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 Capítulo 10

POV NARRADORA OMNISCIENTE:

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POV NARRADORA OMNISCIENTE:

Kirishima trataba de separarse de Bakugou, pero este no lo alejaba ni un poco, estaba tan perdido en el celo, que no quería que su acompañante lo dejará en ese estado, arrugando sus cejas hacía arriba, demostrando su miedo.

—No, no, no... no te vayas~ —le susurró en su oído, logrando que el lobo de Kirishima se emocionara, se le erizó la piel —. Ayudame carajo, me duele todo, ugh~ — desesperado, se restregó contra el pene de su amigo, clavando sus uñas en la espalda ajena.

E-eijiro Kirishima, escuchate mierda —se dijo así mismo, mirando a Bakugou, quien lo miraba con deseo, apretando a la vez más sus uñas en su espalda —, n-no pierdas el control, cálmate... —pensaba cerrando sus ojos, frunciendo sus labios. El más alto vió aquello, confundiéndolo con una invitación a besarlo, atrayéndolo con sus dedos incrustados en la espalda del tiburón.

A Kirishima, por una extraña razón, le gustaba que Bakugou lo hiciera ceder poco a poco...

Ceder...

A sus tentaciones.

Esas tentaciones...

Lo besó apasionadamente, apretando su agarre en la parte de la cadera, traslada aquel agarre por la espalda, para inclinarlo más a su persona. Lamió sus labios, pidiendo paso a entrar a territorio no explorado.

—Vamos Pelos de Incendio~, sólo cede a mis tentaciones~ —le mordió el cachete. Eijiro se quejó, le dolió un poco, si, pero...

Pero...

La imagen de su amigo, debajo suyo, con una sonrisa traviesa, restregándose contra su cuerpo. Lo excitó mucho, demasiado. Aquellos sentimientos que pensó que los había enterrado, regresaron.

Regresaron esos pensamientos amorosos... que sintió por su amigo. Esos pensamientos, que quería enterrarlos en lo más profundo de su ser. Aunque... si Bakugou lo ponía de esa forma...

Como mierda negarse, por el amor de Dios.

—Está bien... te are mío~ —se inclinó cerca de su oreja, sacando una sonrisa a Bakugou, como también a su lobo interior.

—Ooh~, eso es
pero~ —agarro sus cabellos, atrayéndolo a su persona, para besarlo.

Mientras tanto afuera, Sero no era atendido por su amigo Kirishima, estaba megamente preocupado por la salud de Bakugou, y también de Kirishima

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Mientras tanto afuera, Sero no era atendido por su amigo Kirishima, estaba megamente preocupado por la salud de Bakugou, y también de Kirishima. Olió las feromonas en el lugar, tapándose la naríz, por lo fuerte que era el olor.

Mierda... es demasiado, y estos no me contestan... —Hanta tenía miedo, ya que, si Bakugou se descontrolaba, iba a atacar a cualquier omega, o peor de los casos, a su bro.

Entonces, antes de entrar a la fuerza a la habitación, porque las feromonas lo incitaban a pelear contra las dos personas que estaban adentro, sin saber lo que estaban haciendo, corrió al ascensor. Entró, cerrando rápidamente la puerta.

Carajo, dedo de avisar a Aizawa-sensei —pensó, quitando su mano de su nariz, ya podía respirar con normalidad gracias a los Dioses.

Kirishima se separó de Bakugou, siendo un hilo de saliva que los unía, Katsuki lo miraba con una sonrisa pícara, llevando una de sus manos a la mejilla ajena.

—Eres tan hermoso, Pelos de Incendio~ —halaga, mordiendo el mismo cachete que hace rato, por segunda vez.

—Digo lo mismo de ti, Blasty~ —bajó a su cuello, empezando a lamer con lentitud, sacando gemidos y jadeos a Bakugou.

—Ah~, Kiri~, más~, dame más carajo~ —con los ojos cerrados, arrugando sus cejas hacía arriba, disfrutando los toques de su amante.

Eijiro empezó a quitar la camisa de Katsuki, botón por botón, cosa que torturaba al de abajo, lo golpeó en su cabeza, signo de que se apurar. Apresuró su movimiento, dejando expuesto su pecho y tórax.

Le quitó el saco, después la camisa, miró los botones rosados del cenizo, se lamió los belfos con deseo, llevó a su boca uno, chupándola cuál bebé con hambre. Estaba haciendo esto para darle tiempo a Bakugou, de tranquilizarse de alguna manera.

Para evitar que tengan coito en serio, aunque al parecer, eso le estaba gustando a su amigo. A su perspectiva.

—Mgh~, mierda~ —gemía Bakugou, le gustaba eso, si, pero estaba harto de los juegos que ponía Kirishima para retrasar su sección de sexo.

Entonces, en un repentino movimiento, intercambió posiciones, poniendo bruscamente a Kirishima en la cama, recostado, mientras que él, se montaba encima suyo.

—Bakugou, esp-pera, por favor —el chico no razonaba, estaba bajando los pantalones del otro, sacando al aire su pene.

Vió el gran pedazo de carne que tenía entre las piernas de Eijiro, las venas eran muy pronunciadas, el color era muy bueno, se le hacía agua a la boca.

Q-qué... grande —dijo empezando a lamer todo el falo ajeno —, mm~, quiero que este dentro mío ya, maldición —se arrodillo en la cama, para quitarse su pantalón, cuando se lo quitó, lo lanzó, se sentó otra vez encima de Kirishima.

—Ahh~, Ba-bakugou~, mierda~ —gemía el chico, no sabía, pero cuando Bakugou puso entre sus nalgas su pene, sentía como palpitaba contra ellas.

Bakugou se elevó un poco, queriendo meter de una estocada el pene de su amante, pero este se lo impidió, agarrando sus caderas suavemente.

—¿Qué mierda... ?~ —pronunció —, estupido~ me duele, me quema todo, ugh~, este primer ciclo de celo lo quiero pasar contigo, imbécil, complaceme —rogó el cenizo, poniendo sus manos en el pene de Kirishima.

—P-pero Bakugou, te va a doler, déjame prepararte —dijo el pelirrojo —, además, será nuestra primera... vez~ —Bakugou abrió los ojos, tenía razón.

Se inclinó hasta el otro, y lo beso en la mejilla, después en los labios, apoyando su cara con sus manos, se separaron a los pocos minutos —Ya lo se mierda, pero... enserio no aguanto más —mencionó, volviendo a la posición anterior.

Iba a meter todo de una, puso de nuevo las manos de Kirishima en sus caderas, para que lo ayudara a empujar.

1...

2...

Y 3.

Notas de la autora:

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Notas de la autora:





Lo siento chicos, se que es corto, pero quiero llorar, okey? Déjenme un rato en paz, mañana me repongo.

Posesivamente Adorable [KiriBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora