Blanco y negro

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Blanco es el opuesto del negro.
Y el blanco, según algunos, nunca negro será.
Sin embargo, en blanco vivía el negro.
Y en negro había mucho más blanco de lo que todos podían imaginar.

Ella era el blanco en apariencia.
Y él era su opuesto en gustos y aspecto.
Eso era lo que todos veían, pero en verdad, nadie sabía lo que llevaban adentro.

Ella cuando conoció al supuesto negro.
Se sintió curiosa en todo momento.
Puesto que en el negro,
solo vio blanco, solo vio paz,
nunca vio nada opaco.

El se iluminó del blanco que ella irradiaba, pero mientras pasó el tiempo,
se fijo que en verdad el negro la acechaba,
y se dio cuenta de que ella era negro,
mucho más de lo que el se imaginaba.

Todos le dicen a blanco,
¡ey! detente, no eres negro, ni gris, ni blanco, tu vales demasiado,
y blanco sabe, lo entiende, pero no lo digiere.
Y es que blanco se llena de negro, se llena de culpa, se enjuicia con desmedro.

Pero ella siempre supo que negro,
como algunos le tildaban,
era mucho más que solo un color,
para ella él era un universo entero.

Hoy en día ya no soy blanco,
y tu nunca fuiste negro.
Hoy en día no existe nada como lo perfecto, sino mejor dicho existe lo bueno.

Negro era bueno para blanco.
Blanco nunca terminó de saber si era buena para negro.

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9 de Febrero

Ruptura sin cepulturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora