Reencuentro.

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CAPÍTULO V:Reencuentro.

Un tiempo para descansar en ese sobrepoblado hospital, se encontraba mirando un antiguo collar con la inicial "N" en el centro, una sonrisa se dibujo en sus labios al recordar a su hermano, de hecho hoy era el día en el que lo visitaría, logró ver...

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Un tiempo para descansar en ese sobrepoblado hospital, se encontraba mirando un antiguo collar con la inicial "N" en el centro, una sonrisa se dibujo en sus labios al recordar a su hermano, de hecho hoy era el día en el que lo visitaría, logró ver a la lejanía la misma alucinación, su esposa Tehia se encontraba mirándolo sin ninguna expresión, no transmitía ningún sentimiento más allá que lo Neutral, no podía distinguir aquel brillo en sus ojos.

-Tal vez deberia... -Se levantó guardando sus cosas mientras se dirigía a la zona de enfermeras en donde normalmente descansaban -Venus. -Habló mientras abría la puerta, la mujer dejó su ensalada mientras lo observaba algo intrigada -Necesito hablar contigo. -La mujer guardo su almuerzo y libro en su casillero mientras seguía a el más alto a la salida.

Lo miraba algo decaído mientras este no hablaba y solo miraba el techo de forma melancólica y triste, tomó aire y al fin habló.

-Me he estado sintiendo decaído últimamente, siento que estoy al borde de la locura, y no quiero perder a Selene por eso. -Fueron sus primeras palabras, la fémina lo miro con pesar pues hace unos años antes de conocer a Tehia el tuvo un bajón emocional grave por el horror de la guerra -¿Podrías recomendarme un sicólogo? -Pregunto, la fémina lo miro algo sorprendida, se negaba a recibir ayuda profesional al pensar que lo tenía todo bajo control, pero ahora se le escapando de las manos todo este problema.

-Bueno, no se si lo sepas pero hace unos años, dos, para ser exactos tenía ataques de ira llegando al punto de lastimar a Marte. -El contrario río levemente mientras le tomaba la mano, la contraria también lo hizo con una sonrisa cálida, ambos tenían ese tipo de confianza -El sicólogo que me atendió es uno extranjero, su nombre es Mercurio y viene de Alemania, es un buen amigo mío así que hablare con el para hacete una cita. -El contrario asintió mientras apretaba los dientes, le dio las gracias nuevamente y con eso ambos se marcharon, una de las enfermeras le llamó agitada.

-¡Su nombre es Ken Willson y sufrió de un ataque de parte de ladrones, tiene algunas costillas rotas al igual que el pie derecho, el problema es que al parecer tiene una bala clavada en el cerebro! -Asintió mientras lo llevaban a la Sala de quirófanos, era una cirugía muy complicada, debía de ser cuidadoso.

Las horas pasaban muy lento, sus asistentes le otorgaban las herramientas que necesitaba, luego de 5 horas de cirugía lo logró, logró llegar a la bala, la saco de manera lenta y cuidadosa mientras terminaba aquella operación de emergencia; los signos vitales del individuo bajaban de forma rapida.

-¡Lo estamos perdiendo, debemos traerlo de vuelta! -Tomó los utensilios y comenzó a reanimarlo -1... 2...3 -Dio el primer choque -1... 2... 3 -Al segundo choque lo consiguió, el individuo al fin respiraba y su pulso volvía a la normalidad, suspiro aliviado mientras salió de aquella sala y se quitaba el cubrebocas además de los guantes tirando los a la basura, se dirigió a la Sala de espera encontrándose a los padre del chico quienes al notar su presencia se levantaron bastante angustiados.

-¿¡Como esta doctor!? -La primera en preguntar fue la madre quien era sostenía por la espalda por su marido.

-Esta estable señora, la bala fue removida y su hijo esta a salvo. -La mujer respiro en alivio, el hombre hizo lo mismo -Debemos de dejarlo en reposo, otro doctor vendrá a checarlo cada día y las enfermeras se encargarán de cuidarlo, con permiso. -Se despidió sonriente mientras los padres también lo hacían dándole las gracias.

Caminaba por los pasillos con su ropa normal, luego de cambiarse y terminar su último turno se marchó del Hospital, al salir por la puerta principal noto un auto sospechoso en a mitad de la carretera, de el bajaron dos hombres, fruncido el seño manteniendo sus sentidos alerta, al ver como uno le tomó del hombro le otorgó un golpe dejándolo en el suelo mientras el otro tenía claras intenciones de atacarlo, esquivo aquel golpe tomando su brazo mientras lo tiraba a su auto con el brazo por detrás.

-¿¡Quien te mando!? -Pregunto enfadado mientras el contrario lo miraba un tanto enojado, escucho como un tercer personaje salía del vehículo y se acercaba, era alguien increíblemente alto, al ver su cabello y esos ojos de un azul cristalino recordó aquel momento.

-Fui yo. -Frunció el ceño mientras ignoraba su presencia y se adentraba a su auto -¡Gea porfavor, hablemos! -Se acercó al vehículo con ambos guardaespaldas a su lado.

-No tengo nada que hablar contigo, y me lo dejaste muy en claro aquel día. -Sin dejar a que el contrario al menos explicara la razón de su presencia el de ojos esmeralda se marchó.
















¡Hola, un capítulo muy corto pero espero les guste, en fin nos vemos!

Papá soltero //Solarballs//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora