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Emma se levanto temprano al otro día, no pudo dormir muy bien. Hizo su rutina y se fue a la escuela sin su hermano, quería llegar temprano.
Fue hacia donde la señora Harrison, quien le pidió que le ayudara. Al llegar vio como Julie y Flynn estaban ahí.
— Créeme, Julie, es maravilloso que hayas vuelto a cantar — dice la maestra y una sonrisa brota en el rostro de la rubia. Estaba orgullosa por Julie — Espere este momento casi un año, pero ya es tarde.
— Tan solo dele una oportunidad — pide Flynn.
Emma va hacia las chicas y habla — Sabe que es asombrosa, escúchela.
— No puedo hacerlo. Mañana entra un estudiante nuevo — dice la señora Harrison y las tres chicas hacen muecas — Tenemos...
— Sí, pocas vacantes — dice Julie completando la oración — y si no participo, es todo. Lo sé.
— Hice todo lo que pude para mantenerte aquí, Julie. Pero la directora dijo claramente que ayer era tu ultima oportunidad. Tendrás que aplicar el próximo semestre.
El timbre sonó dando por entender que iniciaban clases — Lo lamento.
La maestra le dio unas hojas a Emma — Reparte esto, por favor.
La rubia vio como Flynn y Julie salían del lugar, sin antes Julie darle una sonrisa a Emma. La rubia le sonrió de vuelta y entrego las hojas rápidamente para luego ir a su clase.
(...)
El día paso rápido y ya era la hora de la salida. Emma encontró a su hermano con su equipo, así que se acerco a él.
— Nick — dijo Emma y los chicos se callaron.
— Hola, Em — dijo Nick abrazando por los hombros a la rubia — Am, mira que—
— Si estas ocupado con tus amigos, puedo irme sola, no te preocupes — dice Emma interrumpiéndolo y los chicos empezaron a recoger sus cosas.
— Nick tiene que irse con Carrie, ya sabes citas de novios — dice el pelinegro llamado Theodore.
— Oh, está bien. Tienes que ir con ella, no tengo problema. Puedo irme sola, ya dije — dice la rubia y los chicos la detienen.
— En realidad no podemos permitir que vayas sola — dice un pelirrojo llamado Matt.
— Exacto. Estamos nosotros para acompañarte — dice un castaño llamado Charles.
Emma suelta una risa — ¿Son como mis guardaespaldas o que?
