Gea Tierra es un militar, el cual al regresar del campo de guerra encontró el amor en una mujer de nombre Tehia, de ese amor nació Selene, sin embargo lamentablemente su amada falleció en el parto, con el corazón roto no tuvo más remedio que cuidar...
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Abría los ojos de a poco, sentía en sus párpados cerrados la luz natural que se colaba por sus obscuras ventanas, al levantarse se asomo por la puerta de la recamara de su hijo, no había nadie en ella, era normal pues se lo dejó como encargado a Marte, se tallo los ojos mientras bajaba las escaleras; noto como uno de los cajones del mueble estaba abierto, olvidó cerrarlo, al abrirlo miro una muñeca Matrioshka, la tomó entre sus manos mientras la acariciaba.
-¡Tengo un regalo para ti hermanito, es una Matrioshka! -
-¡Es muy linda, eres el mejor! -
-¡YA rad, chto rebe nravitsya bratishka!-
Abrió los ojos de golpe, una lágrima se asomo por sus mejillas, recuerda bien ese día, uno nevado, la Navidad era muy visible en aquel orfanato en la madre Rusia, su patria, el lugar del que viene.
Dejó la muñeca en su lugar sin querer ver lo demás que se encontraba en aquel cajón, se hizo un café, sin embargo el sueño le ganó durmiendose en el comedor de su hogar.
Se escuchaban las múltiples explosiones por todos lados, quería encontrar a alguien, miro uno de los cuerpos, noto que aún tenía pulso por lo que saco sus primeros auxilios, hiba a intentar salvarlo, sin embargo el contrario se negó a ser atendido mientras le sonreía, negó múltiples veces.
-No, debes ir por tu hermano y los más jóvenes, porfavor. -No quería hacerlo, pero siguió sus indicaciones -¡Me enorgullece haber luchado contigo! -Cojeaba mientras intentaba esquivar los múltiples ataques, se había quedado sin balas por lo que con una medida desesperada lanzo piedras de manera precisa, y de forma sorprendente lo logró, encontró la mano de su hermano entre una montaña pequeña de cuerpos recién muertos; reconocería esa marca azul donde sea, con el dolor en su corazón movió los cuerpos mientras llegaba a su familiar. Una vez lo encontró observo una hemorragia en su frente, tomó el botiquín mientras hacia lo posible por detener el sangrado, tomó el arma de su hermano, disparo a todos sus enemigos mientras tenía a su compañero de guerra en la espalda y cojeaba de un pie; no lo logró, solo pudo salvar a su hermano, todos los demás fallecieron.
-Lo lamentamos mucho, pero no parece recordarlo, además de que muestra una deficiencia mental grave. -Lágrimas salieron de sus ojos Esmeraldas cristalinos, se levantó de su lugar.
-Vendré a verlo cada fin de semana por las noches, seguiré pagando su tratamiento, la mujer asintió mientras lo miraba irse, realmente odiaba todo esto, fue a parar a la casa blanca y fue recibido por el presidente, fue echado de su país al haber apoyado a Usa, pero sabía que no tenía otra opción, hubo todo un desfile para el, mientras le aplaudían por su "logró" llevaba consigo un uniforme de su hermano mientras por dentro se desgarrada, realmente sentía que no se lo merecía, no salvó a sus amigos y la vida de su hermano quedó arruinada, lloro por todo el camino asta su hogar pues se escapo al no tener intenciones de ningún tipo de entrevista, no quiere volver a vivir eso de nuevo, jamas lo quiere volver a vivir.
Abrió los ojos asustado, aun seguía algo cansado, al ver el reloj solo habían pasado cinco minutos, bostezo mientras subía las escaleras y abría la puerta de su habitación, se hecho en su cama mientras volvía a dormir.
-¿Gea, bebé, si me convirtiera en un gusano aún así me amarías? -La voz de Tehia.
-Que pregunta más extraña, y si, aunque te conviertas en un mazapán o una conchita, te comería con amor -La mujer río mientras le manchaba levemente a propósito con aquel helado.
-¡Canibal, eres un bobo! -Respondió entre risas, adoraba a su linda pareja, aprendió español solo por ella y se metió a estudiar medicina solo por ella, realmente la amaba, al fin sentía que su vida estaba completa.
Una sonrisa se dibujo en su rostro mientras reía entre risas, que hermosos recuerdos tuvo entre sueños, por un momento dejó de lado sus traumas del pasado, una lágrima se le escapo, su núcleo se apretó en tristeza al recordar a su amada, aunque la voz de alguien se escuchaba a la lejanía, una voz muy lejana y algo familiar, no logra distinguir de quien se trata, unos ojos marrones se reflejaron en aquella imagen.
Su núcleo pálpito en un sentimiento extraño.
¡Hola! Un capítulo un poco corto pero significativo para nuestro padre soltero.
