Vámonos a Alfa Centauri *Good Omens*

III

   Luego de salir de aquel restaurante decidieron pasear un poco por las calles del Soho, pues se encontraban un tanto agotados y querían tomar aire fresco para despejar sus mentes y pasar algo de tiempo juntos. El clima era algo frío, y el cielo ya se estaba tornando oscuro para dar paso a la noche.

----¿Qué sería lo primero que harías si volvieras a ser un ángel? ----cuestionó el de mirada de miel mientras caminaba al lado de su amigo.

----No lo sé muy bién... ¿Y tú si volvieras a ser un demonio?

----Irme y llevarte a otro lugar a escondernos porque si notan que volvimos a nuestros cargos nos harán puré de inexistencia...

----Oh... ¿Nosotros dos?

----Sí; no planeo dejarte a tu suerte y separarte de mi... ----dios, al instante se arrepintió de decir tal cursilería. Sintió su rostro arder un poco por la vergüenza y los nervios. Si tan solo el contrario supiera que llevaba seis mil años amandolo... vio una sonrisa crecer en el rostro del más bajo, adorando esta en secreto.

----Ou, Crowley.. ----soltó con cariño el de cabellos blancos ----qué lindo y amable de tu parte escuchar es-

Sintió cómo el contrario lo tomaba del cuello de la camisa, sintiendo por segunda vez tal amenazadora cercanía.

----No repitas eso otra vez...----gruñó el pelirrojo, acortando más la distancia entre sus rostros ----pensé haberte hablado de eso antes; no soy amable, ¿Lo entiendes?

----Crowley... ----masculló, temblando un poco mientras sus nervios aumentaban a medida que la distancia entre sus caras se acortaba ----no fue con intención para que te enojaras, lo siento...

Crowley reaccionó casi de inmediato, soltando al pobre ex angel que temblaba con los ojos algo abiertos.

----Vámonos a Alfa Centauri... ----dijo con un tono un poco más apagado, o como si estuviera suplicando con calma.

----¿Y tus plantas? ¿Y la librería? ----cuestionó Aziraphale aunque no había rechazado la idea, mirando fijamente a su contrario.

----Estarán bien sin nosotros..

El silencio se mantuvo por unos cuantos segundos.

----Vamos entonces ----soltó el de ojos aqua con una sonrisita, finalmente teniendo el valor suficiente para tomar la mano ajena con delicadeza, notando esta fría ----estás helado, ¿No quieres ir a la librería a tomar algo caliente?

----Está bien, Ángel ----aceptó la idea, permitiendo el toque en su palma, sintiendo esta algo más abrigada por el tacto que le proporcionaba el más pálido.

Entre conversaciones se dirigieron a la librería del rizado, el cual al llegar sirvió el infaltable té junto a unas cuantas galletas para ambos. Continuaron su conversa por un rato más, hasta que a esa hora de las diez comenzaban a sentirse raros.

----Me pesan los ojos ----mencionó el de ojos miel, acomodandose en el sillón de modo en que pareciera estar acostado.

----Sueño ----dijo Aziraphale ----lo tienen todos los humanos... ----y bostezó ----prepararé la habitación de huespedes...

----Iré a mi casa, no te preocupes ----se apresuró en hablar Crowley.

----No; hace frío afuera. Anda, quédate ----insistió el contrario.

----Bien, bien, me quedaré ----el haber convencido al más alto le hizo sonreír, corriendo escaleras arriba para dar con el segundo piso del lugar e ir directo a la habitación de invitados, la cuál preparó con rapidez, pero concentrado en hacer el cuarto lo más acogedor posible.

542 palabras.