Ese no fué un chiste [YoonTae]

Capítulo 4

Cuando Taehyung por fin estaba calmando su tos se enderezó e intentó abrir sus ojos llorosos. Cuando lo logro lo que vió fue más humo gris acercándose. La situación se repitió, le habían vuelto a llenar la cara de humo.

—Pero- que- hijo de p-puta. - dijo entre tos y tos el de pelo rojo.

El de casco solo se carcajeaba sosteniéndose el estomago de la risa. Cuando se logró calmar tiró el cigarrillo a un lado y pisándolo se acercó a los otros dos.

Con una patada desestabilizó a uno, se quitó el casco y con el mismo le golpeó la mandíbula. Al otro lo agarró del cuello con un brazo haciéndolo caer por falta de aire.

Taehyung corrió rápidamente a sostener a Jimin como pudo hasta que logró calmarlo.

El peligris se había separado hace rato y estaba recargado en la mesa mirando un poco divertido al muchacho de overol.
Taehyung suspiró cansado y se paró lentamente. —¿Ya terminaron?

—La segunda ronda él la empezó, Tae.

—...

—Jeon, respóndele.

—Terminamos. — "Jeon" contestó de mala gana.

— ok.— Dijo el peligris con una baja voz desinteresada y se acercó a masajear los hombros de Taehyung. —Jeon, ¿te acuerdas que hablé de un payaso?— preguntó tranquilamente.

—¿Sí...? ¿El que dijiste que se estampó en tu moto... No puede ser. Es él, ¿verdad?—  dijo con voz frustrada masajeandose la cabeza.

—¿Cómo? ¿Qué payaso? — se giró Tae encarando ofendido al chico peligris.

Jimin ya estaba cansado, había golpeado al hombre equivocado y ahora que veía bien a ese pálido ni siquiera parecía querer hacerle daño a Taehyung. Solo se le hizo raro, su aura era extraña.

—El mismo que aún no paga por los daños. Que tiene pelo rojo y que iba encima de una mini bicicleta con las piernas atoradas en el manubrio.

Tae no supo como reaccionar y solo atinó a fingir demencia. —No lo conozco, yo me llamo Taehyung. — murmuró sonrojado hasta las orejas dándole la espalda nuevamente.
Se escuchó un "pffft" detrás suyo y sintió como se intensificaba un poco más el agarre en sus hombros.

—Y yo me llamo Jungkook, ahora ¿Cómo demonios piensan pagar por todo ésto?— dijo molesto Jeon y luego lamiendo la cortada de su labio se acercó a Tae.

—Lo estás asustando.— murmuró el pálido observando curioso las expresiones de Taehyung.

—Pero hyung, estamos perdiendo mucho. Y las partes importadas que llegaron ayer están regadas por todo el piso. — explicó. —Todo nuestro esfuerzo...

Asintió. —Solo no toques al rojo. — restó importancia encogiéndose de hombros y se dió la vuelta para irse.

Jungkook solo le sonrió agradecido pero Taehyung intentó detenerlo. Primero lo siguió en silencio pero fué ignorado por completo así que al llegar a la salida se interpuso justo delante del peligris; el cual lo miraba aburrido intentando rodearlo.

—Por favor, pídele que no le haga más daño a Jimin. — casi susurró esa súplica pero con una mirada firme.

—¿Quién es Jimin?

—El chico de pelo rosado.

—¿El que golpeó a Jeon?

—...sí...

—Eso no me incumbe, cabeza de frutilla. — contestó poniéndose de nuevo el casco de la moto. Mientras se abrochaba el seguro lo miró detenidamente. —Ahora alejate, no me junto con piojosos.