Dios que todo salga bien de este procedimiento que me harán. 

Tuve que enterarme de la peor forma que había logrado quedar embarazada pero que por una complicación combinado con la neumonía terminé teniendo un aborto espontáneo. He llorado en silencio ante la ausencia de aquel niño que habría sido mi motor para seguir acá. Todos los dijeron y me lo advirtieron pero no quise escucharlos, quería ir contra lo que sea que Dios haya planeado para mí. 

—Tienes que comer algo. 

“¡Quiero morir! ¿Qué no lo entiendes, Max? Deseo desaparecer de acá” grité a mis adentros. 

Él me cuida durante las noches mientras que nuestros familiares están durmiendo en casa. Él tenía unas grandes bolsas negras bajo sus ojos por la falta de sueño. Estoy preocupada por él ya que al estar conmigo acá pierde horas de trabajo. 

—Sienna, ahora sí tengo miedo. —. Me confiesa en voz baja.—, siento un miedo profundo porque se lo que pasará a continuación. Se cómo acabará y no quiero eso… no puedo con la idea de perderte  

“He perdido la esperanza de hacerte padre antes de mi muerte y lo siento tanto, Máximo. Siento que debas pasar por todo este dolor conmigo y tus padres igual, no quería que nuestra vida luego de casarnos estuviera plagada de visitas de emergencias a la clínica. Si tuviera el poder en mis manos evitaría conocerte para evitar este dolor. 

Yo no era la indicada para ti y aunque duela aceptarlo debiste haberte quedado con Sabrina. Ella está sana y puede darte todos los hijos que tú quieras o que quisiste tener conmigo. Lamento haber convertido tu vida en esto, lamento haberme enamorado de ti como lo hice o de haberme hecho una idea de que estarías feliz a mi lado.” 

Él no puede escucharme solo puede verme llorando lo cual lo hace llorar a él. Max seca mis lágrimas con sus dedos mientras que me susurra despacio. 

—Te amo, Sienna. Eres el amor de mi vida. 

“Y tu eres la desgracia de mi vida aunque duela” 

Estaba triste antes de él pero al menos no lastimaba a nadie con la idea de mi muerte y todo cambió de la noche a la mañana cuando lo conocí y me enamoré. Por un segundo creí que había encontrado la felicidad y a alguien que me amaba de verdad, fue un segundo que cerré mis ojos y al abrirlos vuelvo a recaer. 

Yo me moriré y él quedará en la tierra como una alma en pena y con la sentencia de ser un viudo joven. 

Él móvil le suena y aunque quiso ignorarlo tuvo que cogerlo antes de que acabe debido a la insistencia de la persona. 

—¿Sabrina? —. La duda invade su mirada. 

Era ella la culpable de que me sienta de este modo tan miserable. 

Y la que debió ser la esposa de mi Max… 

—En la clínica con mi esposa, ¿necesitas algo? —. Hubo silencio hasta que— ¿Estás en Londres? Lo lamento pero no dejaré a Sienna sin nadie y mucho menos en este momento tan difícil.  

What You Mean to Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora