Misión peligrosa.

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CAPÍTULO VIII:Misión peligrosa.

Se encontraba en una camioneta militar, mientras sus compañeros reían el solo admiraba la perfecta nada con una mirada sería, según los reportes terroristas rusos se encontraban atacando los bosques y estableciéndose en ellos por cuestiones desconocidas. Disiparos se escucharon a la lejanía, salió de aquella camioneta en el techo mientras disparaba a los atacantes con habilidad y maestría, ninguno fue capas de siquiera escapar, admiro a la lejanía un gran helicóptero y como balas eran disparadas de su interior, respiró hondo mientras apuntaba, logró divisar a un individuo alto y de cabellera rubia junto a unos ojos azules, se detuvo de inmediato.

-¿César? -Pregunto para si mismo, observo una gran bomba cerca de su transporte, antes de que la bala llegará a su persona se adentro a el interior del vehículo -¡Tenemos que irnos, una bomba esta apuntó de...! -El sonido de la explosión se escucho y salieron volando del lugar, su visión era borrosa debido a el golpe, sin embargo no era más que eso, luego de unos segundos observo a los cadáveres de sus compañeros, no le dolía, eran de paso realmente no los conocía, se levantó tomando sus armas y tomando sus municiones, las hiba a necesitar, horo por los cuerpos y se fue del lugar.

Descansaba en una pequeña cueva que encontró, con algo de hielo que recolectó de un lago lejano se lo colocó en la zona golpeada, no sin antes enrollarlo en un trapo, debía ser rápido si no quería ser encontrado, aunque por supuesto la cara de quien creía era Cesar le vino a la cabeza, hace unos momentos lo daba por muerto y ahora seguía con vida, se supone que ninguno de todos los niños del orfanato sobrevivió además de el y su hermano.

-Mierda. -Maldijo entre dientes mientras sentía como sus párpados se hacían pesados, sigue sin saber como no le pasó nada, aunque sabe que no debe darle demasiada importancia a ello; dormir no le haría ningún tipo de daño, por lo que ocultándose aún más entre las sombras dejó que el sueño le ganara.









-¡No! -Escucho el grito de César, era detenido junto a su hermano por los rebeldes, quería luchar, quería pelear pero no podía, Neptuno solo miraba enfadado la escena, le dieron un disparo en el abdomen y lo dejaron tirado; una de las formas más dolorosas de morir es desangrado, pues el individuo sigue consciente mientras pierde sangre.

-¡Cesar! -Grito de forma desesperada, fue inútil, en un golpe de adrenalina de dio una patada en la entrepierna a el soldado quien lo soltó por el fuerte golpe, con algo de dificultad le quito su arma mientras presionaba el gatillo disparándole, el otro también saco su arma pero fue muy tarde pues el niño ya había disparado, su hermano lo miro algo sorprendido mientras le quitan el arma.

-Por favor no vuelvas a usar una. -Pidió de manera sería, el menor miro abajo al ser regañado; quiso acercarse al cuerpo de su amigo pero otras Lunas estaban por entrar, su hermano mayor lo tomó y ambos se fueron del lugar.

Era un escenario lleno de cadáveres, niños muertos, pequeñas almas con toda una vida por delante, fueron asesinados por las Lunas, planetas que jamás hicieron nada en su contra pero por serlo fueron asesinados, humillados, todo por un odio del pasado.
















Despertó con lágrimas en los ojos, ese fue un terrible sueño, fue una pesadilla. Tomó sus armas y salió por fin de la cueva, tambaleaba un poco por el dolor de cabeza que tenía, una bala le rozo por detrás, rápidamente se escondió en un árbol mientras apuntaba a quien sea que se encontraba atacándolo.

-Valla, valla, valla, si es Gea, el imbécil que me abandono. -Dijo con odio y colera en sus palabras, al ver que era Cesar no pudo disparar, solo permaneció escondido en aquel árbol sin querer salir -Me sorprende que sigas con vida, esperaba que hubieras muerto en esa revolución, pero veo que no es así, aunque me alegra eso, pues quisiera pregunte te algo... ¿Porque me abandonaste? -Se quedó estático por unos segundos, el no queria hacerlo, pero su hermano lo llevó asta un lugar seguro, queria ayudarlo, pero era un niño de cuatro años que por suerte aprendió a usar un arma.

-Era solo un niño de cuatro años, no tienes ni idea de lo estas hablando, jamás fue mi intensión abandonaste, mi hermano me llevó fuera del orfanato porque las Lunas querían ir a matarnos. -Otro disparo se escucho.

-¡Mentiras, tú me abandonaste cuando prometiste jamás hacerlo! -Grito mientras volvía a disparar -¡Chertov idiot! -Por unos momentos había olvidado como sonaba el ruso, no entendió realmente lo que dijo.

-¡No fue mi culpa, dejen de culparme, hice todo lo que pude por protegerlos a todos, gracias a mis esfuerzos la guerra acabo, gracias a que logre matar a el líder no pasó nada más allá, yo no tengo la culpa de nada, solo era un niño, un niño de cuatro años, jamás fue mi intensión que todo esto pasará! -Bajo el arma sin soltarla, lo miro estático ¿El fue? Entonces... Gracias a el fue que por fin se libero de las garras de el.

-¿Fuiste tú? -Pregunto mientras comenzaba a llorar -Tú... Me liberaste. -Dijo totalmente plasmado.

Lo observo confundido, admiraba como tiraba el arma a la fría nieve y caía de rodillas, se acercó aún apuntándole, al estar a una centímetros se agachó y lo abrazo mientras lloraba.

-Lamento tanto no haber podido salvarte. -Se disculpó.

-Esta bien, como dijiste, eras solo un niño. -Ambos se observaron por unos segundos con una cálida sonrisa.

-Ven, vamonos de aqui. -Pidió el menor, el contrario lo observo por unos segundos, negó.

-Me buscarán si desaparezco. -Mencionó apenado.

-Yo me encargo. -Dijo mientras sacaba de su cinturón una navaja -¿Puedo? -El contrario asintió, tomó su brazo y le hizo una herida, admiro la sangre manchar la nieve, con el mismo objeto punzante le arrebató algo de su prenda y el contrario de sacaba la chamarra.

Con algo de las cenizas que quedaron de su fogata anterior hizo la falsa ilusión de cenizas humanas, y con eso el escenario estaba listo, gracias a una bomba falleció y se hizo cenizas.











Subieron a una camioneta mientras el menor atendía sus heridas, el contrario le acarició la mejilla con una sonrisa cálida.

-Cuanto as crecido, madre mía. -Dijo algo divertido ocasionando que el más alto riera en diversión.

-Han pasado treinta y un años, claro que hiba a crecer. -Respondió cálidamente, se fue a el asiento de piloto y comenzó a conducir en dirección a la ciudad, deberá hablar con el presidente para poder hacer más segura su estancia en Estados Unidos.


























¡Este es el fin de la primera Temporada, quisiera dar la mención de los personajes que serán importantes en esta temporada; y son! :
Sol.
Mercurio.
Urano.
Neptuno.
Tierra.
César.

¡Nos vemos!

Papá soltero //Solarballs//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora