Cap. 3°

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𝑅𝑒𝑔𝑟𝑒𝑠𝑜 𝑎 𝐻𝑜𝑔𝑤𝑎𝑟𝑡𝑠.

                             𝐴𝑙 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑒𝑛 𝑑𝑖𝑠𝑔𝑖𝑛𝑡𝑎 𝑐𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑.

Aquellos años en Hogwarts quizá no pasaron tan rápido como sintió que pasó el verano, pues cuando vio, se había encontrado nuevamente en aquel anden lleno de niños y jóvenes camino a la escuela, nuevamente sentada en un vagón de tren mirando por la ventana, nuevamente andando entre los pasillos de la escuela y nuevamente andando en el pasillo de las húmedas y oscuras mazamorras camino a la oficina de Snape.

Quizá fue la sensación de estar ahí en una calidad distinta a la de un estudiante lo que le hizo sentir diferente aquella situación que fue tan rutinaria durante tantos años.

Había pasado la noche anterior a su llegada acomodándose dentro de su nueva habitación en el castillo, y toda la mañana y parte de la tarde de ese día en la enfermería con Madame Pomfrey entre ayudándole con una o dos cosas en la enfermería escolar y tomando notas de algunas cosas mientras lo hacía y hablaba con ella.

¿Algo interesante?

No.
Pero quizá ese sentido de novedad aún tratándose de algo bastante usual debería contar como tal.

Para el final de las clases, ahora estaba bajando aquellas frías escaleras de piedra y andando por el largo pasillo de las mazamorras.

Tocó la puerta del despacho del profesor un par de veces sin recibir respuesta.

Quizá no están, quizá estaba ocupado, quizá no quería atenderla y debía resignarse a solo aprender de Madame Pomfrey.

Escucho aquella voz baja y arrastrada dándole el permiso de pasar poco después de esperar un par de minutos, quizá y el profesor hubiera esperando que no estuviera ahí cuando dió el permiso o al menos era lo que le decía a Ángel el rostro fastidiado del hombre cuando la vio entrar a la fría habitación llena de paredes llenas de repisas atiborradas de miles de cosas para pociones y que por mucha curiosidad que tuviera, no planeaba preguntar que eran algunas porque seguramente no le gustaría la respuesta.

-Sientate-. Sonó más a una orden molesta y fastidiada que a una petición o sugerencia, pero bien.

Tomo asiento y, conforme paso el resto del rato en el que tendría que estar con el profesor realizando aquella complicada poción, se sentía más como volver a estar de nuevo en clases, tal como hacía todavía hasta poco mas de un mes atrás.

◍ ⚗️ ◍✧⁠*⁠。

No fue perfecta, y anudado a la actitud de snape siendo aparentemente más exigente ahí y ahora que cuando iba a sus clases con el resto de sus compañeros, bien, solo lo había hecho algo más complicado.

De todos modos, pensó ¿Esta bien no?

Quería un trabajo en San Mungo, tenía que esforzarse quizá más y seguramente trabajaría con mucha mayor presión que un amargado profesor diciéndole lo pésimo que llevaba la realización de aquella poción cada dos segundos ¿No?

Por muy nerviosa que fuera en situaciones como la que pasaba en aquel momento con el profesor, mantuvo aquel incómodo sentir a rata la mayor parte del tiempo, lo más que pudo, lo que debería de ser un buen avance de ese lado de la situación.

Y aparentemente, quizá, Snape también vio aquello como una ligera mejoría puesto que, un rato después de llevar más de media preparación, este había dejado (al menos en mayor parte) aquellos comentarios, limitándose más a dar indicaciones y correcciones más cortas y menos sarcásticas que antes, lo que debería ser bastante.

◍ ⚗️ ◍✧⁠*⁠。

Paso un largo par de horas más para antes de llegar al final de la elaboración de la poción (que aun tenía que estar hirviendo y siendo revisada constantemente por todavía unas cuantas horas más como paso final) pero finalmente, de alguna manera, podía dar por terminada la tarea del día, a lo que Snape también parecía estar suficientemente satisfecho con ella hasta el momento, o al menos eso pensó ella puesto que no hubo ningún sarcástico comentario final hacerca de lo horrible que había realizado semejante menjurje.

Se levanto de su mesa arreglando sus cosas, dejaría la poción sobre el fuego y aparentemente según el profesor luego de una revisión rápida al caldero, estaba lo suficientemente 'decente' como para Simplemente dejarse hirviendo el resto de las horas que necesitaba hasta el día siguiente.

Angel asintió a dichas palabras, contenta de su actual primer progreso.

Luego de limpiar la mesa de trabajo donde había estado las últimas horas, se levanto dispuesta a salir del frío lugar, que parecía estar empezando a ser incluso más helado conforme pasaba el tiempo y ella se congelaba casi completamente salvó por el fuego que hacia hervir la poción y del que ahora debía separarse.

Con la mano en la manecilla de la puerta, su rostro se giro al del profesor cuando le oyó dirigirse a ella una vez más antes de irse.

-Espero que mañana recuerde que debe bajar a primera hora a revisar su elaboración y, además, más tarde, le recuerdo que también deberá de presentarse en el aula de pociones a partir de mañana a ka hira ya acordada... Váyase.

Snape le dió la espalda luego de sus palabras, realizando otras actividades que Ángel no noto, aunque salió muy poco después de ello.

Honestamente hubiera esperado que Snape hubiera (por gracia divina) haber aceptado hacer con ella aquellas prácticas, no tanto por la petición de Dumbuldore por qué ella hablo primero como el director para ello. Pero debió haber sido realista y haber supuesto que eso jamás pasaría y además esperara que debería, como acababa de escuchar, pagar de alguna manera, aparentemente, por fastidiar con todo eso al profesor.

Llegó a tirarse de cara a su cama en su nueva habitación del castillo.

Había algo por lo que no quería que llegara mañana.

Y es que no quería tener que levantarse temprano.

𝑆𝑎𝑡𝑢𝑟𝑑𝑎𝑦 𝑀𝑜𝑟𝑛𝑖𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora