Narra Bárbara:
Las tres primeras horas de clase no habían ido tan mal como creía. Nada nuevo que no hubiese visto España, es más, creía que en Canadá los chicos iban a estar más buenos, pero los de mi clase..., mejor ni tocarlos.
A la hora del recreo, me fijé hacia donde se iban todos los que creía que eran “guays" en el patio. Los guays de mi clase se dirigieron hacia un grupo de adolescentes intentando aparentar ser famosos. ¡Por Dios! ¿Quién lleva gafas de sol cuando el cielo esta gris?
A lo largo del recreo estuve observando como los más pequeños del instituto ni siquiera se atrevían a levantar la mirada hacia donde ellos se encontraban. Increíblemente patético.
Se me había olvidado comentar de que mi asombrosa prima Samantha se encontraba entre las filas de la secta de los guays, y estaba tonteando con un chico alto y delgaducho con el pelo negro.
Casi vomito al ver que, en el segundo después de, que yo mirase el libro que había traído para que no se notase tanto que los estaba espiando, se estaba besando "apasionadamente" con aquel palillo de chico.
"Apasionadamente" esa palabra la describiría a Samantha, que era la única que se movía para profundizar el beso. El chico se había quedado estático con las manos a los lados, sin moverlas.
-¿¡Qué haces mirando a los reyes del instituto!? -preguntó un voz ronca y sexy a mis espaldas.
Me giré lentamente, un poco molesta por ser la pregunta, miraría a quién yo quisiera. Pero se me pasaron las ganas de montar una discusión al ver de quién pertenecía esa voz.
Eso si que era un canadiense en condiciones y lo demás eran tonterías. Un chico alto, con la piel blanca, pelo negro revuelto, un piercing en el labio que hacia resaltaras sus finos pero rojos labios. Su cara tenía un toque angelical, aunque yo misma sabía muy bien que las apariencias engañan.
- Nueva, ¿verdad? - dijo cuando seguí mirándole directamente a sus labios- Te explico, monada.
Antes de continuar hablando se sentó a mi lado y me pasó el brazo por encima de los hombros apretujándome contra él. Demasiadas confianzas para no saber ni su nombre.
- Helena Defini, la que se está sacando fotos con el móvil para hacerse la interesante. Ronney Concer el chico con el que se estaba liando la chica pequeña rubia, que por cierto, se llama Samantha Hester, la menos importante del grupo. Hilary Uner digamos que es la reina de las brujas y la que está EB el medio, tiene mechas rubias en el pelo. Los hermanos Collins, que ahora solo se encuentra uno, Chad, creo, se que su nombre es más largo pero me la suda. Christian que se supone que tiene que estar detrás de la reina. Hay más súbditos de su imperio de ser los mejores del instituto, aunque no son fundamentales.
¿Os podéis creer que estuve todo el rato mirándole los labios? Pues lo hice, y me saqué la conclusión de que sus labios eran perfectos.
Volviendo a la realidad, me fije en las personas que me había dicho ese desconocido. Parecían tener una especie de barrera anti-frikis...
- Dimitri Blackburne, pero todos me llaman Dim. Soy el chico malo, por si no te has dado cuenta - dijo sonriendo.
- ¿Con que un chico malo, eh? Bárbara Fontana -dije con mi mejor voz seductora.
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Héroe caído(Chris Collins)
FanfictionBarbara Fontana, una chica que muchos calificarían de ángel caído del cielo, y los restantes que era la hija del diablo. Se tendrá que mudar a Canadá donde conocerá a un adolescente muy peculiar. Chris Collins. Lo que empezó como una reñida amistad...