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A la mañana siguiente despertó  aturdido por todo el ruido de la planta inferior, con pesadez pero curiosidad rodó por la cama hasta caer al suelo y luego entre maldiciones se paró para poder salir de su habitación

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A la mañana siguiente despertó  aturdido por todo el ruido de la planta inferior, con pesadez pero curiosidad rodó por la cama hasta caer al suelo y luego entre maldiciones se paró para poder salir de su habitación. Recorrió el pasillo descubriendo que la puerta del cuarto de sus padres estaba abierta y dentro no había nadie por lo que supuso que el desastre del primer piso lo estaban creando los dos.

Al bajar las escaleras se dió cuenta que la voz que más predominaba era la de papá Innie quien corría de un lado a otro lanzando palabras que no lograba reconocer del todo mientras Hongseok trataba de seguirlo y atraparlo sin embargo fracasando miserablemente, era como ver a su padre Alfa persiguiendo a un mini él de cinco años, raro, un tanto alocado pero así se veía. Se sentó en el último escalón y observó a la pareja antes de que el Alfa lo descubriera.

—¡Jungwon, dile a tu papá que se detenga ahora! —exclamó pidiendo por su ayuda, no estaba seguro de que quería su padre que hiciera pues aún no lograba encontrarle sentido a esta situación, si él supiera lo que estaba pasando sería mucho mejor.

En su lugar él contestó: —Papá Hongseok, detente ahora y deja que papá Hyungie termine de hacer lo que sea que está haciendo.

—¡No a mi! ¡A Hyungie! ¡Detén a Hyungie!

No pudo evitar la carcajada que soltó
después de eso, la mueca desesperada de su padre valía oro sin duda y la escena se mantendría en su memoria por siempre, estaba seguro de eso.

—Yo no sé, tu eres el Alfa papá.

El nombrado elevó las manos al jungwon volvió a mirar a su papá Hyunggu cuando este se acercó a él y dejó un beso en su mejilla.

—Ya me voy —frunció el ceño, ¿a donde iba?—, dejé el desayuno en la isla de la cocina y también el almuerzo, vendré para la cena muy seguramente —asintió un poco aturdido antes de observar a su papá acercarse a Hongseok y besar sus labios—. Tranquilo alfa, sobrevivirás

—¡Eso no es lo que me preocupa!

Sin embargo el Omega mayor salió de la casa antes de que otra exclamación lograra escucharse. Jung se tomó la libertad de observar confundido a su padre mientras se levantaba del escalón para caminar hasta la cocina con ahora el Alfa siguiéndolo.

                   

                   

                   

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—Entonces —comenzó mientras se apoyaba en la isla con los brazos cruzados—, ¿por qué tan alocado?

El Alfa gruñó mientras tomaba la taza de café que estaba sobre la isla. —No estoy alocado —contestó.

—Ajá, ¿debo corregir mi pregunta?

—¿Cuando te volviste tan sabio en cuanto a respuestas que no se pueden contraatacar? —preguntó el mayor antes de bufar cansado—. Hyungie consiguió la entrevista a una celebridad importante, podrá publicarla en la revista de la semana entrante.

—¿Eso no es bueno? —el Alfa gruñó.

—Va a entrevistar al “caliente Alfa Kim Hyojong”

La carcajada que soltó el menor después de eso el Alfa no la podía reclamar, y no es como si lo fuera a intentar de todos modos, él estaba más concentrado en insultar en su mente a aquel Alfa que se encontraría con su esposo para la entrevista. Había tratado de parar a su Omega cuando este saltó de la cama al recibir la “gran llamada” pero sus intentos fueron en vano, su esposo salió de la casa incluso antes de que pudiera tomar la soga del ático.

—Est-toy seguro que pa-pá jamás llamaría al hombre “caliente Alfa Kim Hyojong” de nuevo, —Jungwon soltó en poderosas carcajadas mientras sostenía su estómago.

—Se nota que no lees las revistas de tu papá, en una de sus páginas describe al actorcito ese, esa es la frase que más recalcó incluso.

—O la que más destacó tu mente de Alfa celoso.

—¡Yo también soy caliente! —y Jungwon sentía que podía desmayarse de la risa, pero antes de caer en un coma eufórico se obligó a sentarse para poder desayunar y luego ir a cambiarse para llegar al colegio—. Oh no, mala suerte, el karma te llegó, no creo que tengas tiempo para desayunar, son las siete con cuarenta minutos.

—¡ME LLEVA!

Corrió hasta su habitación con la risa diabólica de su padre detrás de él, eso le pasaba por burlarse de las desgracias de otros, ahora le había tocado pagar la cuenta de sus acciones. A penas entró a su habitación se lanzó hasta el baño para tomar una rápida ducha, se cambió como pudo y dejó sus cabellos aún mojados en paz para
luego tomar su mochila y lanzar dentro sus útiles y cuadernos. Está orgulloso de decir que logró hacer todo eso en quince minutos.

Bajó a la sala saltando los cuatro últimos escalones, se dirigió a la cocina para despedirse de su padre sin embargo apareció en el umbral y le dió la vuelta de forma que ahora estaba de espaldas a él.

—Tienes dos sandwiches y un pote de leche de mango ¿eso es suficiente? —preguntó el Alfa antes de darle la vuelta nuevamente para que lo mirara, asintió con una sonrisa—. Y toma esta barra nutritiva, si te desmayas en medio de la calle voy a sentarme al lado de tu cuerpo inconsciente para decirte las razones por las que debes despertarte temprano.

Eso era por mucho mortificantemente vergonzoso, asintió con una mueca y le dió un beso en la mejilla antes de salir corriendo hacia la puerta de la casa.

Al estar fuera no perdió tiempo para tomar una respiración, simplemente corrió contra el viento en dirección al colegio, dudaba de que Sunoo lo haya esperado por lo que jadeó horrorizado al saber que tendría que entrar solo al salón. De todas formas no se iba a mortificar por eso en ese momento, si lograba llegar antes de que cerraran las puertas lo agregaría a uno de sus más grandes logros en la vida, lo decía completamente en serio.

Cuando llegó por fin al colegio suspiró de puro alivio al ver que las puertas aún estaban abiertas, por lo que no demoró más en entrar, por fin luego de pasar las puertas caminó más tranquilo tratando de regular su respiración, consideraba que tal vez estaba llegando siete o diez minutos tardes muy probablemente.

Frunció el ceño al no recordar que materias le tocaba esa mañana.

—Creo que me tocaba... —hizo memoria mientras se paraba frente a la puerta de su salón y daba dos golpes leves— Ah, tocaba- —se cortó cuando la puerta fue abierta sin más. Ciencias...

                   

                   

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𝐒𝐎𝐘 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀  ﷼ sungwon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora