˙✧˖°𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒- ⁱᵐᵃᵍⁱⁿᵉˢ ˡˢᵈˡⁿ ༘ ⋆｡˚

B𝙡𝙖𝙨 𝙋𝙤𝙡𝙞𝙙𝙤𝙧𝙞 | ᵖʳⁱᵐᵉʳᵃ ᵛᵉᶻ *

No pude encontrar la edad correcta de Blas en ninguna parte, así que supongamos que este capítulo tiene lugar a mediados de 2022, cuando tiene 18/19 años 😸

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★blas polidori ⨾ primera vez ݁ ˖๋ ࣭ ⭑

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Abrí mi cuenta de twitter por tercera vez ese día, me desplacé por mi timeline una y otra vez... No podía dejar de pensar en él. Colgué el teléfono y busqué un libro en la estantería. Abrí el capítulo en el que me había detenido y, antes de terminar el primer párrafo, cerré el libro. Era una escena de sexo muy explícita para un libro juvenil. Parece que cuanto más intentaba no pensar en ello, más pensaba. Abrí mi diario y empecé la historia:
"Mi novio Blas y yo llevamos juntos tres años. Tenemos una relación perfecta, siempre nos compra regalitos, nos quedamos a dormir, salimos de fiesta o vemos películas juntos, no podría pedir un novio más perfecto, pero una cosa me molestaba profundamente: seguíamos siendo vírgenes.
"No es necesariamente un problema", lo sé. Pero imagínate lo que es escuchar a tus amigas contarte todo lo que han hecho con sus novios y pensar que el tuyo ni siquiera te ha tocado un pecho todavía. Me encantaba Blas y su dulzura, quería que se empalmara, aunque sólo fuera un poco. Quería que me inmovilizara contra una pared y me besara hasta que olvidara mi nombre, o que me pasara las manos por el culo y me lo apretara. Cualquier cosa estaría bien. Quería tener el valor de pedírselo, de Tomar las riendas y tal vez llevarlo un poco más lejos. Si no fuera tan tímida y miedosa...".

- ¡Mi amor!- oí la voz de mi novio y aparté el cuaderno de mi regazo.

Me abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. Se acercó a mí y me dio un beso, sentándose a mi lado.

- Adivina qué tengo para nosotros.- me enseñó un DVD ilegal con la carátula de la película "X", protagonizada por Jenna Ortega.- ¡Acabo de comprarlo en el quiosco que hay cerca de mi casa!

- Blas, ¡es perfecto! Podemos verla esta noche.- sonreí y él asintió. - ¿Cómo te ha ido el día?

- Ha ido bien, ¿y el tuyo?- Puso la mano en mi muslo, acariciándolo.

Sé que no se lo tomó como algo sexual, Blas era un chico que tenía el "contacto físico" como su lenguaje amoroso, pero no pude evitar sentirme entusiasmada por la situación.

- Estuvo bien... -su mano siguió acariciándome, dándome un suave apretón.

Tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para no saltar sobre su regazo, así que inventé la excusa de que necesitaba ir al baño y me marché para distraerme. Ese era el objetivo desde el principio, pero no, tuvo que aparecer por casa con esa sonrisa encantadora mientras me acariciaba el muslo. Espero que esta película me distraiga un poco de eso...

23:00

Mi madre ya se había ido a la cama, las palomitas ya estaban hechas y la película ya estaba en el reproductor de DVD, así que todo estaba listo para pasar una velada divertida y nada sexual con mi novio. Cogí los vasos, apagué la luz y me metí junto a Blas, que ya estaba tumbado con las mantas alrededor. Cogí palomitas y empezamos la película.
Al principio, parecía una inofensiva película de terror, con un grupo de jóvenes adultos que intentaban hacerse una vida en el campo de la interpretación, pero de repente la trama se convirtió en una gran película porno. Y no hay nada más vergonzoso en el mundo que ver porno al lado de alguien. En la primera escena, rodada en un granero, me retorcí incómoda, intentando esconderme bajo las sábanas. Blas bajó su mano hasta mi cintura, acercándome, y tuve que cerrar las piernas para no delirar. Una película pornográfica en mi televisor mientras mi novio me acerca a él? Estoy segura de que lo escribí en un diario, no en un libro encantado que cumple tus deseos.
Sentí que me daban un beso en la cabeza y levanté la cara de las mantas donde me escondía avergonzada.
Aprovechando el acceso a mi cara, utilizó la mano que tenía en la cintura para levantarme, lo que le facilitó besarme. Tiró de mí en un beso diferente a lo que estábamos acostumbrados: su lengua pidió acceso rápidamente, encontrándose con la mía seductoramente, sus manos fueron a mis caderas (normalmente las dejaba en mi cintura) y parecía bajar medio centímetro con cada segundo que pasaba en el beso. De un salto, me subí a su regazo, medio temerosa de "echarle mi peso encima", pero esto se olvidó pronto cuando sus manos llegaron a la parte superior de mis nalgas. Jadeé, aún sin saber qué hacer, y llevé mis manos a su nuca, tirando ligeramente de su pelo. Sin querer, empecé a girar sobre su regazo y cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que parecía estar presionándome, frotándose contra mis partes íntimas. Dejamos de besarnos para tomarnos un respiro y me besó hasta el cuello, donde se aseguró de dejarme un chupetón (por la presión que sentía). Me encantaba su atención a mi cuello, cuando sentí un apretón en el culo tan repentino que me hizo gemir. Apartó la cara de mi cuello, todavía un poco aturdido, y dijo:

- Hazlo otra vez...

- Eso es... ¡Ah!- Volvió a apretarme el culo, haciéndome jadear.

Volvimos a besarnos y no parecía real, mi dulce y adorable Blas me apretaba contra su pene ya duro en el chándal y me apretaba el culo, se sentía muy bien. Sentí sus dedos subir dentro de mi pijama, acariciando mi vientre, que empezó a subir y me hizo darme cuenta de lo que quería. Con dificultad, me quité la blusa, dejándome sólo el sujetador beige. Se quedó mirándome el busto un segundo, hasta que volvió a tirar de mí para besarme mientras me acariciaba los pechos, apretándolos suavemente. El pestillo de la ropa interior se abrió.

- ¿Puedo?- Preguntó, avergonzado. Asentí con la cabeza. -Si no te gusta, dímelo, ¿vale?

Vi cómo su boca salivaba y ni siquiera tuve tiempo de replicar, pues Blas atacó mis pechos con besos al principio calmados, pero que se fueron volviendo más y más salvajes, como mordiscos y succiones. Se metió uno de ellos en la boca mientras "amasaba" el otro con la mano, haciendo girar el dedo alrededor del sensible capullo. Gemí fuerte y él paró un momento: "No tan fuerte, pequeña, que tu madre duerme al lado...", me recordó y volvió a mis pechos. Estaba fascinado, por supuesto.
Me llevé la mano a su pene por encima del chándal y se lo apreté, sintiéndole jadear en mi pecho. Me levanté de su regazo por un breve instante para bajarle los pantalones y el pantalón.

No voy a mentir, me asustó un poco el tamaño. Mis amigas ya me habían dicho que les dolía metérsela, y desde luego ninguno de sus novios era tan sorprendentemente grande como Blas. Todavía sin valor, me agaché delante de él y me llevé su pene a la boca. Era una sensación diferente, el sabor era una mezcla perfecta de amargo y dulce. Empecé a chupar la cabeza, sin saber qué hacer, pero él llevó sus manos a mi pelo, dictándome un ritmo fácil de entender. Empecé a bajar más y más, usando la mano para masturbarme lo que no me cabía en la boca. Al cabo de un rato, tiró de mí hacia arriba, quitándome los calzoncillos del pijama. Nos sonreímos y volví a subir a su regazo, rodando sobre su polla. Metió la mano en el bolsillo de su mochila y sacó un preservativo, sonriéndome antes de introducirse el pene. Sentí cómo entraba la punta y me escocía.

- Hijo de puta...-jadeé, cerrando los ojos.

Blas bajó sus besos a mi cuello mientras me acariciaba el pelo, distrayéndome del dolor. Cuando me acostumbré a la sensación, inicié un movimiento de vaivén, ayudada por sus manos en mis caderas, que resultó placentero para ambos. Sentí que su boca volvía a mis pechos y suspiré, sintiendo un picor dentro de mi estómago que parecía querer extenderse a todo mi cuerpo. Susurré que me iba a correr.

- Yo también me corro... ¡qué caliente estás, Dios mío!

Blas tenía los ojos cerrados, disfrutando de su propio orgasmo precoz cuando algo se encendió en él y sus embestidas empezaron a ser cada vez más rápidas, llevándonos a gemir sincronizadamente, alcanzando el orgasmo.

- Te quiero... te quiero tanto...- Gimió, acercándome más a él.

Un nudo se deshizo en mi estómago, llevando todo mi cuerpo a un estado de éxtasis que nunca antes había experimentado. Me bajé de su regazo y me tumbé en la cama, jadeando. Él se tumbó a mi lado y me estrechó entre sus brazos. Sonreí contra su pecho, sabiendo que por fin había perdido mi virginidad con el chico al que amaba.

- Ha sido perfecto... -Su mano empezó a acariciarme la nuca- Debería leer tu diario más a menudo.

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¡Espero que les haya gustado! 😽

¿Para quién debería hacer el próximo capítulo?