Cap. 1°

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• 𝑉𝑎𝑙𝑖́𝑎 𝐸𝑋𝑇𝐴𝑆𝐼𝑆

                           𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑢𝑙𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝐸𝑥𝑎̄𝑚𝑒𝑛𝑒𝑠 𝑇𝑒𝑟𝑟𝑖𝑏𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒
                                  𝐴𝑙𝑡𝑎 𝑆𝑎𝑏𝑖𝑑𝑢𝑟𝑖́𝑎 𝑒 𝐼𝑛𝑣𝑖𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑎𝑠
                                                      (𝐸𝑋𝑇𝐴𝑆𝐼𝑆) 𝑦 𝑒𝑙 𝑓𝑖𝑛 𝑑𝑒 𝑐𝑢𝑟𝑠𝑜.


Los últimos días habían sido un verdadero horror para los alumnos de séptimo grado, una enorme acumulación de nervios y estrés junto a un montón de cosas peores que todos aquellos alumnos habían tenido que pasar durante el transcurso de las últimas dos semanas del curso escolar, mientras se encontraban cursando sus exámenes de ÉXTASIS, de los cuales recibirían sus resultados el último día del ciclo, ese mismo día.

En algún momento.

Angel llevaba todo el día secando y frotando las manos en cualquier esquina de su túnica escolar, de las mangas a las puntas, ya que aparentemente estás no parecían dispuestas a dejar de sudar hasta tener esos puntajes entre ellas y su rostro de cierta preocupación reflejaba lo mismo que sus manos, nervios. Una sensación poco común en ella, pero increíblemente fuerte y desagradable siempre que de casualidad llegaba la oportunidad de que aquello se presentará y nisiquiera sabía si quería saber si su desagradable sentir era por los resultados del dichoso examen que les mostraría a los alumnos que les diría a los alumnos hasta donde quizá podrían llegar sin dificultades en el trabajo al que podrían aspirar o por lo que tenía que hacer después de ello, de lo que, por cierto, también estaba empezando a arrepentirse... Solo un poco (mucho).

Pero hasta entonces, por ahora, y mientras esperaban, ella y una amiga habían bajado hacia las mazmorras a recoger algunas cosas que casi olvidaba por completo en el aula de pociones.

Ya llevaban el artefacto entre sus brazos, abrazando el caldero mientras salían del aula de pociones, ella hablando rápida y forzadamente de cualquier tema que pudiera distraer su cabeza (como si no pudiera estar nerviosa y las vez que en silencio) mientras caminaba "poco" apresurada por el pasillo a la vez que trataba de seguir el calmado ritmo de su compañera (si es que podía ser posible).

Como fuera, fue su compañera la que decidió cambiar entonces el tema de la conversación.

—Se que ya hablaste desde hacía tiempo sobre eso con el director, ¿ya le dijiste al profesor?—. Pregunto su amiga.

—¡Obviamente no!—. Contesto Angel como si fuera demasiado obvio y Cici simplemente se rio un poco de ello.

—Crei que 'no era tan malo'—. Contesto de vuelta.

Angel frunció el ceño y miro un segundo a su amiga de reojo en una especie de reproche antes de volver la mirada al interior del vacío caldero que cargaba en brazos.

—Que yo crea que el profesor no es tan malo como parece, no quiere decir que quiera darle oportunidad de burlarse de que no de el porcentaje que quiero en los exámenes... Que además, seguramente, si de casualidad aceptara, sería la única forma de conseguirlo y eso, solo si quizá y está de buen humor o lo que sea... Le diré cuando esté segura de que conseguí lo que quería.

—Y eso seguro le molestará más que si se lo dijeras de una vez—. Su amiga hablo rodando los ojos un momento antes de que Angel casi chocará doblando la esquina con el susodicho profesor.

Hablando del diablo se asoma.

Ambas levantaron la mirada mientras escuchaban una voz susurrante y arrastrada que se dirigía a las dos, acompañada de una mirada molesta (como siempre). Angel por un momento colocándose tras de Cici encogida ligeramente de hombros luego de casi haber tropezado con el recién llegado.

𝑆𝑎𝑡𝑢𝑟𝑑𝑎𝑦 𝑀𝑜𝑟𝑛𝑖𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora