Rumores.

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Narra Chris:

Al día siguiente todos hablaban de que Dimitri ya se había tirado a la chica nueva. Sin embargo, lo extraño fue que cuando contaban ese rumor, ninguno la llamaba puta o guarra. Trataban a la chica nueva como una especie de ídolo.

Otro rumor que también se extendió fue que Dimitri y ella habían empezado a salir. ¡Era mentira! Estaba más que seguro. Estábamos hablando de Dimitri Blackburne. El chico que no salía con nadie. El malo. El rompecorazones. Nadie había conseguido amarrarle en una relación, ni siquiera las tías que estudiaban en la universidad, lo habían hecho. Y ahora, la chica del café, solo con un día había conseguido lo que todas en el instituto querían.

Tuve que retractarme de mis palabras cuando los vi a los dos entrar por la puerta del instituto, iban de la mano, como si fuesen una pareja.

-Están hablando de nosotros, ¿verdad? -preguntó ella con una voz dulce.

-Sí, Barbie, ¿te molesta? ¿Quieres que pegue al que pille diciendo algo de nuestra relación? -dijo nerviosamente Dimitri.

-Así está bien, Dim.

-¿Seguro? Sabes que haría cualquier cosa por ti.

Una grandisima sonrisa apareció en la boca de Bárbara, parecía tan real que podría haber jurado que lo que vi en los ojos de Dimitri era amor verdadero. En cambio, había algo en ella, en su forma de elegir las palabras, que no me inspiraba confianza, ni mucho menos. Ella debía estar tramando algo. Una cosa muy grande.

Aunque podría estar equivocado, con esa chica no podía esperarme nada. Tenía una cara tan angelical, buena, inocente... Era muy difícil pensar lo contrario de ella sin conocerla, pero en sus ojos marrones, bañados en un poco de azul, había una pizca de maldad.

Ella estaba cambiando algo, por lo menos en mi vida, y tenía miedo.

-Cari -me llamó Hilary-, no te lo vas a creer -su mano se deslizo por mi brazo, hasta llegar a la mía-. Vi de lleno cómo se besaban la nueva y Dim. Incluso les saqué una foto. Mira.

Hilary me enseñó la fotografía que había hecho con su movil.

La pareja estaba apoyada contra la pared, bueno, la chica del café estaba apoyada contra la pared, mientras Dimitri había colocado sus brazos a los lado de su cabeza, para que ella no se moviera. Supuse que Bárbara no tenía intención de ir a ninguna parte porque, ella había colocado sus manos en el trasero del chico malo.

Se estaban dando el lote, pero bien dado.

La carne se me puso de gallina, y me volví a replanter si deverdad creía que ella estaba fingiendo sus sentimientos por Dimitri.

-¿Por qué les hiciste una foto?

-Quiero tener un as bajo la manga. Por si acaso la nueva intenta jugármela, aunque no lo creo. Parece de las que se rinden bajo mis pies.

-No te fies de ella.

-No lo hago -dijo besándome la comisura de los labios.

Odiaba cuando ella me intentaba besar, me gustaba como mejor amiga. Había aceptado a ser novios para que los rumores cesasen, pero en el momento que eso pasó me había encariñado de Hilary.

Pocas veces nos había besado, que no fueran en el instituto. Sólo para probar cómo sería sin figir. Para ella había sido la revelación del año, me amaba, y no había dudado en decirmelo a la cara. Bueno, no me lo había dicho, sino intentado hacer.

-Tengo ecomonía en el tercer piso, Chris -me recordó Hilary-. Creo que están empezando a levantar sospechas, cari, tenemos que ser más afectuosos-dijo en un susurro-. La nueva y Dim no pueden ser mejor pareja que nosotros.

-Vale, te acompaño -respondí-. Sobre lo otro lo hablares más tarde en mi casa, ¿vale?

-Genial -rió con felicidad.

Subimos las escaleras de la mano, susurrando tonterías y pareciendo realmente una pajera.

A lo mejor era yo el mentiroso en vez de Bárbara. Yo tenía una relación de mentira que había durado el suficiente tiempo como para engañar a todo el mundo. Yo era el que ocultaba cosas.

Me despedí de mi "novia" con un ligero beso en la boca, apenas sin profundizar.

-Te quiero -susurre lo bastante alto para que todos los estudiante que estuvieran al lado lo escuchasen.

-Y yo, cari.

Giré mi cuerpo para dirigirme a mi clase en el segundo piso, frances, sino me equivoco. Mientras bajaba las escaleras ahí me la encontré, a la chica del café con su sonrisa característica y una ceja levantada, observándome atentamente.

-Christian Collins, no sabía que eras un mentiroso, esperaba más de ti -dijo con ese indescifrable acento suyo.

-¿Mentiroso? ¿Por qué? -pregunté nerviosamente.

-Así que no lo niegas, ¿o es que has empezado a creerte tus mentiras?

-Dime en qué crees que miento.

-¿Para qué? -preguntó retoricamente- Eso sería un mal movimiento por mi parte, tengo mi estrtegia prepareda, ¿y tú? ¿Estas listo para jugar?

Me había quedado a centímetros de ella. ¿Por qué tennía que hablar como si fuese un espía? Miré sus labios que estaba moridiendo.

-Ju-jugar, a qué -tartamudeé.

-Al ajedrez, yo ya he movido, ahora es tu turno. Ten cuidado con los peones, aunque no lo creas son los más importantes.

(N/A): Sé que hace muchísimo queno subo pero tengo una explicación que subiré pronto. Lo siento. Una pregunta; ¿os gusto como escribo? ¿Creeis que tengo futuro en esto de escribir?

Héroe caído(Chris Collins)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora