Capítulo 6

533 53 20
                                    

Capítulo 6: Por favor, date cuenta

De camino a su habitación, conteniendo a todos sus demonios adentro, trato de comprender su propio comportamiento, comprender el por qué fue tan impulsivo y de dónde salió todo el malestar que expulsaron las palabras hirientes que arremetieron contra Deku.

Estaba arrepentido, pero el origen del arrebato de frustración irónicamente era muy simple, odiaba ser ignorado por el nerd, puesto que nunca hubo situación igual a esta. 

Siempre fue el reflejo de sus brillantes ojos, así que sentirse desplazado fue mucho que soportar. Lo supo por cada día que paso persiguiéndolo, mendigando un segundo de su tiempo, viendo cómo le prestaba atención a la más mínima forma de vida que se le cruzara, pero no a él.

Fue por eso, pero no todo fue solamente eso.

Su reciente altercado lo dejo muy confundido y miles de preguntas se formularon en su cabeza, empezó a recopilar información día tras día desde que todo fue de mal en peor, recordando su manera de actuar y lo que dijo minutos antes, aquellos detalles que solo lo arrastraban a una sola cosa.

¿Eran celos lo que sentía?

No iba hacer la vista gorda con algo como eso y por mucho que le molestara tenía que admitirlo.

Afrontar los hechos serviría para eliminarlos de raíz.

Sabía perfectamente que tener este tipo de reacciones con Deku era un problema enorme. Desde que su estúpido corazón nombró a Izuku como dueño y señor de todos sus dominios, sus instintos se dispararon a mil por hora cada que algo involucraba directa o indirectamente al pecoso.

Sería mentir si dijera que parte del aislamiento social del que Deku fue víctima en la secundaria, donde él fue el absoluto responsable, no fue para alejar a cada chica o incluso chico que tuviera la osadía de interesarse en su peliverde.

Sí, fue muy enfermo y repulsivamente detestable, pero lo reconoce y acepta toda la culpa de aquel entonces. Era un caprichoso egoísta de mierda que no sabía cómo expresar sus propias emociones y lo hizo de la peor forma, claro que estaba de más decir que jamás volvería hacerlo.

Jamás volvería a hacer nada de lo que antes fue capaz. Ya no quería lastimarlo y si se encontraba pagando su karma ahora, entonces Dios estaba siendo completamente justo.

Lo aceptaría dignamente, por mucha frustración que lleve consigo y como ahora lo estaba jodiendo, no importaba, porque era necesario. Pero por el puto cielo, era humillante sentirse celoso del estúpido mejor amigo, del hijo de puta de Todoroki Shoto.

Era un insulto.

Llegó a su habitación cerrando de un portazo y arrojó su mochila al suelo, se quitó el uniforme y se dio una segunda ducha en el día para calmar su cuerpo y relajar su mente. Tenía que pensar con frialdad para evitar que algo como lo de la tarde ocurriera otra vez. Ahora el problema no era el idiota de las mitades, pasaría a estar en un plano diferente, lo importante era lo último que él y el pecoso acordaron.

Quería pensar que fue solo producto del momento, que fue parte de la molestia de Deku y obviamente no lo decía en serio. No quería que sus palabras fueran auténticas y su alejamiento pudiera ser cierto.

Por muy contradictorio que sea consigo mismo, no iba a permitir que Deku plantara un muro entre ambos, eso ya lo había hecho él. No se comprendía, ni siquiera sabía lo que quería, pero que Izuku lo tratase como un extraño sería aún más doloroso que sentir su desprecio.

Sintió las lágrimas salir al secar su rostro con una toalla, arrepentido de ser el mismo idiota, porque por más que pensara en la dulce compasión del pecoso, sabía que sus palabras eran firmes y muy probablemente ni siquiera iba a mirarlo de ahora en adelante.

¿Por qué otro? [Bakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora