Una de las cosas que jamás pensó el Guasón que iban a ocurrir en su vida es la de ser padre. Desde que cayó en el tanque de ácido y se convirtió en el príncipe del mal de Ciudad Gótica, se hizo a la idea de que nunca podría engendrar alguna descendencia que le diera momentos para recordar cuando su vida se vaya apagando. Esto, si sus planes malvado no lo mataban primero.
Sin embargo, dentro de su visión a futuro no había contemplado una relación amorosa con el caballero de la noche y que era al mismo tiempo el soltero más cotizado de Ciudad Gótica y mucho menos, que se terminaría casando con él.
Es una maravilla lo que hace el dinero.
Hace varios años atrás, desde su noviazgo, su anhelo de ser padre surgió y cuando conoció a los hijos adoptivos de Bruce creció aún más, pero no era el momento indicado, era una decisión precipitada. Pero después de su boda el deseo de experimentar la paternidad se volvió más fuerte, la relación se había consolidado, era el momento adecuado.
Es así, como ese deseo sirvió de incentivo para la situación que próximamente se desarrollaría.
Después de un día agotador en industrias Wayne, Bruce llegó a casa y se encontró con la imagen de su esposo sentado en la sala viendo fijamente una algo en su regazo. Se acercó silenciosamente a la parte de atrás del sofá y observó por sobre el hombro lo que estaba viendo su pareja.
Arqueo la ceja derecha al ver una simple tela negra, no tenía una forma exacta.
—¿Qué es eso?— preguntó.
—¡Bruce!— gritó el payaso al saltar de su asiento por el susto y dio media vuelta para mirar al otro hombre, mientras escondía la tela oscura detrás de su espalda.
El empresario frunció el ceño por el extraño comportamiento.
—¿Qué estás ocultando?— rodeó el mueble y se detuvo frente al otro hombre con sus brazos cruzados a la altura del pecho.
El príncipe abrió la boca al sentirse tentado en decir que no era nada y preguntarle cómo estuvo su día, pero sabía muy bien que Bruce no se conformaría con esa respuesta y no aceptaría la evasiva. Así que, cerró la boca y llevo hacia el frente lo que estaba ocultando.
Bruce frunció aún más el ceño al ver lo que estaba mostrándole su pareja. Era un diminuto traje de color negro, en la parte superior tenía una capucha con dos pequeñas orejas puntiagudas y de los brazos hasta las piernas salían una especie de alas con picos.
—¿Qué es eso?— preguntó sin poder identificar la prenda.
— Es un mameluco de murciélago — respondió el Guasón después de recoger la prenda y sostenerla contra su pecho.
—¿Y que haces con un mameluco de murciélago?— volvió a cuestionar de manera escéptica. Él conocía que su esposo antes de casarse y de comenzar su relación tenía ciertos intereses peculiares, pero ninguno de ellos presentó ser un problema, hasta ahora.
El guasón bajó la cabeza, apretó sus labios con fuerza y apretujo aún más la prenda contra su pecho. No sabía que responder.
Podía responder con la verdad y esperar una reacción negativa de Bruce, o podía mentir y decirle que había sido una compra impulsiva. Pero no quería mentir.
Uno de los pilares fundamentales de las relaciones era ser sinceros el uno con el otro, y el Guasón se enorgullecía de decir que desde que comenzó a salir con Bruce nunca le había dicho una mentira. Bueno, es posible que cuando se comportaba indiferente y actuaba como si hubiese olvidado el cumpleaños de su esposo, pero eso era para ocultar la fiesta sorpresa que le planificó, así que no contaba como mentiría.
Soltó un pesado suspiro y elevó la cabeza para dirigirle con una mirada firme y decidida al otro hombre. El empresario arqueo la ceja, cuando su pareja hacia esa expresión nada bueno venía despues.
—¡Bruce, tengamos un bebé! — dijo si titubear.
Sí, nada bueno venía después
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¡Hola!
Esta es una mini historia Batjokes, serán capítulos cortos, ya tengo listos todos la historia así que disfruten.
¡Mañana actualizo el siguiente!
Espero les guste ☺️☺️
Pd: les dejo una foto del mameluco que tenía el guasón.
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