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Después de todo, las cosas sí mejoraron, levemente. Sunoo le explicó que hacía Jiheon en la escuela, al parecer su “padre” se había mudado de Gimpo de nuevo a Seúl y había inscrito a su hija en la misma escuela que ellos, la chica cursaba su segundo año de secundaria y había conseguido fama rápidamente al esparcir la noticia de que era la hermanita del omega indomable, Kim Sunoo.
Eso reventó a su amigo y gritó a los cuatro vientos de que ella no era su hermana porque Jungheon no era más su padre.
Con respecto a Sunghoon y Heeseung la relación entre los cuatro había mejorado progresivamente, a pesar de que en un inicio hacer hablar a Park era dificil lograron que él se soltara más con los dos Omegas, a sugerencia de Heeseung claro.
Ahora compartían sus recreos juntos y a veces vagaban por los pasillos o se acostaban debajo del árbol en el jardín. Conversaban, reían, compartían y se divertían. Todo parecía ir bien, aún cuando las cosas eran dificiles de entender.
Por ejemplo. Hubo un tiempo en el que Jungwon estaba tenso pues tenía la mirada de muchos Alfas puesta en él, creía que lo habían descubierto y le dijo a Kim lo incómodo que lo ponía que tantos Alfas lo observaran, por lo que un tímido Sunghoon, quien había escuchado su queja, le dijo que era por los rumores.
—¿Qué rumores? —estaba asustado, ¿de verdad todos sabían de que era un Omega? Se sentía desfallecer, su mueca preocupada lo delató frente a los dos Alfas.
Heeseung negó con las manos. —No es nada malo —aseguró. Jungwon lo presionó con la mirada, quería saber que rumores exactamente estaban rondando por la escuela—. Es muy tonto en realidad.
Alzó una ceja confundido y Sunoo lo imitó. —¿Pero qué es? —ninguno respondió—. ¡Oigan!
—Piensan que Jungwon está más apegado a tí últimamente porque se siente amenazado por Heeseung.
Sunoo ahogó una risa incrédulo y divertido, Jungwon en cambio parpadeó confundido intercalando su mirada entre Sunghoon, quien fue el que había tomado la palabra, y Heeseung.
—¿Por qué me sentiría amenazado por Heeseung?
Heeseung refunfuñó mientras jugaba con su batido de fresa. —Les digo que es muy tonto —insistió—. Ese día, cuando los dos botamos a la chica, creyeron que ambos estábamos defendiendo a Sunoo-
—Pero si estábamos defendiéndolo —Heeseung alzó un dedo para que guardara silencio.
—Creyeron que estábamos defendiendo a Sunoo porque a los dos nos gustaba. Y ya que tú eres su Alfa te sentiste amenazado por-
—¡Jungwon, eres mi Alfa! —Sunoo abrió su boca y ojos sorprendido antes de lanzarse en carcajadas, Yang bufó por el humor de su amigo, no debió darle esos pasteles de chocolate, tanto azúcar le afectaba—. Esa no me la sabía —rió otra vez apoyándose de la mesa—, ¿qué otros rumores chistosos dicen?
