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Los tres se encontraban reunidos en una banca de un lugar cercano al que se habían encontrado.

----Así que... ¿Por eso buscan a Anathema? ----preguntó el más joven de los tres, mirando el piso mientras movía sus pies.

----Exacto ----dijo Aziraphale ----¿Sabes donde puede estar?

----Yo se en donde vive ----se puso de pie ----siganme.

De inmediato, ambos adultos empezaron a seguir a Young, el cuál los guiaba al hogar de la bruja a la cuál buscaban. No tuvieron que caminar mucho, en menos de diez minutos había llegado finalmente a la morada de la mujer, aunque a pesar de la corta caminata, Aziraphale había llegado al lugar jadeando como perro sediento.

----Es aquí ----señaló Adam, señalando la casa ----¿Quieren que los acompañe por mientras?

----Me parece bien, muchas gracias, Adam ----agradeció Aziraphale con una sonrisa. Miró la puerta, tocando esta con un par de golpesitos. No tuvieron que esperar mucho, la mujer había abierto la puerta apenas los goloes resonaron por la casa.

----Oh, qué sorpresa verlos denuevo ----soltó la mujer, no había pensado en volver a ver al dúo, menos en Tadfield ----¿Necesitan algo? Pasen, no se queden ahí.

Ambos hombres pasaron, siendo incitados a sentarse en las sillas del comedor de la bruja, la cual sirvió unas tazas de té.

----Querida, ¿De casualidad sabes algo acerca de las "Maldiciones"? ----Aziraphale dió su consulta antes de darle un sorbo a la bebida caliente, acción que imitó el pelirrojo de manera inconsciente mientras mantenía su vista fijada en la mujer, la cual los miró con cierta confusión ante la duda.

----Sí, de hacerlas y romperlas... ----respondió ----¿A qué viene la duda?

----Nos ha caído una maldición a los dos, la cuál provocó que yo dejara de ser un ángel y que Crowley dejara de ser un demonio... ¿Crees que puedas ayudarnos a volver a nuestros puestos?

----Tengo que ver si puedo... denme un momento, buscaré entre mis libros si hay algo que sirva.

----¿Puedo...ayudarte? ----el de tez blanca se tentó al escuchar la palabra libro. Sonrió al ver que la contraria asentía, rápidamente siguiendola y dejando solo al ex demonio en el comedor, el cuál soltó un quejido ante unos repentinos celos que intentaba no sacar a la luz mientras le daba otro sorbo a la taza de té.

De tanto que esperó el de ojos miel terminó por deshacerse en un montón de ronquidos encima de la mesa, acomodando su cabeza en sus brazos y disfrutando de la pequeña siesta que había causado su aburrimiento. Unos pasos lejanos lo sacaban de su descanso, soltando un gruñido y luego un chillido al ser sacudido de golpe sin esperarlo.

----¡Crowley, Anathema encontró algo! ----la voz de su ángel lo tranquilizó del susto que había provocado este mismo.

----¿Se romperá la maldición? ----balbuceó Crowley mientras se reincorporaba en su asiento, intentando mantener la postura de siempre.

----Solo si encontramos algunos objetos para eso...

----Ahora hay que buscar cosas, no puede ser... ----se quejó en un murmuro.

----Al menos si las encontramos y la maldición se rompe podremos irnos juntos a Alfa Centauri... ----dio a modo de consuelo el más pálido.

520 palabras.

Vámonos a Alfa Centauri *Good Omens*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora