Veintisiete 🦋

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Yoongi lo había dicho sin pensar, escuchar a Jimin hablar de su hijo en vez de coquetear como sabía solía hacerlo le había hecho tomar la decisión porque quizá Jimin si estuviese tomando en serio su paternidad, podía esperar a tomar valor e ir a conocer a la familia popular de Alemania, pero nunca tendría el valor y Jihoo crecería y no conocería su nueva familia.

──¿Papis? ──Jihoo apareció con la pijama nueva puesta y sus pequeños ojos medio cerrados.

──Aquí cariño ──Yoongi agitó su mano hacia su hijo.

──¿Te gustó tu regalo? ──Los ojos de Jihoo volvieron a brillar mientras asentía, la noche antes de dormir le habían dado el obsequio de Mark y su hijo había tomado media hora abriendolo cuidadosamente con una sonrisa.

...


──Jisoo ──Jimin habló con un auricular

──¿Qué pasa hermano?

──¿Están padres en casa?

──Por supuesto que si, sabes que papá no deja a nuestra madre sola ── Jimin sonrió, su madre había desmayado tiempo atrás y nadie estaba con ella en su habitación hasta que una mujer del servicio la encontró, desde ese día su padre había trasladado su Oficina, trabajaba desde casa para cuidar de su esposa.

──¿Nuestros hermanos? ──

──Sabes que un fin de semana sin el rostro feo y malhumorado de Beomgyu, las cursilerías de ChanYeol y Mark y las tontas bromas de Jung-ho es imposible, eso nunca ocurrirá.

──Bien, tengo una sorpresa y quiero que todos estén presentes──

──¿Ahora?... Jimin, tengo una cita en Dolly Buster, ¿sabes cuántos meses esperé por esto?, reservé hace meses.

──Bien, si quieres vete pero prometo que estarás arrepentida.

──Dime que es y quizá esté presente.

──Es sorpresa hermana, diles a todos que pronto estaré ahí.

Yoongi sujetó el cinturón con fuerza, su hijo iba meciendo su cuerpo en la silla atrás y sus ojos perdidos en las cosas nuevas del otro lado de la ventana del auto.

Media hora más conduciendo y el auto detuvo su marcha frente a una reja grande, el automóvil volvió a moverse adentrándose en el jardín lleno de flores y árboles, fuentes con esculturas y un arroyo donde su hijo estaría feliz de lanzar al señor Puac.

Jimin detuvo el auto al pie de las escaleras, las grandes puertas de madera se abrieron y dos personas aparecieron, su madre se sostenía con elegancia del brazo de su padre mirando ansiosa el auto pero ambos no podrían ver a los pasajeros por el vidrio polarizado.

Salió del automóvil lentamente, abrochó el botón de su saco y se dirigió al otro extremo del vehículo, abrió la puerta como su padre le había insistido en que debería hacer y le permitió salir.

Yoongi observó a su alrededor, dentro del automóvil parecía una mansión grande, pero fuera de él la mansión era enorme.

Abrieron de nuevo la puerta y Jimin desabrochó el cinturón de la silla infantil. Yoongi suspiró... Estaban ahí, no podía tomar a su hijo y correr, no podía.

Jimin bajó lentamente a la pequeña persona en el suelo, Jihoo observaba su alrededor asombrado hasta que sus ojos encontraron a las dos personas que lo observaban también y corrió a su escondite seguro, escondido tras las piernas de Yoongi nadie se había atrevido a forzarlo a nada.

Ambos lo observaban, pequeño pelinegro en un overol acolchado en forma de un oso café.

──Hijo ──El hombre mayor habló firme.

──Padre, Madre, estoy feliz de volver a casa.

──E-El...El és ──Jimin asintió, su madre lloraba señalando a su primer nieto mientras era sostenida por los brazos de su esposo.

──Él es Yoongi, el padre de mi hijo, y esta hermosa criatura es Jihoo, mi hijo.

──¿Puedo... Abrazarlo?

Yoongi asintió después de un momento, la mujer abrazó a Jihoo que se resistía a que los delgados brazos lo rodearan.

──Abrazala cariño── Jihoo le sonrió a su padre extendiendo sus pequeños brazos alrededor del delgado cuerpo de la mujer acuclillada frente a él, su tío le había dicho muchas veces que un niño bueno era obediente a sus padres, y él lo era.

──¿Más papis? ──  Jihoo preguntó después de haber sido soltado

──No mi hermoso Jihoo, ellos son los padres de Jimin, tu papá, y eso los convierte en tus abuelos.

──... Buelos── Todos sonrieron con las divagaciones que el menor hacía solo.

──Gracias por venir, adelante, entren para que podamos conocernos...

──¡Qué tanto haces Jimin! entra rápido... ──Jisoo gritó haciendo sonar sus altos tacones más que su voz

──¿Quieres dejar el drama hermano?, debo salir en media hora y tú estás... ── Beomgyu seguía a su hermana quejándose hasta que detuvieron sus pasos en la entrada principal y observaron a sus invitados. 

──¿Yoongi?... ¡Yoongi! ──Yoongi quería retroceder después de ver a la mujer correr a su encuentro pero no dejaría a su hijo atrás terminando por tener a Jisoo pegada a su cuerpo en un fuerte abrazo── Me alegra tanto verte, estás aquí, no lo puedo creer, en toda su vida este tonto hizo algo bueno.

──¿Tonto?, ¿papi tonto?

──Oh, qué tenemos aquí... Jihoo, que hermoso eres, te pareces tanto a Yoongi, claro, si tuvieras parecido a mi hermano sería tan lamentable, pero igual te querría igual porque tu no eliges a quien parecer.

──Beomgyu ──El menor de los hermanos Park observó a su hermano, por primera vez no le importaba la voz irritante de su hermana, solo podía centrar su atención en el pequeño niño que era apretujado.

──Lo siento, yo... Soy Beomgyu, soy hermano menor de Jimin.

──Soy Yoongi ── Yoongi sonrió y Beomgyu lo hizo también, ambos eran jóvenes, Yoongi esperaba que tener casi la misma edad le ayudará a ganarse la confianza de Beomgyu, o de algún miembro de la familia Park.

Jimin fijó su mirada en su hermano menor, si Beomgyu pretendía algo con el padre de su hijo no se le permitiría, su misión era reconquistar a Yoongi, pero conocía la faceta coqueta de Beomgyu y la sonrisa que tenía en sus labios también la conocía, era la misma que utilizaba con sus conquistas, Beomgyu parecía ser un Jihoo sin maldad en su corazón, pero Jimin sabía que bajo la máscara pacífica y angelical, su hermano era tan parecido a él, esa personalidad la mantenía oculta pero seguía ahí, Beomgyu era un pequeño diablillo.







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Arrepentido [JIMSU] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora