05

159 19 7
                                    

Más tarde, no pude evitar pensar en lo ocurrido durante el almuerzo. Me sentía vulnerable y expuesto, necesitaba estar lejos de todos, porque en ese momento solo quería intentar comprender lo que acababa de pasar. Durante la siguiente clase, Quackity no me volvió a dirigir la mirada, aunque tampoco era mi idea desconcentrarlo, no paraba de buscar su mirada y formular preguntas sobre su comportamiento que sin duda necesitaba responder.

Cuando el profesor despidió la clase, me levanté pensando en buscar a Tina y contarle lo sucedido, pero antes de que pudiera moverme, Cellbit se interpuso en mi camino.

- ¿Estás bien, Guapito? - preguntó.

Sin saber cómo ni por qué, me vi buscando refugio en sus brazos, como si por instinto, mi cuerpo sabía que allí encontraría consuelo.
Me envolvió en un abrazo inocente, que sin saber que lo necesitaba, lo había encontrado en el momento preciso. Fue un apoyo silencioso que logró calmar el torbellino de preguntas que rondaban en mi cabeza.

Aún así, seguía confundido por el cambio tan brusco y repentino de mi amigo, ¿Estaba exagerando la situación? Solo pensaba en aquello, incluso cuando ya no me encontraba cerca de él, sintiendo calidez en los brazos de Cellbit, miles de preguntas sobre la razón del actuar de mi amigo llenaban mi cabeza. No me pregunté cómo Cellbit notó que la situación me afectó, ni cómo llegué a sus brazos, ni porque sus manos rodeandome resultaban tan cálidas, o cuando dejó un pequeño beso en mi frente al separarse.

Me encontré junto a él en la sala de clases completamente vacía y silenciosa. En medio de ese ambiente sereno, pareció observar con detenimiento mi rostro hasta que decidió hablar.

-¿Qué pasa, Ro? ¿Por qué Quackity y tú parecían querer pelear allá afuera?

- Créeme que tampoco lo sé. Es como si de un momento a otro algo cambió. - Me sinceré. - No entiendo porqué decidió fastidiarme con Spreen. Él sabe que eso me molesta y aún así lo hizo.

Mi corazón se hubiese acelerado por la cercanía y su calido respirar sobre mi rostro, estando tan cerca de mí, pero mi mente solo pensaba en lo que pasó hace un rato.

- Lo siento si te incomodó mi pregunta. - Se disculpó cabizbajo. - Yo no tenía idea.

Sentí la necesidad de aclararle mi situación con Spreen. Aunque, en realidad, lo que más me importaba era el cambio de actitud de mi amigo. De todas maneras, no soportaba la idea de que él mismo Cellbit pensara que me gustaba otra persona.

- No te preocupes, Gatinho. Es solo que no logro entender por qué Quackity dijo esas cosas. Él sabe que entre Spreen y yo no hay nada.

Cellbit mostró una ligera expresión de confusión.
- Entonces, ¿no te gusta Spreen en absoluto? - preguntó.

- No, para nada. - respondí firmemente. - ¿En serio creíste eso?

- Pero Quackity me dijo... - Negó con la cabeza.

- ¿Qué te dijo? - pregunté confundido.

- Quiero decir...cuando Quackity lo mencionó, realmente pensé que había algo entre ustedes.

Me preocupaba la confusión de Cellbit, no quería que pensara que estaba interesado en otra persona. Sin embargo, no me atrevía a decirle lo que realmente sentía. Este no era el momento.

- No hay nada entre Spreen y yo. Nunca lo hubo. - aclaré rápidamente buscando su mirada.

No pude descifrar la expresión en su rostro, pero por un breve momento pareció molestarle algo.

- Entonces deberías hablar con Quackity y hacerle saber que te molestó lo que dijo.

Sus dedos jugaban rozando peligrosamente mi mano, creí que por un instante casi la tomó.

Delicate • guapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora