Posesivamente Adorable [KiriBaku]

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Capítulo 14

Kirishima miraba con furia a Sero, quien se alteró un poco por no saber en qué estado está su bro, ya que no sabe que este entró en celo y no quería que nadie se acercará a su amante.

—Oye, bro, soy yo, Hanta Sero —habló fluido, tratando de zafarse del agarre del alpha dominante.

El pelirrojo parpadeo varias veces, hasta que se dio cuenta de la presencia de medio mundo en la habitación de su amado. Miró aturdido a los héroes profesionales y a su amigo, queriendo una obvia explicación del porque están aquí.

—¿Qu-qué hacen aquí…? —preguntó el chico, con cierta inquietud, tapando de a poco; con discreción, a Bakugou, para que no vieran las marcas en su pecho.

—Estamos preocupados por ti, idiota —dijo Sero, dejando una akapete en la cabeza.

—Eso dolió… —dijo en un susurró casi audible, todos los ojos estaban clavados en su persona, como también del otro chico, que no se enteraba de nada.

Digamos que no se entera de nada.

—¿Qué hicieron para terminar en ese estado…? —preguntó Midnight, señalando la espalda de Kirishima, poniendo nervioso a este.

Eijirou rápidamente se tapó con la sábana que le correspondía, sintiendo que a la vez Katsuki se acercaba a su presencia, poniendo su cabeza en su regazo.

—Mmm~, dejá de moverte~ —la voz tierna de Bakugou deja con la boca para el suelo para todos.

—Me debes explicar varias cosas, Kirishima —tomó la palabra su tutor, con un aura amenazadora y paternal, preocupado primeramente por sus retoños, pero de igual manera enojado.

—Si, porque esos chupetones que tienes al igual que Bakugou no se hacen por arte de magia —mencionó Present Mic, mirando con diversión al muchacho, igualmente Midnight.

—¡AYY, ES EL AMOR!~ —pensó Mid con una sonrisa, retorciéndose de alegría en su lugar, llevando sus manos a su cara.

A Ei se le oscurecieron los ojos de nuevo, otra vez. Agachó su cabeza, sin dejar ver sus ojos a los demás, quienes estaban preocupados por el estado actual de ambos, ya que parece que Bakugou estaba mejor.

—... Déjenos en paz… —pidió con voz fría el pelirrojo, mirando al cenizo.

Acarició sus cabellos, para desplazarlas a su cuello, mirando las múltiples mordeduras que dejó.

—No, Kirishima, van a venir con nosotros a dirección —dijo con determinación Aizawa, enredando a Ei con sus vendas.

Este se retorció con furia, despertando sin querer a Bakugou, quien se destapó, mirando con rabia a todos.

—¡¿QUÉ MIERDA HACEN AQUÍ?! —preguntó furioso. Sintiéndose invadido por los profesores y su compañero de clase.

—Hola, amigo —se rasco la nuca el de cara plana.

—Bien —dijo el ratón, mientras se sentaba en su silla —, ahora van a explicarnos que estaban haciendo en las instalaciones —miró fijamente a los involucrados, Kirishima estaba nervioso y Bakugou… bueno, está enojado con todos los presentes, a excepción de Kirishima.

Obviamente.

Pues, claro, ¿Por qué razón estaría enojado con Eijirou Kirishima? Él no había hecho nada malo.

Solo tuvo el labor de saciar su sed sexual, nada más.

—¡MALDITOS BASTARDOS DE PACOTILLA! Uuughh… estoy cabreado —pensó con mucho enojo acumulado, teniendo ganas de golpear a alguien, o algo.

Todos los profesores que fueron a ver a los alumnos en las instalaciones, están presentes junto con Sero, quien estaba incómodo por la situación.

—¿Qué hago aquí…? No tengo nada que aportar, creo —se preguntaba Hanta. Ya que no sabe el motivo de que se encuentre en el lugar en donde interrogaran a sus amigos.

—¿Y bien? ¿Van a hablar? —tomó la palabra esta vez Aizawa, impaciente por lo que dirán sus alumnos.

Kirishima se tensó visiblemente, muy avergonzado, no quiere contar lo que pasó en esas cuatro paredes, en donde se dejaron llevar por el placer y comiéndose entre sí, como animales que no han probado una bocada de alimento en días, saciando su hambre entre sus cuerpos.

Separó sus belfos, dudoso de decir o no decir lo que realmente pasaron esos treinta minutos con su… ahora que lo piensa, ¿Se podrían considerar amigos aún?

Katsuki se dio cuenta que Eijirō quería abrir su bocota para relatar lo que habían hecho, que no lo va a negar, fue fabuloso.

—¡TSK! ¡NO TENEMOS NADA DE QUÉ HABLAR! —el pelirrojo cerró su boca inmediatamente. Queriendo explicar lo sucedido, pero su cenizo al parecer no.

—Pero… podemos hablarle pacíficamente, dire-

—¡NI UNA PUTA PALABRA, EIJIRŌ! —lo callo, levantándose de la silla, viendo retador a su teñido.

Los profesionales suspiraron, sabiendo bien que no podrían sacar información de la manera fácil.

Por eso tenían un plan B.

Anteriormente, llamaron a uno de la clase 1-B, justo a un alumno apto para el mandado

Midnight se levantó de donde se encontraba, para dirigirse a la puerta y abrirla, encontrándose con un pelimorado.

—Hola, señorita Midnight —saludó, con un tono cansado el estudiante.

—Shinsou-kun, pasa —sonrió amable la peli azul.