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Como Chaewon lo había dicho al día siguiente los reunieron a todos los grados en el auditorio para darles la noticia de que la feria Institucional se adelantaría para la próxima semana. A todos simplemente les dio igual, la feria no era ni tan buena ni tan mala para ellos. Por otro lado Jungwon estaba preocupado por la sonrisa serena que la mayor de los Shim portaba, no le daba buena espina.
Lo confirmó cuando ella anunció que habría nuevas actividades en la feria, los estudiantes prestaron entonces más atención.
—¿Qué tipo de actividades? —inquisitiva preguntó una chica castaña del cuarto grado, Alfa por lo que se notaba—. Nada de chicos sin camisa, ¿verdad?
La Omega sentada a su lado giró a verla horrorizada por su inhibida oración. —¡Unnie!
Chaewon montada sobre el escenario carraspeó nerviosa en cuanto ubicó las miradas cargadas de reproche de Sunghoon, Kai y Riki. —No a menos que ellos quieran —el grupo de tres afiló su mirada y ella sacudió una mano en sus direcciones para que dejaran de observarla—, está bien, ya —suspiró—. Son buenas actividades, de verdad.
Todos seguían escépticos.
Entonces la sub-presidenta del consejo intervino. Yunjin tomó el micrófono de Chaewon y se colocó al frente de ella. —Las nuevas integraciones son la participación de bandas voluntarias para tocar en el escenario ese día y los interesados del taller de pintura para retratar a los que paguen por esto —Sunoo a su lado lo zarandeó por lo segundo mencionado, amaba los retratos pero jamás pudo hacer uno porque era torpe con las manos.
—Está bien, ya cálmate me haces doler el brazo —Sunoo lo soltó por fin y el rió contagiado por su emoción antes de volver a prestar atención a la charla que Yunjin y Chaewon daban ahora sobre mantener el orden y respeto para la feria y evitar armar escándalos que comprometan a la Escuela ya que esta dará ingreso libre a las personas de las calles interesadas en ver los avances y proyectos de los estudiantes en los distintos ámbitos.
Al terminar salieron del auditorio con dirección a la salida pues ya había terminado la jornada. Hoy iba a seguir a Sunoo hasta su casa ya que habían quedado en tener una tarde de películas, venía tiempo que no reclamaban una tarde para ellos dos sin nadie más.
—¡Adiós Heeseung, adiós Sunghoon! —chilló Kim mientras sacudía su mano como si intentara espantar a un enjambre de abejas—. ¡Bye Ikeu, chao Noona, cuídate Ni-ki! —dio un asentimiento corto con la cabeza a todos los mencionados por su amigo antes de tomarlo del antebrazo y caminar en dirección a la calle antes de que Sunoo se despidiera también del señor de la limpieza.
En su camino charlaron sobre las cosas que pasaron en todo el tiempo desde que convivieron más con Sunghoon y Heeseung, Sunoo contó que las cosas parecían ser tan irreales ahora puesto que siempre estaban solo ellos dos y ahora se encontraban rodeados de más personas, su círculo creció de la noche a la mañana.
