─ ¡Hola, cariño! ─ La voz de Minho la molesta un poco cuando levanta la vista desde la estación de enfermeras en el hospital.
Está ocupada investigando para una operación que tendrá lugar más tarde y, por alguna razón, prefiere estar con las enfermeras que buscar un despacho donde estudiar.
Minho le guiña un ojo y ella simplemente le sonríe, preguntándose qué hace él aquí. ─ ¿Saldremos a cenar esta noche?
─Voy a ver a Rosé y Lisa. ─ Ella contesta sin más, sabiendo ya la respuesta que va a recibir.
Y exactamente como ella predijo, Minho pone los ojos en blanco y resopla, pero sonríe cuando se da cuenta de que la gente está mirando. No muy segura de por qué ha cambiado, Jennie lo mira durante un breve momento antes de que él se ponga a hablar.
─Comienzo a creer que pasas más tiempo con ellas que conmigo. ─ Se apoya en el mostrador, dando golpecitos en el escritorio como si estuviera aburrido.
Ella se encoge de hombros. ─ ¿Qué esperabas, Minho? Lisa es mi mejor amiga desde que llevábamos pañales.
─Y yo soy tu novio. ─ Declara él, pareciendo ya irritado con ella, pero por una vez en su vida, a ella no le importa.
─Las veo una, tal vez dos veces por semana. A ti te veo todos los días. Yo diría que tú ganas en esto, Minho. ─ Suspira, coge sus cosas y le lanza una mirada de disculpa a Jimin antes de rodear el mostrador y agarrar a Minho por el brazo para arrastrarlo a un cuarto de servicio.
Ella lleva el uniforme quirúrgico, el pelo recogido en un moño informal, las gafas puestas y la bata de laboratorio se le desliza constantemente por un hombro, lo que le molesta bastante.
En cuanto la puerta se cierra, Minho empieza a besarla y ella sabe que le ha dado una idea equivocada.
─Minho, no. Estoy en el trabajo. ─ Ella se queja, empujándolo y él al instante parece ofendido.
─Has cambiado. ─ Comienza entonces, mirando pensativo a su alrededor y cruzando los brazos delante de su pecho. ─Desde que iniciaste la residencia, apenas he podido pasar tiempo contigo.
─Lo siento. ─ A ella siempre se le ha dado bien disculparse. ─Pero sabes lo importante que es esto para mí.
Ante eso, él se ablanda un poco y por un momento ella cree ver al viejo Minho. El viejo Minho era comprensivo, dulce y la apoyaba en todo.
Sin embargo, no sabe si es ella la que ha cambiado, como él dice.
Quizás, últimamente, ella ha intentado evitarlo. Pero él vive con ella, en su apartamento. Se mudó hace unos dos años y recuerda una época en la que le gustaba tenerlo allí.
Pero él no hace prácticamente nada. Todavía está en la universidad, a punto de dejarlo y ella es la que paga el alquiler y tiene que hacer todo para mantenerlo limpio, lavar la ropa y cocinar, incluso.
Él no hace nada.
No sabe qué ha cambiado y sabe que no quiere continuar así.
─ Solo... Te pido que me des algo de tiempo para acostumbrarme a esto, ¿sí? ─ murmura entonces, poniéndose de puntillas para darle un beso en la barbilla.
Sus brazos la envuelven y ella se hunde entre los suyos, pero eso no le hace sentir nada.
Antes le encantaba esto. Solía sentirse segura y cuidada cuando él la abrazaba, pero ahora tiene la sensación de que sólo la abraza porque ella ha iniciado el contacto físico.
Siente cómo sus manos bajan hasta acariciarle el culo y luego hunde la cara en su cuello, presionándose contra ella.
Pone los ojos en blanco, no se lo puede creer. Literalmente, acababa de apartarlo por eso.
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Always | JENLICHAENG
Cerita PendekRosé envuelve a Jennie de nuevo con sus brazos y la castaña se limita a recostar la cabeza en su pecho. ─No vuelvas a dormirte. ─ Lisa se ríe brevemente, antes de inclinarse para depositar un beso en los labios de Rosé y otro en la frente de Jennie...