II

164 17 1
                                    

   Aquel día la librería no abrió sus puertas al público, pues, los libros estaban regados por doquier porque el dúo se encontraba buscando aunque sea la más mínima información acerca de maldiciones. Un fuerte quejido por parte del pelirrojo se hizo presente en el gran lugar lleno de estantes.

----¡No hay nada! ----gritó el de lentes oscuros con un libro en sus delgadas manos, intentando no tirar este puesto que el objeto pertenecía al contrario.

----Hay que buscar más, es solo eso... ----Aziraphale intentaba calmar el arrebato del ex demonio, buscando en una de las estanterías otro libro que pudiera brindarles información.

----No puedo con más libros, me duele la cabeza ----Crowley dejó el libro en una mesita cercana para luego tirarse fuertemente a una silla, soltando un quejido de dolor al sentir este mismo, cosa que nunca antes le había pasado ----¡MIERDAA- ----y un pequeño quejido del contrario lo mandó a callar. No sonó como un quejido de regaño, sonaba distinto ----¿Qué pasó?

----Creo que me hice algo a lo que los humanos llaman "Corte de papel"... ----el de apariencia angelical no se imaginaba que aquello podía resultar tan doloroso y molesto, por lo que se sostuvo la mano herida con la otra mientras miraba el pequeño corte soltar aquel líquido rojo que nunca antes había visto salir de su cuerpo terrenal. Inmediatamente sintió la presencia ajena a su lado, viendo como tomaba su dedo índice sangrante.

----¿No tienes esa cosa que usan los humanos para emergencias? ----cuestionó el de vestimenta oscura.

----En el baño, iré a buscarl-

----No, tu quedate; estás herido ----el chico se apresuró a hablar, sentando con cuidado al contrario para luego dirigirse al lugar indicado.

   Ambos se encontraban dirigiendose a otra librería cercana a ver si un libro les daba la oportunidad de tener alguna pista para volver a sus antiguos cargos. Sin si quiera saber por qué decidieron no ir en el Bentley, caminaban el uno al lado del otro, sin hacer contacto físico.

----¿Queda muy lejos? ----preguntaba Crowley al ver que ya habían pasado por tres cuadras distintas.

----Faltan un par de calles más y llegamos, Crowley ----dijo mientras miraba su dedo, el cual llevaba un parche en la yema con un dibujo de serpiente ----¿Me permites ver algo?

El contrario asintió, sintiendose algo raro al ver que el de rizos tomaba su rostro y lo ladeaba un poco hacia la izquierda, viendo la cién del lado derecho.

----No tienes tu dibujo de serpiente ----notó, finalmente soltando con suavidad la cara ajena.

----Me veo ridículo.

----Te ves bien, no te preocupes.

    Ni en esa librería, ni en otra lograron encontrar algo que pudiera servirles. A Crowley se le hervía la sangre con facilidad mientras que Aziraphale solo estaba un tanto decepcionado al ver que ningún libro había decidido ayudarles. Volvieron al local del rizado a esas horas de la tarde, en donde decidieron servirse algo oara comer, puesto que sentían esa rara sensación a la que los humanos llamaban hambre.

----Lamento que no encontraramos nada... ----Aziraphale se sentía culpable por alguna razón.

----Ni si quiera es tu culpa ----el de ojos miel le dio un sorbo a la taza de té, sintiendo el raro sabor de la bebida que le resultaba agradable, cosa que nunca admitiría ----¿Siempre tomas el mismo té?

----Sí.

----¿A la misma hora?

----Ajá.

----¿La misma rutina?

----Exacto.

----Vamos al Ritz.

562 palabras.

Vámonos a Alfa Centauri *Good Omens*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora