capítulo trece

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La casa de la piscina era bonita, de dos pisos, con césped brillante y colores cálidos, algo bien adecuado a la personalidad de Hoseok.

Ya habían llegado, todos tratando de despabilar el sueño y estirando sus cuerpos después del viaje de 3 horas. Taehyung abarazaba desde atrás a Jeongguk, sus brazos rodeando su cintura mientras que el pelinegro acariciaba sus manos, mimándolo ya que aún no despertaba del todo y lucía algo adorable con el cabello desordenado y las mejillas rojizas por el calor y el orgasmo que había tenido hace media hora. Mientras apoyaba su mejilla regordeta en el hombro fuerte de su novio, escuchando hablar sin tomar tanta atención a sus amigos que estaban repartiendo las habitaciones y organizándose con las comidas; justo su mirada cayó en la única chica. Jieun lo miraba con los ojos entrecerrados, dándole una vibra desagradable. Taehyung frunció el ceño, manteniéndole la mirada hasta que la chica, incómoda, rehuyó de ella.

???.

El castaño no tenía ni un pelo de tonto y podía entrever las dobles intenciones que la chica tenía al haber ido a ese viaje. Más cuando eran 7 hombres, los cuales en su mayoría no eran tan cercanos a ella y que más encima, a pesar de que se le dijo que podía invitar a unas amigas, había dicho que no. Aparte que había visto como en la fiesta ella intentaba llamar la atención de Jeongguk y los mensajes que le ha mandado a su celular, entonces Taehyung sabía que Jieun debiese de sentir una fuerte atracción hacia su novio y que si fue a ese viaje, era porque quería intentar algo o, hacerse notar.

Taehyung despabiló al momento en que sintió a Jeongguk moverse, dándose la media vuelta con cuidado teniendo en consideración que su novio se estaba apoyando en él y coincidiendo justamente en tapar a la chica de la vista del castaño.

—Vamos muñequito, tomemos nuestras cosas y vamos a la habitación —Le dijo meloso, dándole un pequeño besito en su nariz. Sus manos rodeando de manera instintivamente su cintura y apegándolo a él.

Taehyung se quedó mirándolo a los ojos a su novio, amables, honestos, amorosos, y sonrió... como si este fuerte y tierno conejo que siente una fuerte obsesión por él iba a ser capaz de engañarlo. Claramente le daba lo mismo si Jieun intentaba hacer algo, él iba a disfrutar este viaje con sus amigos y novio. No era como de esas personas que hacían show o escenas de celo, un escándolo porque se sentía amenazado, pero era por eso... No se sentía amenazado ni desconfiaba de Jeongguk, llevaban ya varios años juntos como pareja y aún más como amigos, sabía que podían conversar de cualquier tema y eso lo mantenía tranquilo. ¿Preocuparse por una chica que se nota que a Jeongguk ni le cae bien ni le cae mal? Pff.

—Oki Ggukie, vamos.

Jeongguk le sonrió y tomó la mochila de él y la de Taehyung y ambos ingresaron a la casa, tomados de las manos y conversando amenamente.

Jieun, de brazos cruzados y ceño fruncido, quedó sola en la entrada mirando como la parejita se iba. Molesta, tomó sus cosas y mientras entraba a la casa, se relajó, pensando en los bonitos, coquetos y diminutos bikinis que había llevado y debatiendo mentalmente en cual ponerse, ya que se habían puesto de acuerdo en ir a la piscina en unas horas.

Jieun estaba segura de algo en ese viaje... Jeongguk iba a caer rendido por ella en cualquier momento. 

***

Jeongguk tiró su cabeza hacia atrás, mientras se pasaba sus dedos por su cabello y gimiendo suavemente. Una mano juguetona iba subiendo por su abdomen debajo de su polera, subiéndola un poco y tocando su six-pack. Los cabellos castaños le hacía levemente cosquillas en su entrepierna, dejándolo un poco mareado al escuchar como es que Taehyung estaba babeando de más al chupar su polla, haciendo todo aún mucho más ruidoso.

Gguk97Donde viven las historias. Descúbrelo ahora