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─ Capítulo 2: Besos

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Capítulo II;

Agnar y Chō empezaron a llevarse relativamente bien, y para las tropas era algo raro, ya que de un día para el otro no se hablaban y ahora eran casi inseparables.

Y eso a Testsuo no me gusto mucho.

Testsuo y Chō no eran hermanos de sangre, pero ellos se trataban como unos.

Chō conocio a Testsuo cuando este era un huérfano de calle, ella lo entreno y le convirtió en lo que es ahora, un mini Guerrero.

El clan de Chō se caracterizaba por usar grandes armaduras, pesadas que cubrían a su portado completamente, usaban katanas para cortar a sus oponentes fácilmente apesar del peso de su armadura.

Pesar de que las Pekkas en las aldeas de Clash of Clans eran robots, los líderes y varios miembros eran tropas normales, que vivían y convivían como humanos, igualmente los robots también eran considerados parte del Clan, y se les ofreció el mantenimiento que merecían.

Una tradición del clan era que los miembros pasarán un día del mes en ayuna completa, era una forma para entrenar su mente, ya que así se demostraba como la mente humana podía contra la necesidad del cuerpo humano, la única excepción era el agua, claro.

Y hoy era ese día del mes, así que tanto como Testsuo y Chō dejaron de comer, el Mini Pekka hacia pancakes, aun que no fuera para el le entretenía hacerlos, mientras que la Pekka estaba esperando su espada, ya que de estaba siendo afilada.

En eso el Megacaballero paso.

- Hey, Chō, ¿cómo estas? ¿Quieres ir a desayunar juntos? -

La Pekka miro algo curiosa el ofrecimiento del Guerrero, pero sólo le sonrió.

- Estoy bien estoy esperando mi espada, y no hoy no tengo ganas gracias. -

- ¿Eh? Si el desayuno es la comida más importarte del día. -

- Mh, si, pero hoy no voy a comer, es una tradición familiar, perdona. -

El Megacaballero dudo algo en su palabra, así que siguió insistiendo.

- Oye, no enserio, es importarte que comas, te podrias desmayar en medio de las peleas y-

- ¿Te estas preocupando por mi? -

Soltó graciosa la guerrera, la cual vio como su contrario se le subía los colores a lo poco que se veía de su rostro.

- Lo siento, era una broma, pero enserio, no te preocupes, estoy bien, no es la primera vez que hago esto. -

Aun que el Megacaballero aun estaba preocupado, sabía que la guerrera sabia lo que hacía.

El Mega caballero y la Pekka se dedicaron a pasar un bonito día juntos, aun que de vez en cuando el Mega caballero comía algo, ya que el no se encontraba en ayuna y necesitaba algo de alimento.

Así hasta que cayó la noche, donde las estrellas, las luciérnagas y la Luna se ponían en el cielo y relucian con un magnífico brillo.

El mega caballero le tenía una pequeña sorpresa a la Pekka, este la llevo hasta un campo de flores y mariposas, algo lejos de la arena de Clash Royale.

- Solía ver a las Pekkas de mi aldea venir aquí e intentaban atrapar las mariposas, como es de noche no vienen... ¿Que te parece? -

La guerrera de gran armadura solo miraba al hermoso paisaje de las alas de las mariposas que hacían contrastes de colores con el césped y flores silvestres que hacían en ese prado.